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Treinta años de Pier: mucho más que sacrificio y rock’an’roll

La banda liderada por los hermanos Agustín y Ramiro Cerezo celebra 30 años de carrera: gira y reversiones de sus clásicos algunas de las novedades.

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Tras la gran celebración por las tres décadas de historia de Pier, hablamos con su guitarrista Agustín Cerezo. Bajo el nombre de “30 años Tour”, este recorrido histórico arrancó en la provincia de Córdoba en el mes de junio, y termina en Uruguay en diciembre de este año. 

Para coronar esta ocasión especial, los hermanos Cerezo, regrabaron dos de sus clásicas canciones, junto a una reversión de una canción emblemática del rock nacional, todos en colaboración con destacados músicos del rock vernáculo.

Treinta años es mucho tiempo para todo: para estar en pareja, para un mismo trabajo, e incluso para mantener una banda de rock. ¿Influyó mucho para esto último el hecho de que sean familia?

―Claramente, es mucho tiempo y, como cualquier relación de tantos años, tiene sus vaivenes. El lazo sanguíneo y la confianza de haber crecido y vivido juntos durante muchos años y luego coincidir un mismo proyecto, a veces es algo beneficioso y otras veces es perjudicial, porque esa confianza puede hacer que todo -a priori- sea más entendible para ambos pero, a la vez, los desacuerdos se pueden tornar más intensos. A la larga, creo que al seguir estando en el ruedo y generando contenidos musicales hace que, de alguna forma u otra, el balance sea positivo.   

―¿Cómo recuerdan el momento que se dieron cuenta que Pier iba creciendo como banda?

―Todo se fue dando de a poco, que se yo. Empezamos a tocar en los bares, de ahí pasamos a lugares más grandes del under porque nos venía a ver más gente, llegamos a Cemento, y luego a Obras. Creo que todo sucedió como consecuencia de todo ese trabajo que veníamos haciendo durante 10 años: empezamos a tocar en todo el país y la banda se estableció en un lugar de mayor exposición; de hecho, nuestras canciones empezaron a trascender incluso más allá de las fronteras de nuestro público.

―En estos 30 años, ¿existe un ‘Top 3’ de momentos históricos de la banda?

―Poder cumplir y festejar 30 años de carrera ininterrumpidos está en el top 3, claramente. O sea que, la situación actual nos llena de orgullo y satisfacción; quizás, otras dos situaciones importantes fueron el llegar a tocar en Obras la primera vez que lo hicimos y, luego, cuando se abrieron las fronteras de la ciudad de Buenos Aires y Pier se hizo reconocido a nivel nacional. De todos modos, estoy seguro que en tantos años hay muchas más.

―Hoy deben tomar a risa la época en donde se los comparaba con Los Redondos, pero también le pasó a La Beriso el hecho de ser comparados con Callejeros y a los Ratones Paranoicos con Los Stones. ¿Por qué crees que, en Argentina, pasa esto cuando vemos que alguien triunfa?  

―Y… esa es una particularidad que se da acá. Creo que se da solo acá, no lo sé a ciencia cierta, pero me da la sensación que es un deporte nacional poner palos en la rueda o tirar para abajo y no dejar crecer las cosas que van surgiendo. Pasa en todos los ámbitos, no se salva nadie, en líneas generales, obvio; pero cuando lo que surge o la nueva tendencia se vuelve incontrolable, ahí todos se suben al barco como si nada hubiera pasado antes. La verdad es que esa es una conducta bastante decadente y errante que se da. Siempre está la gente, que no es toda, que se adueña de cosas que no le pertenecen, y habla como si supiera o tuviera “la verdad de la milanesa”, y siempre está la gente que acompaña y cree en esa otra gente que entiende poco o nada de lo que está hablando. Entonces, ahí se genera una bola incontrolable de opiniones y mitos que, por lo general, no son como esa gente los propaga. Es bastante rebuscado el mecanismo. Pero bueno, son cosas que le pasan a todo el mundo cuando quiere asomar la cabeza, y creo que se da en la mayoría de los rubros, no solo en el nuestro. La verdad es que no sé porque acá somos así de estar siempre comparando todo, de armar la rivalidad Messi-Maradona, por ejemplo, en vez de sumar y tirar todos para adelante y de mirar el medio vaso lleno. En definitiva, es un poco el reflejo de como estamos, ¿no? Siempre estancados en el mismo lugar, o más bien peor…

―Estamos a meses de que se cumplan 20 años de la tragedia de Cromañón. ¿Cómo fueron los meses posteriores para salir a tocar?

―Eso fue muy difícil para todos nosotros. A los que estábamos en esa época tocando en ese circuito y estábamos creciendo, nos costó mucho recuperarnos, hubo mucho dolor y mucha tristeza. Estábamos desorientados. Veníamos metiéndole con todo, con mucho esfuerzo y sacrificio y, de repente, se pudrió todo. Nosotros veníamos de tocar ahí unos meses antes. Mucho no se puede decir al respecto de una situación tan dolorosa. Y en cuanto a la gente que tenía los lugares para tocar mucho no me compete a mí. Recuerdo un poco que, de ahí en adelante, todos fueron acomodándose a las nuevas reglas, a los nuevos lineamientos, que tendrían que haber estado vigentes antes, claramente. Pero esas son las cosas que pasan producto un poco de lo que hablábamos antes, en donde siempre prima el sálvese quien pueda, atando con alambre y siempre la pelea entre nosotros, en vez de tirar de una vez todos para adelante del mismo carro, como suelen hacer las sociedades más avanzadas con las cosas básicas por lo menos, digamos, y después sí, bueno, si uno trabaja más que el otro, se sacrifica más o hace un producto que a la gente le gusta más por cualquier motivo que sea, le irá mejor. No hay mucho misterio tampoco. O no debería haber mucho misterio… También tenés que tener un poco la suerte de tu lado. Algunos son más suertudos que otros.

