Dos bandas, una tormenta de poder

La gente estaba agolpada por cada rincón del boliche de Palermo. Entre venta de discos y saludos entre pares, la espera no impacientaba a nadie, por el contrario, era como una previa de lo que estaba por acontecer. 

Cerca de las 22, Humo del Cairo subió al escenario. El trío no necesita de muchas palabras para lograr una empatía con el público, la imagen estática en blancos, negros y grises que cuida la espalda de los músicos pone un poco en los ojos lo que uno puede escuchar cuando están tocando. 

Emparentada a sonidos stoner en sus comienzos, hoy en día y con dos discos en su haber -Humo del Cairo, 2007 y Volumen II, 2012- la banda hace shows potentes y parejos con canciones que recorren un grado de psicodelia que permite viajes que son detenidos por riff cargados de distorsión. La combinación de la voz Juan Manuel Díaz, aguerrida por momentos, se apoya en las bases densas del bajo de Gustavo Bianchi, y los climas creados por Federico Castrogovianni, y el resultado es impecable. Durante el setlist se destacó la presentación de "Sepia" canción que pertenecerá al nuevo material.

Terminado el show de los Humo, se volvió a crear una espera hasta la llegada de la banda siguiente. Recambio de gente, recarga de birras, y la expectativa de ver a Poseidótica en el escenario de Niceto. 

 

La banda se encuentra grabando su cuarto disco, el sucesor de Crónicas del futuro (2011). Las citas con Poseidótica son viajes de alto voltaje, y para eso hay que estar preparado. Dinámica y psicodélica, la banda lleva paisajes en las canciones que por momentos pueden ser más oscuros y densos, y por otros, coloridos y brillantes. 

Repasando los discos y adelantando material, llegando el final se despacharon con una sorpresa al subir Gonzalo "Crudo" Villagra (ex bajista de Los Natas) a interpretar "Tormenta Mental" de Hawkwing, tema que ya hacía con su vieja banda, en la que Martín Rodríguez se hizo cargo de la voz. 

Promediando el final, con una temperatura que ya no tenía vestigios de la tormenta del dia, algunos calmaban la ansiedad del adiós con cervezas heladas de regalo. La banda se despidió del escenario y de a uno los cuerpos fueron descomprimiendo el lugar.