Quiero morir tocando ska

¿Ska jamaiquino o ska inglés? Esa cuestión que siempre se origina cuando se habla de este género anterior al reggae de Marley, tuvo el pasado viernes en El Teatro de Colegiales una respuesta perfecta: ¡los dos! Y ahora sumamos un tercer componente, el ska argentino, de la mano de Dancing Mood. La banda liderada por Hugo Lobo se dio un placer de los grandes al tocar junto a las cantantes de dos de las bandas más representativas de aquellas variantes del género en cuestión: The Skatalites y The Selecter respectivamente.

La primera en subir a las tablas fue Pauline Black, cantante de The Selecter, banda precursora del fenómeno “Two Tone” nacido a fines de los años ´70 junto a The Specials o Madness. La estética de los rude boys (seguidores del género) tuvo aquí su momento cuando en la segunda mitad de la década siguiente Los Fabulosos Cadillacs y Los Intocables trasladaron la movida no solo a través de la música sino también a partir de la vestimenta.

Vestida de traje, bien a lo rude girl, la cantante nacida en Jamaica (pero pulida en Inglaterra) cautivó con su presencia y con la potencia de su banda al público presente en un Teatro a medio llenar (cosa que no cambiaría a lo largo de la jornada). Todos los clásicos de The Selecter se fueron sucediendo y así los coros de “Carry go bring home” fueron cantados con mucho fervor por todos los presentes antes, durante y después del tema. Grandes canciones como “Celebrate the bullet”, “Out on the street” o “Murder”, también fueron muy celebradas por un público que se mostraba muy fervoroso y apasionado de cada tema que sonaba. Obviamente el baile era casi obligado y todos aprovechaban el espacio para no dejar de moverse un instante.

Tampoco dejaba de moverse Pauline, completando un set muy prolijo y con un correcto sonido (algo que no iba a suceder en los shows siguientes), que terminaría con dos canciones que denotaron un cierto aire Cadillac soplando en el ambiente (siempre estos mencionaron a The Selecter como una de sus bandas preferidas en sus comienzos): “Too much pressure” (cuyo nombre inspira al clásico fabuloso “Demasiada presión”) y “ My Collie (Not a dog)”, con versos de “The tide is high” de Blondie, otro tema que se colaba varias veces en vivo entre los acordes de “Calaveras y diablitos”.

Muy festejada fue la actuación de Pauline Black, quien visitaba el país por primera vez, y eso habrá hecho conmocionar a varios seguidores del género que nunca la habían podido ver en vivo.

Se pobló de vientos el escenario, y era tiempo de que Dancing Mood hiciera bailar a todos a partir de su imponente interpretación de viejos clásicos de múltiples géneros musicales, todos en clave jamaiquina. Comandados por Hugo Lobo, con grandes solos que van desde la trompeta al xilofón, pasando por la flauta traversa o la percusión (algunos no pudieron ser apreciados en su plenitud debido a ciertos desajustes en el sonido), los músicos regalaron las ricas melodías de canciones de jazz como “Take five” de Dave Brubeck Quartet.

Los saxos como siempre resaltaron a partir del virtuosismo de Sergio Colombo y Rubén Mederson, y fue inevitable el homenaje a The Skatalites con la deliciosa “You´re so dellightfull”.  Cuando subió al escenario Pablo Lescano de Damas Gratis, también realizó un solo con su pianoleta y no desentonó ni un poco en la formación. Una extensa versión de “Police woman” provocó el estallido abajo del escenario y Hugo Lobo se mostró agraciado y contento por lo que seguiría.

Muy aplaudida por todos (ya visitó el país varias veces), entró en escena Doreen Shaffer, cantante de los legendarios The Skatalites, y su deliciosa voz nos remitió a viejos clásicos de reggae y ska. Junto a ella, los muchachos de Dancing Mood disfrutaron al máximo compartir las canciones, y el “ole, ole, ole, doreen, doreen” se repitió constantemente entre tema y tema.

Se escucharon canciones como “Sugar, sugar”, “Adorable you”, o “Can´t you see”, y Doreen se limitó a cantar, agradecer y nombrar cada canción que estaba por comenzar, y eso le bastó para continuar ganándose el afecto de los presentes. La joyita “Don´t say away” resulta bastante familiarizada con el público nacional del género, ya que Mimi Maura incluyó una versión del tema en su disco debut del año 1999.

Para el final quedó “You wondering now”, el clásico que Los Fabulosos Cadillacs (otra vez) supieron introducir en los oídos de sus fans, tanto en sus primeros show de 1985, como en la primera mitad de la década del ´90 (pero con una versión más cercana a la que hacía The Specials).

Promediando el show de Dancing Mood, Hugo Lobo agradeció a todos los concurrentes por apoyar a un género que en nuestro país tuvo varios grupos adeptos, y el propio trompetista se encargó de reconocer a varios de ellos, aclarando que pese a ciertas divisiones, esa noche estaban todos juntos disfrutando de lo mismo: Los Fabulosos Cadillacs, Los Intocables (uno de ellos subió a bailar un tema), Los Oxidados, Dulces Diablitos y Papas Ni Pidamos, estos dos últimos pertenecientes a la movida actual. La fiesta terminó por completarse, y fanáticos del género de todos los tiempos pudieron disfrutar de diferentes expresiones del mismo en tres shows que cumplieron con las expectativas.

Mucho ska, algo de reggae, con dos grandes cantantes de bandas que marcaron su época dentro del género jamaiquino, y que tuvieron en Dancing Mood una compañía ideal para celebrar una noche a puro baile y nostalgia.