Ser feliz nunca está de más

Ante un importante marco de público y pasadas las 21 horas, comenzaron a sonar los primeros acordes de “El día del ombligo”; la cuarta canción del nuevo álbum de Cajale Cazazo, que puso en clima una noche que se mostraba fría pero que, poco a poco, fue subiendo la temperatura en todos los presentes.

El frontman, Yuyi Gouman, se mostró muy feliz y enérgico a lo largo de toda la velada. “Sin un gesto” y “Que van a decirte”, fueron otras de las canciones que incorporaron a un setlist que contó con un lindo mix entre tracks nuevos e históricos. Los sonidos rioplatenses inundaron el auditorio desde el minuto cero y la evolución musical de la banda se pudo apreciar en todo su esplendor con el correr de las canciones. Incluso, a pesar de algunos contratiempos técnicos de video, los músicos supieron compensar aquello con puro entusiasmo y talento a la hora de interpretación.

La lista de temas incluyó “Canción fugaz” y “Remolino”, tema que en su versión original supo contar con la participación de Sebastián Enano Teysera. Ya promediando el recital, sonó el que casi podría autoproclamarse como el himno de los Cajale, “Falta un tiempo”, seguido de “Por el rostro” generando esa alquimia perfecta entre aquellas canciones más clásicas y las más nuevas.  

Riqui Quetlgas, la otra pieza vocal, mostró todo su talento y su carisma para secundar a la voz principal y arengar a sus compañeros en todo momento. Si algo se puede decir de este colectivo musical es que se siente en ellos la sensación de estar todo el tiempo delante de una gran familia, con ánimo de querer dar siempre lo mejor.

El cierre del recital llegó de la mano de las agradables “Saltémosnos los lunes” y “Fiado”. Como siempre, con Cajale Cazazo intentando regalar un buen momento a su público y a cualquiera que quiera disfrutar de su música. Después de todo, lo único que importa es ser feliz, y si es con un buen sonido de fondo, mucho mejor.