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Kreator

Una lección en violencia

Cronista: Fernando Canales | Fotos: Gentileza: Leandro Ciaffone

20 de Octubre, 2009

Una lección en violencia

Las bandas de thrash Exodus y Kreator se presentaron juntas por primera vez en la Argentina en The End, lugar que les quedó realmente chico, para presentar sus nuevos trabajos.

Así como los Aliados desembarcaron el 6 de junio de 1944 en Normandía,  el 20 de octubre de 2009 la “alianza” Exodus-Kreator arribó a la Argentina, en un nuevo día D, con un sólo fin: conquistarla. Pero esta vez el arma elegida para lograr su propósito, no fueron ni balas ni granadas, sino algo quizás peor: un demente thrash metal.

Ambas bandas tienen un lugar ganado dentro del metal, acuñando el género y figuras, como es el caso de Kirk Hammett, que comenzó su carrera en Exodus para seguirla hoy en Metallica. Si el thrash fuese hoy una institución, Slayer, Megadeth y el ya nombrado Metallica serían los presidentes, mientras que estas dos agrupaciones, ocuparían seguramente un lugar en la vicepresidencia.

Con un calor sofocante a las 20:45 los californianos de Exodus con Bob Dukes en voz, Gary Holt y Lee Altus en guitarra, Jack Gibson en batería y Tom Hunting en bajo, dieron el primer cross a la mandíbula del público con “Bonded by blood.” Las muñecas de Holt y Altus iniciaron el riff de “Fabulous Disaster” desafiando la tendinitis, mientras Gibson ametrallaba el doble bombo con sus pies. Pero no hay dudas de que el alma máter del grupo es Dukes. Una mezcla de Jack Black con James Hetfield tanto por lo físico como por la violencia de sus interpretaciones. “¿Cuánta gente acá en la Argentina es de la vieja escuela? Porque tenemos una lección para darles” y “A lesson in violence” desató un colapso de gente en un abismal pit mosh.

No sólo la voz de Dukes y la potencia de la banda, que a veces suena desprolija por el exceso de revoluciones y adrenalina, mantienen en el aire un clima de brutalidad contenida: la constante arenga del vocalista en su función de “director de orquesta” con el público es fundamental. Con su dedo dibuja un circulo pidiendo mosh, sube y baja la palma exigiendo que salten y divide la gente en dos pidiendo literalmente que “mate” a quien tiene en frente. Y la gente responde, mientras una catarata de temas crudísimos como “Deathamphetamine” del disco Shovel Headed Kill Machine y los ya legendarios “Piranha” y” The Toxic Waltz” suenan sin parar.

Una rareza se produjo con la interpretación instrumental por parte de la banda del argentinísimo “ole, ole, ole, ole” que tuvo como respuesta instantánea un forzado e ajustadísimo “ole, ole, ole, ole, Exo-o-odus”, desafiando la métrica y demostrando que los estadounidenses poco saben de fonética castellana. Pero esto sirvió como impasse al descontrol desplegado por el repaso de sus clásicos y de su nuevo disco “Let there be blood”. El epílogo se transformó en “Strike of  the beast”, con Dukes escupiendo las frases cara a cara al público después de bajar al vallado. Saludo final (“you are todos locos”) y pase a Kreator.

A las 22:45 Kreator reclutó a los soldados que quedaron vivos en el campo de batalla después de Exodus y los alistó para levantar la bandera del odio (como explica una de sus canciones insignias). Una pantalla proyectaba el video del primer single que le da nombre a la nueva placa “Hordes of chaos”y los alemanes oriundos de Essen, desataron la furia con el grito de un estribillo que desgarra la garganta.

Después de varias formaciones y actualmente con Mille Petrozza en voz y guitarra, Jürgen Reil en batería, Sami Yli-Sirniö en guitarra y Christian Giesler en bajo, el grupo continuó con su salvaje metal, lleno de líricas extremamente políticas y violentas, que provocaban headbangings y que la gente de desviva en cada ronda formada. 

Las presentaciones de Petrozza antes de cada tema realmente asustan al igual que las imágenes proyectadas en el tema “Voices of the dead”. “El otro día un periodista me preguntó si yo realmente sentía el mensaje que doy sobre el placer de matar, y le dije que no, que era todo una farsa. Yo soy todo amor y paz…” Y con honestidad brutal Petrozza sentenció. “¿Saben que Argentina? le mentía a este hijo de puta”, y el clásico “Pleasure to kill” hizo explotar The End.

Desafiando las creencias religiosas de los allí presentes “Enemy of God” confirmó la formula que nunca le falló a Kreator: velocidad + claridad + temas cantados desde el alma masticando odio. El resultado es una limpieza y pulcritud en la ejecución envidiables, lo cual es algo muy difícil de lograr en un género tan acelerado.

Después de que el vocalista tomase una bandera, la gente sin ser adivina comprendió que se acercaba el final con “Flag of Hate” y así dio sus últimas energías después de tres horas de batalla épica contra estos dos gigantes del thrash. “Tormentor”, como ya es una costumbre, dio cierre a una noche simplemente…descomunal.

Por primera vez Exodus y Kreator se juntaron en esta aventura y desataron un maratónico vendaval de thrash en todo Sudamérica. Si el objetivo era conquistar el continente partiendo cabezas, quédense tranquilos que lo lograron.

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