Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Marea

Contracorriente

Cronista: Gentileza: Emiliano Bezus Espinosa | Fotos: Beto Landoni

18 de Noviembre, 2007

Contracorriente

En el marco de su gira sudamericana, y luego de participar en el festival de La Renga, la banda española Marea demolió el pasado domingo el escenario de la afrancesada Trastienda.

Una vez más La Renga no se equivocó. Invitó a tocar a sus amigos españoles y estos les respondieron con creces. Pasados 35 minutos de las nueve de la noche del último domingo, las luces de una casi completa Trastienda se apagaron. “Mareeeeea, Mareeeeea” gritó el publico. Los escapes de una moto sonaron detrás del telón, endemoniados y prestos a comerse el asfalto porteño. El escenario quedó al desnudo, sin ningún vehículo al aire, salvo, claro, un motor conformado por cinco rockeros de pura cepa.

Kutxi Romero, cantante, con más de cien kilos encima y vestido como un malevo de algún cuento de Borges (traje negro sin corbata, camisa blanca y sombrero de ala corta), entonó las primeras estrofas de “Entre hormigones”. Los tambores de Alén Ayerdi reventaron con sumo placer los oídos de todos los presentes. Veinte minutos aplanadores y tres canciones más, “Petenera”, “Con la camisa rota” y “Duerme conmigo”.

“¡No sabemos adonde vamos, pero sí de donde venimos!” gritó, como un vikingo a punto de atacar, la voz de la banda; y luego de las palmas, le dio el pase al Maestro Kolibrí Díaz y su endiablada guitarra.

Capítulo aparte para Eduardo Beaumont, bajista o como lo presentó Kutxi: “El mejor cantante de rock ´n´ roll del mundo: ¡El Piñas!”. Es que, durante las dos horas y media de show, Beaumont anduvo corriendo de un extremo al otro, saltando, subiendo a la tarima de la batería y poniéndole la voz a tres temas. Cesar Ramallo, segundo y prolijo guitarrista, declaró sus principios al portar una remera de Motorhead.

“Hay algunos artistas que se olvidan que nosotros estamos aquí por ustedes y no ustedes por nosotros”, bramó el vocalista y todos le respondieron con aplausos y gritos. Entre tanto, el conjunto se permitió versionar a Joan Manuel Serrat, cuando potentemente entonó “Señora”. También Romero recitó unas estrofas como si hubiera estado en un tablao gitano, al comienzo de “A caballo”.

Veinticinco canciones decía la lista, pero hubo más. El Piñas invitó a un amigo y el Tete (quien vio todo desde el primer piso) se calzó el bajo para “Como los trileros”. Luces fuera y se terminó la función. Pero no, hubo más. “¡Marea no se, no se va, Marea no se va!”, pidió el público. “¿Así que queréis más?”, respondió el carismático frontman, para luego hacer desfilar por el escenario a todos los que conforman la familia de Marea; desde los músicos, pasando por los plomos, el prensa y el sonidista, entre otros. Hubo una canción más y fin de la velada.

Demoledor fue el concierto de Marea. Un sonido impecable, instrumentos precisos y show especial para Kutxi y El Piñas. Máquinas del hard rock, los españoles pisaron a fondo en la pista porteña. Y por suerte vuelven en Abril, así que la segunda vuelta está garantizada.

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