Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Velvet Revolver

Libertad condicionada

Cronista: Gentileza: Bruno Lazzaro | Fotos: Beto Landoni

16 de Abril, 2007

Libertad condicionada

Velvet Revolver salió de gira antes de la edición de su segundo álbum Libertad. Llegó al Quilmes junto a Aerosmith y repitió el mismo show en Obras con algunos agregados. La magia del mítico estadio los devolvió al público. Una noche de esas que no se olvidan.

Si dentro de tantas bandas recicladas, y de otras que todavía siguen haciendo de su estilo una marca añeja, hay una que todavía conserva la esencia del rock esa es Velvet Revolver. Pese a que los excesos de los 80 y los 90 parecen haber quedado de lado, la mística de sus protagonistas todavía sigue siendo redituable en una escena repetida y adulterada.   Es verdad que sus temas no representan un lujo para los amantes del rock, pero la claridad en la que se sumergen en cada una de sus canciones (pequeñas dosis de sus anteriores bandas: Stone Temple Pilots y Guns and Roses), los pone al frente de las superbandas formadas a fines de los 90 y principios de esta década.   El mejunje de remeras de los fans que se apostaron a disfrutar de su show en Obras habló por sí solo. Velvet Revolver, en realidad las figuras personales que lo integran, tiene la capacidad de unir a un público tan dispar como común. La presencia del Ruso Verea, Andrés Giménez, Julio Breshnev (Vetamadre) y Alejandro Kurz, resume lo antes mencionado.   Luego de su presentación en el Quilmes Rock, la banda se quedó un día más en el país para hacer una presentación individual. “Sold out”, gritó Scott Weiland a mitad del show. Es que el ex cantante de Stone Temple Pilots no podía creer la pasión del público argento. Algo que Slash, Matt Sorum y el falso Bowie, Duff Mc Kagan, ya conocían de su paso como integrantes de Guns and Roses. Pese a ser vendido para las 20, los estéticos Velvet Revolver no aparecieron hasta las 21.20, devolviendo al rock a su lugar más común, el de lo incierto. Cuando las luces se apagaron la avalancha generalizada se estampó contra el vallado. Y el “olé , ole, olé..Velvet”, se hizo canción en la voz de Weiland.   Teniendo en cuenta que la banda solo cuenta con un solo material, “Contraband”, y otro próximo a salir, “Libertad”, la lista de temas era bastante previsible. Gran parte de su debut y dos temas de su futura placa. También se sabía que recurrirían a algunos temas de sus bandas anteriores, y ahí estuvo la sorpresa. Ya que no hicieron los clásicos de Mtv sino que se despacharon con temas emblema para la gente como “Its So Easy” y “Mr Brownstone” (de Guns and Roses) y “Crackerman” y “Sex Type Thing” (de STP).   Todas canciones que habían realizado en su show del Quilmas Rock. Pero la diferencia principal se basó en lo bien lograda que sonó el cover de la noche: “Wish you were here”. Nada que ver con la apagada versión del día anterior.   Los pequeños nuevos clásicos de la banda se hicieron esperar, pero al final sonaron. Y cómo. “Fall to pieces”, “Set me free” y “Slither”. Megáfono en mano, Weiland exhibió su cadavérica figura, luego de sacarse su trajecito de marinero pervertido, mediante saltos, giros y poses de rock star. Un frontman excepcional secundado por otros pesos pesados como Slash, quien exhibió lo mejor de su repertorio y se lo vio contento, Mc Kagan, exultado, Sorum, muy potente, y Kushner, que supo situarse bien en su lugar de menos vitoreado.     Una noche necesaria para terminar de definir las corrientes rock que predominarán en la próxima década. Una banda espectacular que ofreció lo mejor en un show compacto. Viejas glorias que todavía forman parte del futuro. Lo mejor…parece estar por llegar.  
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