Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Charly Garcia

Este es el aguante, bajo lluvia

Cronista: Gentileza: Lautaro Guido Pavía | Fotos: Beto Landoni

23 de Octubre, 2009

Este es el aguante, bajo lluvia

En un clima que no ayudó para nada, Charly García, volvió a los escenarios luego de más de un año sin tocar en vivo. Aunque hubo problemas de sonido y organizativos, la banda sonó muy bien pero lo principal fue el cambio personal que mostró el bigote bicolor.

Un recital de estas características deja muchas cosas en el tintero. Como me encuentro cerca del Estadio de Vélez Sarfield, tuve la suerte de poder prepararme bastante bien, ya que era obvio que durante todo el concierto iba a llover de lo lindo. Yo era, y soy, uno de los tantos fanáticos del bigote bicolor que no están de acuerdo con toda la campaña de marketing de “vuelve el más grande” ni tampoco con que haya tocado en un estadio de fútbol cuando todavía está recuperándose.

Originalmente pautado para las 21, el recital de la gira “Tengo que volverte a ver” empezó 21:40 con el tema originalmente compuesto para la sinfonía “Pasión” de 1999, estamos hablando de “El amor espera”. Desde este primer tema el sonido tuvo el inconveniente de que el bombo de la batería retumbaba, lo que se iría corrigiendo con el correr del concierto. Pasó “Rap del exilio” y luego, con su arreglo original, brilló “No soy un extraño”. Con “Cerca de la revolución” al público pareció no importarle demasiado la lluvia y se encendió con este clásico de Piano Bar. En esta canción se lo notó a García forzando demasiado la voz.

Luego de “Chipi Chipi” y la gastadísima “Fanky”, llegó otro tema de Piano Bar, “No te animás a despegar”, que se pudo disfrutar enormemente porque hacía mucho tiempo que no la interpretaba con su arreglo original. El tiempo tranquilo de la canción hizo que Charly empezara a cantar más serenamente, pudiendo disfrutar por momentos de su registro original, pese a tener la voz muy estropeada. Mientras la banda interpretaba “Adela en el Caroussell”, se pudieron observar proyecciones de carrouselles y demás figuras alegóricas de la canción. Hilda Lizarazu respaldó muy bien en este caso al ex líder de Serú Girán en las partes exigentes y complicadas de la canción, que terminó con un excelente solo del Negro García López.

La última presentación conjunta de Charly García y Luis Alberto Spinetta había sido en el programa de Pepe Eliaschev “Cable a Tierra”, el 9 de octubre de 1985, tocando “Rezo por vos”, por lo cual 24 años después se produjo el esperado reencuentro de los dos músicos más importantes del rock nacional interpretando esa misma canción, que compusieron juntos. Lo negativo fue que como las pantallas de los costados del escenario se habían retirado por la lluvia, casi que hubo que adivinar lo que sucedía arriba del escenario, más allá de poder escuchar por momentos la voz de Spinetta. Desde antes de empezar con esta gira-regreso a los escenarios, García había dicho que iban a respetar los arreglos originales de las canciones y eso se pudo divisar en todas ellas.

Una de las cuestiones más polémicas fue la ridícula y excesiva división por la mitad que se hizo del campo. Mientras la parte de adelante costaba  $ 250, la parte de atrás $ 120. El campo para ver a AC/DC está $ 220, sin divisiones. En el recital de García, al costado izquierdo del escenario, había dos parlantes de los llamados “line array”, y al costado derecho también, dos line array más.

El sonido para la parte trasera fue bastante pobre. Atrás del mangrullo que estaba en la mitad del campo, había sólo un line array para el sector "Say no more" (de $ 120), es decir, muy poco para la cantidad de gente que se encontraba en esa parte. En un momento pude acceder al campo vip Piano Bar, y la diferencia con el de atrás era notable. El sonido estuvo organizado sólo para que escuchara bien en el campo de adelante y también en las plateas de los costados de la parte de adelante. Deberían haber puesto dos line array en la parte trasera del campo “Say no more” (como hizo Roger Waters en su última visita), porque el sonido no llegaba con mucha nitidez. Otro error de primer grado fue ubicar la única pantalla atrás del mangrullo al nivel del piso, es decir, que la gente de adelante tapaba la misma.

“Llorando en el espejo”, “Raros peinados nuevos”, “Pasajera en trance“ y “Me siento mucho mejor“ fueron todos clásicos que prácticamente sonaron solos debido al muy buen ensamble que resulta el trío de chilenos que García tiene desde mediados del 2002 (Kiuge Hayashida, Carlos González Vázquez y Toño Silva Peña) con el agregado de tres ex enfermeros, Hilda Lizarazu, Fabián Von Quintiero y el mejor guitarrista que ha tenido en su carrera solista, el Negro García López, que claramente sigue haciendo la diferencia.

