Herbie Hancock
El camaleón musical
Cronista: Fernando Canales | Fotos:
Beto Landoni
20 de Agosto, 2013
El increíble pianista y compositor se presentó en el Gran Rex y repasó todas sus facetas, acompañado por una banda de calidad premium.
Herbie Hancock, con sus muy bien llevados 73 años, tiene algo del famoso reptil que cambia de color según la ocasión; ya que durante su carrera supo adaptarse camaleónicamente a distintos géneros (hard bop, jazz, funk, soul, música electrónica) explotarlos, experimentarlos, y hacerlo realmente bien. Su estadía junto al quinteto de Miles Davis le dio un nombre, experiencia y una lección de vida, que nunca olvidó: "La música consiste en tocar el momento, no el pasado", decía el trompetista, y así es cómo el pianista la aplicó al pie de la letra...
Por eso cuando uno ve la inusual formación con la que Hancock se presenta en su cuarta visita al país, se da cuenta de que no para de innovar. Vinnie Colaiutta (baterista de Frank Zappa, Joni Mitchell, Sting y Jeff Beck, etc) toma el escenario y lanza una base asesina llena de feel, para que se sume James Genus -su apellido debería ser "Genius"- en bajo (Chick Corea, Branford Marsalis, Bill Evans, Daft Punk,etc.); tercero entra el maestro hindú Zakir Hussain (Ootro guiño a Davis, quien incorporó a su banda a Airto Moreira en los ‘70), en tablas, para configurar el groove envolvente de "Actual Proof". Herbie Hancock se une a la improvisación, cuando Genus se sumerge en su solo, tarareando cada nota; sabe lo que hace y su cara con la sonrisa tatuada, muestra que está disfrutando, y en otro planeta.
Hancock, mitad en español, mitad en inglés, hizo de maestro de ceremonias, presentó la banda (donde Colaiutta se robó todos los aplausos y aprovechó para gastarlo: "Creo que tenés algunos fans..."), y además explicó qué seguía en el setlist: "Vamos a hacer algo viejo y algo nuevo" -"Watermelon Man" y "Seventeen"- aclarando que este último "Es un tema escrito en 17/4, pero nosotros le sacamos un compás para poder groovear más...", aclaró mientras se ría.
La exploración sonora que propone el cuarteto es muy amplia, y Hancock está equipado para poder generar todos esos climas: Sintetizador, cuatro iPads, una iMac y un Keytar (un teclado usado como guitarra), y además un vocoder (fue el segundo en el mundo en grabar con uno) para robotizar su voz en "Come Running to me", donde HH toma el piano, se deja llevar por la armonía e improvisa a lo Old School, alejándose de cualquier chiche electrónico y logrando uno de los mejores momentos de la noche.
El que dejó a todos shockeados sin previo aviso, fue el percusionista Zakir Hussain, que con su solo de tablas, no sólo le dio musicalidad y melodía a un instrumento percusivo, sino que con su habilidad cantó fraseos al micrófono, para después doblarlos a la perfección en las tablas. Una experiencia indescriptible que hay que ver en vivo, no alcanza con youtube.
En el epílogo el cuarteto vuelve a demostrar su química arrasadora con el clásico "Cantaloupe Island", con la conexión sideral entre Hussain y Colaiutta, y un Hancock que vuelve a tomar el Keytar para revivir su lado más electrónico con "Rockit" y pegarle "Chameleon" de su grupo los HeadHunters, de su época dedicada al funk con grandes reminiscencias a Sly Stone. 100% Groove.
Va a pasar un tiempo hasta que el público pueda entender la dimensión del show que Herbie Hancock dio en el Gran Rex, bajo la atenta mirada de músicos locales como el Zorrito, Dante Spinetta, Luis Salinas y Javier Malosetti. No todos los días se puede ver un espectáculo de jazz con cuatro todo terreno como los que estuvieron en Corrientes 857.
Por eso cuando uno ve la inusual formación con la que Hancock se presenta en su cuarta visita al país, se da cuenta de que no para de innovar. Vinnie Colaiutta (baterista de Frank Zappa, Joni Mitchell, Sting y Jeff Beck, etc) toma el escenario y lanza una base asesina llena de feel, para que se sume James Genus -su apellido debería ser "Genius"- en bajo (Chick Corea, Branford Marsalis, Bill Evans, Daft Punk,etc.); tercero entra el maestro hindú Zakir Hussain (Ootro guiño a Davis, quien incorporó a su banda a Airto Moreira en los ‘70), en tablas, para configurar el groove envolvente de "Actual Proof". Herbie Hancock se une a la improvisación, cuando Genus se sumerge en su solo, tarareando cada nota; sabe lo que hace y su cara con la sonrisa tatuada, muestra que está disfrutando, y en otro planeta.
Hancock, mitad en español, mitad en inglés, hizo de maestro de ceremonias, presentó la banda (donde Colaiutta se robó todos los aplausos y aprovechó para gastarlo: "Creo que tenés algunos fans..."), y además explicó qué seguía en el setlist: "Vamos a hacer algo viejo y algo nuevo" -"Watermelon Man" y "Seventeen"- aclarando que este último "Es un tema escrito en 17/4, pero nosotros le sacamos un compás para poder groovear más...", aclaró mientras se ría.
La exploración sonora que propone el cuarteto es muy amplia, y Hancock está equipado para poder generar todos esos climas: Sintetizador, cuatro iPads, una iMac y un Keytar (un teclado usado como guitarra), y además un vocoder (fue el segundo en el mundo en grabar con uno) para robotizar su voz en "Come Running to me", donde HH toma el piano, se deja llevar por la armonía e improvisa a lo Old School, alejándose de cualquier chiche electrónico y logrando uno de los mejores momentos de la noche.
El que dejó a todos shockeados sin previo aviso, fue el percusionista Zakir Hussain, que con su solo de tablas, no sólo le dio musicalidad y melodía a un instrumento percusivo, sino que con su habilidad cantó fraseos al micrófono, para después doblarlos a la perfección en las tablas. Una experiencia indescriptible que hay que ver en vivo, no alcanza con youtube.
En el epílogo el cuarteto vuelve a demostrar su química arrasadora con el clásico "Cantaloupe Island", con la conexión sideral entre Hussain y Colaiutta, y un Hancock que vuelve a tomar el Keytar para revivir su lado más electrónico con "Rockit" y pegarle "Chameleon" de su grupo los HeadHunters, de su época dedicada al funk con grandes reminiscencias a Sly Stone. 100% Groove.
Va a pasar un tiempo hasta que el público pueda entender la dimensión del show que Herbie Hancock dio en el Gran Rex, bajo la atenta mirada de músicos locales como el Zorrito, Dante Spinetta, Luis Salinas y Javier Malosetti. No todos los días se puede ver un espectáculo de jazz con cuatro todo terreno como los que estuvieron en Corrientes 857.
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