Transatlantic
El Transatlántico de Portnoy
Cronista: Fernando Canales | Fotos:
Beto Landoni
Para sentar bandera de que estamos ante un verdadero concierto de rock progresivo, TA decide comenzar con "Into the Blue", un tema épico de 25 minutos de su último disco "Kaleidoscope". El nombre de nuevo trabajo no parece elegido al azar, ya que las composiciones de TA producen el mismo efecto que cuando uno mira a través del prisma triangular, generando multiples colores, formas, y caminos para recorrer, llenos de pasajes sinfónicos, riffs rockeros, espesos y solos interminables.
"Ustedes esperaron 15 años, nosotros esperamos 15 años, Transatlantic en Buenos Aires, ¿Pueden creerlo?", pregunta Portnoy (la respuesta es claramente, no), para después dejar las cosas en bien en claro: "¿Buscaban algo de prog?, están en el lugar correcto". El ex Dream Theater es el líder del grupo, desde su batería domina todo, con sus speechs, con su ubicación a la derecha del escenario y no atrás como es costumbre, con su espectacular forma de tocar, y por como controla a sus fanáticos con los malabares que ejecuta durante la presentación.
El público está totalmente metido y compenetrado con el espectáculo, canta los temas, los riff, las melodías, y arenga los nombres de los músicos, a tal punto que Neal Morse (incrédulo, siendo TA una banda de "culto" y su primera vez en Argentina), no puede contener algunas lágrimas en los estribillos de temas como "My New World" y la hermosa y tranquila "Shine".
TA encara un medley de su disco conceptual "The Whirlwind", donde quedan expuestas todas las influencias que marcaron al cuarteto, que comienza con "Overture" (y lo sinfónico de Yes), seguido de "Rose Colored Glasses" (con la guitarras acústicas -sin flauta- de Jethro Tull), "Evermore", (con los contratiempo y riffs entrecortados a lo Frank Zappa, la progresividad al palo). "Is it really Happening" con los coros de Ted Leonard (que reemplaza a Daniel Gildenlöw de Pain of Salvation, quien pelea contra una maldita bacteria come carne) que se funden con las voces de Pete Trewavas y Mike Portnoy logrando un efecto "Pink Floyd", hasta llegar a un climax in crescendo y explosivo con melodías al unísono, que roban una ovación eterna. "Dancing with Eternal Glory" con los filosos solos (al estilo Marillion) de Roine Stolt, que se contorciona acompañando la estirada de la cuerda, ponen fin al repaso al tercer álbum del "Transatlántico".
Para culminar su maratónico show, TA vuelve a la carga con "Kaleidoscope" y sus 31 minutos de experimentación rockera, llena de matices, repentinos cambios de ritmos, de tempo y de sensaciones. "All of Above" con un Mike Portnoy sacado y pateando su redoblante que termina junto a su hit hat tirado en el vallado, y "Stranger in Your Soul", sirven como broche de oro para la primera visita de lo oriundos de Estados Unidos.
Los seguidores del rock progresivo cumplieron un sueño: pudieron estar cara a cara con cinco monstruos del género, y disfrutaron algo que hace años, parecía realmente imposible...
14 de Febrero, 2014
El súper-grupo estadounidense de rock progresivo entregó un show magistral de tres horas, repasando toda su discografía y cautivando a todo el Teatro Vorterix. Crónica y fotos.
El 14 de abril de 1912 se producía en el Océano Atlántico una de las mayores catástrofes marítimas de la historia, el hundimiento del Titanic. Trazando un paralelismo con esta súper-banda formada por Neal Morse (ex-Spock‘s Beard / Flying Colors), Roine Stolt (The Flower Kings), Pete Trewavas (Marillion, Edison‘s Children), Mike Portnoy (ex-Dream Theater, Flying Colors) y Ted Leonard (Spock‘s Beard, Enchant) como músico invitado, podemos decir que le han ganado a la historia de este tipo de agrupaciones. 15 años juntos, 4 discos de estudio, con un proyecto ambicioso, logrando eludir "Iceberg gigantes", controlando los egos, y lo más difícil de todo, manejar la congestionada agenda de su baterista Mike Portnoy. Este Transatlántico sí que sobrevivió, y vaya como...
Para sentar bandera de que estamos ante un verdadero concierto de rock progresivo, TA decide comenzar con "Into the Blue", un tema épico de 25 minutos de su último disco "Kaleidoscope". El nombre de nuevo trabajo no parece elegido al azar, ya que las composiciones de TA producen el mismo efecto que cuando uno mira a través del prisma triangular, generando multiples colores, formas, y caminos para recorrer, llenos de pasajes sinfónicos, riffs rockeros, espesos y solos interminables.
"Ustedes esperaron 15 años, nosotros esperamos 15 años, Transatlantic en Buenos Aires, ¿Pueden creerlo?", pregunta Portnoy (la respuesta es claramente, no), para después dejar las cosas en bien en claro: "¿Buscaban algo de prog?, están en el lugar correcto". El ex Dream Theater es el líder del grupo, desde su batería domina todo, con sus speechs, con su ubicación a la derecha del escenario y no atrás como es costumbre, con su espectacular forma de tocar, y por como controla a sus fanáticos con los malabares que ejecuta durante la presentación.
El público está totalmente metido y compenetrado con el espectáculo, canta los temas, los riff, las melodías, y arenga los nombres de los músicos, a tal punto que Neal Morse (incrédulo, siendo TA una banda de "culto" y su primera vez en Argentina), no puede contener algunas lágrimas en los estribillos de temas como "My New World" y la hermosa y tranquila "Shine".
TA encara un medley de su disco conceptual "The Whirlwind", donde quedan expuestas todas las influencias que marcaron al cuarteto, que comienza con "Overture" (y lo sinfónico de Yes), seguido de "Rose Colored Glasses" (con la guitarras acústicas -sin flauta- de Jethro Tull), "Evermore", (con los contratiempo y riffs entrecortados a lo Frank Zappa, la progresividad al palo). "Is it really Happening" con los coros de Ted Leonard (que reemplaza a Daniel Gildenlöw de Pain of Salvation, quien pelea contra una maldita bacteria come carne) que se funden con las voces de Pete Trewavas y Mike Portnoy logrando un efecto "Pink Floyd", hasta llegar a un climax in crescendo y explosivo con melodías al unísono, que roban una ovación eterna. "Dancing with Eternal Glory" con los filosos solos (al estilo Marillion) de Roine Stolt, que se contorciona acompañando la estirada de la cuerda, ponen fin al repaso al tercer álbum del "Transatlántico".
Para culminar su maratónico show, TA vuelve a la carga con "Kaleidoscope" y sus 31 minutos de experimentación rockera, llena de matices, repentinos cambios de ritmos, de tempo y de sensaciones. "All of Above" con un Mike Portnoy sacado y pateando su redoblante que termina junto a su hit hat tirado en el vallado, y "Stranger in Your Soul", sirven como broche de oro para la primera visita de lo oriundos de Estados Unidos.
Los seguidores del rock progresivo cumplieron un sueño: pudieron estar cara a cara con cinco monstruos del género, y disfrutaron algo que hace años, parecía realmente imposible...
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