Muchos llaman a este recital épico, histórico, conmovedor, etcétera, pero en ese caso, esos adjetivos pueden ser atribuidos sólo gracias a la gente -que en gran parte se quedó hasta el último tema-; al contexto -la lluvia ayudó en gran medida como condimento y hubo al menos cuatro rayos que iluminaron todo Vélez-; pero realmente no sentí lo mismo desde el escenario. Como ejemplo contrastante, se puede dar la presentación de Charly en el “Quilmes Rock 2” en el estadio de Ferro, el  17 de octubre del 2004. Dicho recital venía siendo normal, hasta que la lluvia a mitad del mismo sacó lo mejor de García, quien terminó parado en el piano que se encontraba al final de la pasarela desafiando de verdad a la lluvia y dando muestras de verdadera actitud rockera.

Todo esto no quiere decir que el recital de Vélez haya sido malo ni mucho menos, nada de eso. Musicalmente fue bueno, pero para mi punto de vista no hay mucho más para destacar que el respeto que se le dieron a las canciones interpretándolas en sus versiones originales y que la banda sonó muy bien.  Sin embargo se nota que a Charly le falta mucho todavía, recién está empezando a recuperarse, y toda recuperación es lenta, y eso se notó en que no descolló en el piano ni nada parecido. Creo que toda la parafernalia que se construyó alrededor de “Vuelve el más grande” no lo ayudó y que tendría que haber hecho tres Gran Rex, o en su defecto varios Obras. Es decir, empezar de a poco.

Como dije antes, pude prepararme bastante para soportar la lluvia y el frío, pero hubo mucha gente que fue a las 19:30 sólo con remera y pantalón corto. Y en todo el concierto es sumamente normal que la gente estuviera pensando más en soportar la lluvia y el frío que en disfrutar de un recital que podría ser histórico, épico o como le quieran llamar.

El mismo Charly había dicho que en una nota publicada en La Nación del mismo viernes 23, que quería que este recital-regreso “sea como el show de Ferro del 82”. Debido a la lluvia se tuvo que suspender la puesta de Pichón Baldinú. Entonces, si no se pudo ofrecer la tan promocionada puesta, si la lluvia torrencial hacía que la gente no pudiera disfrutar correctamente de un show: ¿era necesario hacerlo sí o sí? No se hubiera podido hacer justo el 23, día de su cumpleaños... supongo que nadie hubiera sufrido mucho porque se suspendiese el recital como tendría que haber pasado.

Luego de “No voy en tren” vinieron los bises de la mano de “Deberías saber por qué”, “Hablando a tu corazón”, “Rock and roll, Yo”, “No me dejan salir”, “No toquen” y “No se va a llamar mi amor”.

Sin lugar a dudas que el estadio de Vélez no estuvo repleto, por lo que resulta falsa la cantidad de público que dieron a conocer la mayoría de los medios. Se notó que en el campo de adelante faltó bastante gente. En total deben haber asistido algo así como 30.000 personas. Cabe señalar también que resulta chistoso que la organización adujera la inasistencia de mucha gente a una placa roja de Crónica TV diciendo que el recital se había suspendido, cuando por lo menos tres canales de noticias estaban al mismo tiempo diciendo que el recital se hacía.

De todos modos, más allá de los problemas de sonido, la lluvia torrencial y el frío, lo más importante es el cambio que parece haber iniciado finalmente Charly con esta recuperación que parece ser la definitiva y la más seria. Parece que empezó a cambiar la actitud y volver a preocuparse sólo por la música como vimos que sucedía desde 1995 para atrás. Aclaro que quién escribe esto es fanático de García, que posee un gran  número de piratas, pero que como gran cantidad de gente, por mera cuestión de edad, tuvo que vivir de lleno su época de menor calidad, es decir, su etapa “ Say No More”.

Siempre que observo y analizo el Unplugged para la MTV compruebo con más certeza mi hipótesis en cuanto al fin de una era en la carrera musical de Charly. El Unplugged que grabó el 4 de mayo de 1995 fue la despedida de su etapa clásica y más célebre, de una manera de tocar el piano y de cantar. El Unplugged fue la despedida del Charly clásico, para dar lugar al de “Say No More”. Esperemos que este recital sea la bienvenida a aquel Charly clásico del cuál todos nos maravillamos por las históricas canciones que componía y por la manera de interpretarlas.

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