Fuerza charrúa

Es cierto que el rock uruguayo viene creciendo cada vez más de este lado del Río de la Plata, y el grupo liderado por Emiliano Brancciari es prueba fehaciente de ello. Desde sus primeros pasos, allá por el 2003, en locales como Cemento, hasta la noche del jueves en el mítico Estadio Luna Park, los uruguayos no pararon de crecer y recolectar seguidores en la escena del rock local.

Cerca de las 21.20, el escenario encendió sus luces para dar lugar a Socio, la banda soporte, también de origen oriental y comandada por Federico Lima. Media hora después, y con un público ya impaciente, Emi Brancciari, Guzmán Silveira, Japo Castex, Marcel Curuchet, Mauri Ortiz, Denis Ramos, Martín Gil y Diego Bartaburu subieron a escena. Con una impecable iluminación, se pudo apreciar toda la escenografía basada en el diseño de los personajes del video clip de “Poco”, incrustados en la pared de fondo del Luna. Las primeras estrofas que se delinearon fueron las de “Al Vacío”, y miles de seguidores de la banda hicieron estallar el estadio. “Más mejor”, “Te quiero más” y “La única voz”, del disco “Este fuerte viento que sopla”, (2002) fueron los temas que siguieron. Luego llegó el turno de la triste “Vivir muriendo”, para luego levantar los ánimos con el reggae positivo “No hay dolor”.

Primer corte del set, para escuchar las palabras de Emiliano, que se notaba contento de haber llegado a ese lugar. Además, adelantó que en julio la banda tiene planes de comenzar a grabar el nuevo disco, del cual, para sorpresa de todos, tocaron una canción, “Niño (tu lugar)”.

El primer invitado de la noche fue Marcelo Fernández, guitarrista de Buenos Muchachos –banda charrúa, de más está decirlo-, quien acompañó con sus cuerdas en el mix de “Cosa linda” y “Dejame Bailar”, rememorando así, el primer disco de la banda, “Solo de noche” (1999).

También se escucharon temas de la última placa, como “En la cara” (donde se notó la potencia del bajo de Guzmán), “No lo ves”, “El oficial” (donde se vio a Denis rapeando, acompañado por Federico Lima y Marcelo Fernández), “Fuera de control” (con la aparición de Pablo Silvera, de Once Tiros) y “Pensar”, que hizo poguear hasta al que no quería. 

Los momentos más tranquilos y también más románticos se vivieron, como siempre, con las infaltables “Clara” y “No necesito nada”, en las que el público se apoderó de la letra, y taparon la voz del cantante de NTVG. Tras la finalización de algunos temas, la gente coreaba canciones de otras bandas uruguayas que ya son clásicos, como “Zafar” (de La Vela Puerca) y “Maldición” (de Once Tiros).

Cerca de la medianoche, de la guitarra de Brancciari salieron los primeros acordes de “No era cierto”, con la que, por tradición, la banda se despide del escenario. Tras una pausa, los uruguayos volvieron a subir al escenario, y esta vez sí, dijeron adiós con la seguidilla "Voy", "Mucho más feliz" y "Te voy a llevar".

Pogo, romanticismo, denuncia, pero ante todo, mucho rock. Eso fue lo que se vivió el jueves pasado en el Luna con estos uruguayos que están completamente consagrados en la escena local.