―¿Cómo están viviendo este viaje inolvidable, celebrando las tres décadas de Pier? 

―La gira empezó en varias ciudades de Córdoba en mayo y termina en Montevideo el 6 de diciembre. La de Buenos Aires iba a ser la última, pero la de Montevideo se postergó para diciembre. Lo vivimos muy contentos; en lo particular, estoy muy satisfecho de poder coronar esta trayectoria de hasta ahora 30 años con una gira importante y en contacto con la gente. Ni se me hubiera ocurrido cuando recién empezábamos. Uno siempre está en el día a día y en lo próximo a venir, tirando para adelante. Así que, mirando en retrospectiva, estoy muy satisfecho con la trayectoria de Pier y el reconocimiento logrado. Más allá de que, obviamente, algunas cosas quizás con el diario del lunes las hubiera hecho distinto, en líneas generales, creo que estuvo bastante bien. Actualmente, estamos en un gran momento musical, creo que en el mejor, mucho más aplomados que antes y con mucha más experiencia, sonando muy bien, cada vez mejor, tanto en los discos como en los shows. Siempre se puede seguir mejorando y mantenemos la llama del rock and roll bien encendida, algo muy necesario en estos días.  De hecho, nosotros seguimos haciendo música y tocando y la mayoría de los que hablaban -haciendo referencia a una de tus preguntas anteriores-, o bien ya nos empezaron a respetar o pasaron a hablar de otro rubro, anda a saber cuál… 

―Ya se estrenaron dos clásicos de Pier con participaciones de músicos grosos del rock local. ¿Qué más participaciones tienen preparadas, acaso se viene un feat. con algún trapero? 

―Con las colaboraciones, tanto en “La ilusión que me condena” como en “Sacrificio y Rock and Roll”, lo que intentamos hacer fue que en la mayoría de ellas se trate de músicos de nuestra camada generacional, con las excepciones de nuestros referentes como Walter (Sidotti) y Sergio (Dawi) (ex Redonditos de Ricota) y, para el otro lado, la juventud de Wayra (iglesias, hija de Tete de la Renga). La mayoría somos de bandas que empezaron y se desarrollaron en los 90 y 2000. Y la verdad es que las canciones quedaron geniales, con un groove terrible, con mucha onda, y mucho sentimiento. Fue todo totalmente natural, cada uno fue con su idea y tocamos en vivo en el momento, hicimos un par de tomas, no más, y se mezcló. Estamos muy contentos y agradecidos con todos los que participaron y, ahora, algunos de ellos, van a estar presentes en el festejo en Buenos Aires. Esto de las colaboraciones a mí me parece que se tienen que dar naturalmente, esa es básicamente la condición para mí: esto es música y relaciones humanas, todo puede pasar, si bien nosotros hacemos rock and roll y a mi humilde entender es uno de los géneros más importantes de la historia de la música, y más de la contemporánea, existen muchos otros géneros musicales que tienen su lugar y algunos de ellos están en la cresta de la ola y me parece prefecto. Es así. La música siempre está bien, más allá de que yo tenga mis preferencias, soy muy respetuoso de los artistas y de los músicos que tienen pasión y ofrecen su arte con el corazón. A mí, particularmente, cuando escuché a Emanero de casualidad hace mucho tiempo ya, me gustó, me atrajo. Me dio la sensación que tiene el fuego sagrado. No estoy muy al tanto de su obra, pero ahora creo que anda muy bien, lo he sentido nombrar mucho y seguro que es producto de mucho trabajo y talento, y no fue de un día para el otro, porque lo que había escuchado yo fue hace ya bastante tiempo. Poder hacer algo con él, por ejemplo, para mi seria natural, porque siento que tiene una rebeldía afín. De hecho, hace un par de años un allegado me lo había propuesto y yo le dije que sí, y al final por algo ajeno a ambos, entiendo, no se terminó haciendo.

―¿Después de tantos años como es el criterio para armar la lista de temas para los shows?

―Hace rato que ya se nos dificulta armar una lista de temas por la cantidad de canciones que tenemos. En este caso, festejando 30 años, intentamos hacer un mix de todo nuestro repertorio. Obviamente, están los que no pueden faltar; después, mechamos un poco de acá y un poco de allá, canciones más viejitas, más nuevitas. Durante el tour hubo una lista base y cambiamos algunos temas entre show y show. No repetimos listas iguales en esta gira, y ahora va a pasar lo mismo. Por suerte, a la mayoría de la gente de Pier, le gustan y cantan la mayoría de las canciones y disfrutan de las listas que armamos. Es como cuando uno va a ver el show de alguna de sus bandas favoritas, que te gustan un montón de temas, pero solo podes, escuchar algunos. La gente que va a disfrutar termina disfrutando toques el tema que toques. Lo importante es estar presente en este tipo de eventos. O sea, yo te hablo como fan de alguna de mis bandas favoritas también. 

―¿Por último que mensaje le quisieras dejar a los fans de Pier que bancan a la banda desde hace tanto tiempo?

―Primero decirles muchas gracias a todos los fans que estuvieron, a los que siguen estando y a los que se siguen sumando. Nosotros hacemos música para que sea escuchada, sentida y disfrutada. Estamos para eso hace 30 años y nuestra carrera la hicimos juntos a ellos. Siempre tratamos de dar lo mejor cuando grabamos y en los recitales. Lo hacemos con mucho sentimiento y de corazón: la música y el rock and roll son cuestiones muy importantes en la vida de todos nosotros y en donde más cómodos nos sentimos.

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