Down
Jodidamente hostil
Cronista: Fernando Canales | Fotos:
Gentileza: Leandro Baglietto
11 de Abril, 2013
El súper-grupo volvió a llenar el Teatro de Flores, dando una demostración de entrega, potencia y lo que más los identifica: mucho Stoner y Sludge sureño.
Cuando se mira de frente la formación de Down, uno puede darse cuenta de que con esos músicos todo es un verdadero afano, y que alguien se pasó de vivo a la hora del pan y queso. Este súper-grupo de Nueva Orleans tiene en sus filas a Jimmy Bower (batería – Eyehategod), Pepper Keenan (guitarra- Corrosion of Conformity), Kirk Windstein (guitarra- Crowbar), Pat Bruders (bajo - Crowbar) y a Phil Anselmo (voz, ex-Pantera y mil bandas más) y con eso, está todo dicho. Estos cinco titanes que con más de 20 años de carrera, vienen tirando del carro con su propuesta pesada, que mezcla a Black Sabbath y a los Allman Brothers, llegan por segunda vez a la Argentina.
Tener a un frontman como Phil Anselmo –si no es el mejor de todos, pega en el palo- es una grandísima ventaja. El magnetismo animal que emana este líder (profesional del barullo), con su carisma, su humor, su violencia, su agite, y sus excesos, parece irreal. Por eso cuando el grupo interrumpe cortando el tema pop de Harry Nilson llamado justamente “Down”, imponiendo el riff stoner de “Hail the Leaf”, la presencia inmensa de esos cinco egos, llenos de confianza, se hace notar.
Porque Down te aplasta con sus afinaciones subterráneas –algunas prohibidas por la escala Richter- y con el alto muro lleno de groove que forman Bower y Bruders; mientras el héroe Keenan se encarga de “Lifer”, canción dedicada a Dimebag Darrell (ex guitarrista de Pantera asesinado en vivo), y si el que la interpreta es su ex compañero Phil, el retorcijón en la garganta y en el pecho, es inevitable, hasta para el metalero más reacio y duro.
Después de presentar “Witchtripper” un tema nuevo de su último lanzamiento Down IV Part I – The Purple EP, Anselmo hace una perfecta descripción de “Open Coffins” “Esta es como nos gusta a nosotros, slow and fucking heavy”, llevando a todos los rincones más oscuros de Down. La densidad de composiciones como, “Losing All”, “Ghosts Along the Mississippi” y “New Orleans Is a Dying Whore”, con la voz cavernosa y gutural de Phil, que a esta altura ya es capaz de bajar, pelearse con todo el Teatro de Flores y ganar, mantiene a todos en trance, compenetrados en el headbanging, o en descontrolado mosh.
Como si todo esto fuera poco, Keenan empieza a tocar el estribillo de “Walk”, himno atemporal de Pantera. La gente recuerda en su inconsciente el show de 1998 en Parque Sarmiento; y después, la estocada final de Anselmo con sus palabras: “Yo amo Pantera…extraño Pantera”. Sabiendo que esa reunión no va a ser posible, el público rememora a “Dime” en un canto de guerra. Los de New Orleans terminan su avasallante presentación con “Swan Song”, “Stone the Crow” y la garantizada “Bury me in smoke” en la que los plomos fueron reemplazando a los músicos para terminar zapando, mientras Down saludaba a su audiencia.
Phil Anselmo terminó cantando solo la última línea de “Starway to Heaven” de Led Zeppelin, dando pruebas, una vez más, de su impenetrable e inmortal entrega, mientras que Down volvió a confirmar su supremacía. Si vas a verlos, sabé que hay cinco tipos que van querer arrollarte…siempre.
Tener a un frontman como Phil Anselmo –si no es el mejor de todos, pega en el palo- es una grandísima ventaja. El magnetismo animal que emana este líder (profesional del barullo), con su carisma, su humor, su violencia, su agite, y sus excesos, parece irreal. Por eso cuando el grupo interrumpe cortando el tema pop de Harry Nilson llamado justamente “Down”, imponiendo el riff stoner de “Hail the Leaf”, la presencia inmensa de esos cinco egos, llenos de confianza, se hace notar.
Porque Down te aplasta con sus afinaciones subterráneas –algunas prohibidas por la escala Richter- y con el alto muro lleno de groove que forman Bower y Bruders; mientras el héroe Keenan se encarga de “Lifer”, canción dedicada a Dimebag Darrell (ex guitarrista de Pantera asesinado en vivo), y si el que la interpreta es su ex compañero Phil, el retorcijón en la garganta y en el pecho, es inevitable, hasta para el metalero más reacio y duro.
Después de presentar “Witchtripper” un tema nuevo de su último lanzamiento Down IV Part I – The Purple EP, Anselmo hace una perfecta descripción de “Open Coffins” “Esta es como nos gusta a nosotros, slow and fucking heavy”, llevando a todos los rincones más oscuros de Down. La densidad de composiciones como, “Losing All”, “Ghosts Along the Mississippi” y “New Orleans Is a Dying Whore”, con la voz cavernosa y gutural de Phil, que a esta altura ya es capaz de bajar, pelearse con todo el Teatro de Flores y ganar, mantiene a todos en trance, compenetrados en el headbanging, o en descontrolado mosh.
Como si todo esto fuera poco, Keenan empieza a tocar el estribillo de “Walk”, himno atemporal de Pantera. La gente recuerda en su inconsciente el show de 1998 en Parque Sarmiento; y después, la estocada final de Anselmo con sus palabras: “Yo amo Pantera…extraño Pantera”. Sabiendo que esa reunión no va a ser posible, el público rememora a “Dime” en un canto de guerra. Los de New Orleans terminan su avasallante presentación con “Swan Song”, “Stone the Crow” y la garantizada “Bury me in smoke” en la que los plomos fueron reemplazando a los músicos para terminar zapando, mientras Down saludaba a su audiencia.
Phil Anselmo terminó cantando solo la última línea de “Starway to Heaven” de Led Zeppelin, dando pruebas, una vez más, de su impenetrable e inmortal entrega, mientras que Down volvió a confirmar su supremacía. Si vas a verlos, sabé que hay cinco tipos que van querer arrollarte…siempre.
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