Suéter en La Trastienda: comemos gefilte fish

Suéter, uno de los grupos más icónicos del rock argentino de los años 80, volvió a brillar en el escenario con un nuevo concierto, el segundo desde su regreso al circuito musical tras el recital de julio. La banda, que volvió a la plena actividad en 2023, lanzó en abril su disco “La Reserva Moral de Occidente”, una colección de reversiones de sus clásicos.

La velada tuvo lugar en un bar de Monserrat y comenzó puntualmente a las 20:45, con el telón levantándose para revelar a los músicos ya preparados en el escenario. Miguel Zavaleta, voz principal y tecladista, lideró el grupo compuesto por Jorge Minnisale en guitarras, Rafa León en el bajo, Karina Brosio en teclados y Fernando Samalea en la batería. La primera canción, “Vivo de noche”, del álbum “Lluvia de gallinas”, marcó el inicio de una noche llena de nostalgia y energía.

De Silvestre volvió a los teclados para “Su única diferencia”. Tras esto, la banda tocó “Si alguna vez imaginaste” con Minnisale en la voz principal. “De mi corazón directo a tu corazón” fue el tema que continuó, para desembocar en el icónico “Vía México”, que refiere a la ilegalidad del divorcio en nuestro país y que se legalizó hacia 1985, año en que el álbum “20 Caras Bonitas”, que incluye este tema, fuera lanzado.

El repertorio incluyó también “Nos va bien”, una canción de su primer disco que fue reversionada para el álbum de 2024 junto a Leo García, quien, lamentablemente, no pudo asistir al recital. De hecho, Zavaleta aprovechó la oportunidad para expresar su admiración por García. La banda también rindió homenaje a Gustavito Donés, bajista original de la banda, mientras interpretaban “Elefantes en el techo”.

Uno de los momentos más destacados de la noche fue la interpretación de “Pánico en la ciudad”, mezclado por Charly García en 1985, con Minnisale a la voz. Durante el concierto, Zavaleta compartió su alegría con el público, diciendo: “Me están haciendo feliz, y en esta realidad presente lo valoro muchísimo”. Para añadir más color al show, se sumaron dos coristas: Lucrecia Zavaleta, hija de Miguel, y Romina Salgado, quienes acompañaron en “Amanece en la Ruta”.

El repertorio continuó con “De Lomas a Morón”, una canción de Miguel de su disco solista “No lo sé, suerte, quizás”, seguida por un homenaje a las madres con “Mamá, planchame la camisa”, justo a las puertas del Día de la Madre. En un momento de conexión con el público, Zavaleta se sentó en los peldaños del escenario y, con humor, confesó: “¿Están bien? Yo estoy hecho mierda”, provocando risas entre los asistentes.

La música regresó con otro éxito, “Extraño ser”, que Suéter lanzó con su letra original en “Suéter 5”. Tras una breve salida del escenario, Zavaleta, con tono jocoso, pidió un desfibrilador, aludiendo a su cansancio. Los músicos volvieron a unirse para interpretar “Comiendo gefilte fish”.

Al finalizar el concierto, Zavaleta agradeció al público, diciendo: “Los quiero, y hasta siento que los necesito, por eso les doy todo”. El cierre del recital fue conmovedor, con la interpretación de “Jugo de tomate”, un clásico de Manal, acompañado de un homenaje a Javier Martínez, que inspiró a Zavaleta en este tema. Para culminar, el cantante bromeó mencionando a cada integrante de la banda para recibir los aplausos del público, destacando la conexión y la camaradería que perdura en Suéter.

Este concierto no solo reafirma el legado de Suéter en el rock argentino, sino que también subraya su capacidad para conectar emocionalmente con su audiencia, manteniendo viva la esencia de su música a través de las décadas.