Y un día volvió Toto. Diecisiete años pasaron desde la última vez que el grupo pisó estas tierras, entonces, tenía sentido que para esta fecha se agoten las entradas del Movistar Arena, un lugar en el que 15 mil almas disfrutaron de los clásicos que interpretó el conjunto, con canciones que reconoce cualquiera, hasta sin saber el nombre de las mismas.
El setlist inició con dos muestras de su debut, autotitulado y publicado en 1978: “Girl Goodbye”, seguida por el hitazo “Hold the Line”. Desde allí el público se sumergió en los sonidos que provenían del escenario con unos músicos que demostraron su saber hacer con una experiencia que es evidente hasta en el más mínimo detalle en la ejecución de los instrumentos, como en los coros y la voz de Joseph Williams.
Sucede que desde el principio de la carrera los liderados por el guitarrista Steve Lukather, cada integrante posee una vasta experiencia como sesionistas de otras bandas. Es necesario recordar que en esta oportunidad el único miembro original del grupo es el mencionado guitarrista, entonces, las formaciones han cambiado muchísimas veces a lo largo de su historia y quienes han ingresado en esta “locura”, como lo describió el encargado de las seis cuerdas, son músicos con un talento notorio.
Hubo tiempo para recorrer diversos momentos de su discografía: “Pamela”, “Home of the Brave”, ambos de The Seventh One (1988), “Dying in my Feet” -de Falling In Between (2006)-, “99” -editado en Hydra (1979)-, “Jake to the Bone” -publicado en Kingdom of Desire (1992)-, entre varios más. Las canciones se intercalaban con un nutrido intercambio entre Williams y Lukather con la concurrencia, en la que en más de una vez preguntaron a los presentes si la estaban pasando bien, a cantar con la banda y contar varias anécdotas.
También hubo homenajes a los hermanos Jeff y Mike Porcaro, ex bajista y baterista -fallecidos en 1992 y 2015, respectivamente-, como también a aquellos tiempos en los que el guitarrista se la pasaba horas escuchando todo el rock que sirvió de influencia a principios de los setenta. Así, realizaron dos covers: “Little Wing”, de Jimi Hendrix y “With a Little Help of my Friends”, original de The Beatles, pero hecho de acuerdo a la versión de Joe Cocker.
La fiesta también tuvo un condimento especial mediante dos solos. El primero fue uno de teclado, interpretado por Greg Phillinganes, que fue el pie para continuar con “Burn” -publicado en Toto XIV (2015)-, sumado al solo de batería que ejecutó Shannon Forrest, la cual fue sucedida por “I’ll Supply the Love”.
Entre el discurrir de las pistas de su extenso catálogo, hubo presentación de todos los integrantes actuales del conjunto, con pequeñas versiones de otros temas hiper conocidos, como “The Power of Love” –Huey Lewis and the News-, “Beat It” –Michael Jackson-, hasta de “Hakuna Matata”, que el mismísimo Joseph Williams cantó en la versión original en inglés de la película El rey león (1994). Una clara muestra del trabajo que cada uno realizó como sesionista o en composición de música para películas.
La cereza del postre fueron otros dos exitazos del conjunto, que fue la sección final de la lista de una velada donde el talento desbordó el estadio. Fue el momento de que sonaran dos canciones cuya versión de estudio se encuentra en Toto IV (1982): “Rosanna” y el indiscutible hit de la banda, el más escuchado por lejos de toda su carrera, el cual trascendió generaciones, sonó millones de veces en las radios, su video promocional fue transmitido por televisión miles de veces y en la actualidad cuenta con más de mil millones de reproducciones en YouTube y casi dos mil millones en Spotify: “Africa”.
Toto volvió a la Argentina después de mucho tiempo, donde 15 mil personas vivieron la música de un conjunto que lo dio todo, con un sonido impecable y una calidad superlativa. Una de esas fechas que quedará grabada en la memoria, al igual que la frase del famosísimo estribillo: “I bless the rains down in Africa”.