Las Pastillas del Abuelo
“No hay que quemar etapas"
Cronista: Gentileza: Pablo Gabriel Krause | Fotos:
Beto Landoni
29 de Marzo, 2006
Las Pastillas del Abuelo arrancan el 2006 con el pie derecho. Por entradas agotadas, debieron agregar una función y harán dos shows en El Teatro: Viernes y Domingo, para que nadie se quede afuera
Después de que El Condado les haya "quedado chico" (literalmente) allá por septiembre, Las Pastillas del Abuelo puso toda la carne al asador para el 2006 y apostó en grande a El Teatro Colegiales, el viernes 31. La apuesta terminó siendo doble o nada, y por entradas agotadas se vieron obligados a agregar una función el domingo 2 de abril, para asegurarse que todos puedan disfrutar de un show digno de ver.
Las coordenadas no citaron en Parque Patricios un jueves a la tarde. Puerta negra, escalera, y al fondo nos recibe Diego Bozzalla (guitarrista de Las Pastillas del Abuelo), aunque prefiere que le digamos “Bochi”. Al rato llegan Santiago Bogisich (bajista) y el tecladista Alejandro Mondelo, entrando en confianza entre mate y bizcochitos, la conversación se va derecho a lo que tiene que ver con este fin de semana: Las Pastillas en El Teatro, el viernes y el domingo.
El año pasado, “El Condado” les quedó chico. Ahora apostaron por El Teatro y terminaron haciendo dos fechas. ¿Cómo lo toman?
Santi: Creo que nos superó la situación, pero siempre nos supera la situación. Es parecido a lo de “El Condado”, que nos matamos pegando afiches por todos lados pensando que 500 personas era mucho y se desbordó. Ahora también. El único proyecto era abrir el año en El Teatro, igual teníamos alguna idea, por todo lo que pasó en la gira y toda la gente que conocimos. Algunos nos decían ‘va a reventar El Teatro’ y bueno, pasó eso. Se agotó diez días antes de tocar y se tuvo que agregar otro. Se tuvo que agregar.
Ale: Nosotros pensamos que iba a ir mucha gente, no que lo ibamos a llenar. La habilitación en principio era para 1200 personas y nosotros estabamos medio cagados, sin embargo se llenó y nos sorprendió a todos. Nos puso muy contentos, se habló de agregar otra fecha y si hay demandas de entradas y se puede, se hace otra fecha. Que no creo que la llenemos.
Bochi: Pero a lo mejor nos sorprendemos ¿viste?
¿Y cómo reaccionar ustedes cuando vieron que había que agregar una fecha más?
Santi: Nos dio un poco de cagaso, en el sentido de que una semana antes de tocar sale una fecha de la nada, que no preparaste, y ya tenés que estar pensando en dos fechas. Si querías tocar cuarenta temas esa fecha, tenés que pensar que el domingo volvés a tocar, das otro show y no podés pensar que la segunda fecha es una resaca o el premio consuelo para los que quedaron afuera.
Bochi: De repente es una ‘profesionalización’ muy de golpe. Como decía Santi, antes hacías una fecha y volvías a tocar a las tres semanas. Ahora hacés una un viernes y otra que tiene que ser igual de buena, un domingo.
Ale: Además tenés que retocar un poco la lista, porque hay gente que va a ir los dos días. Aregaremos algún tema, o probablemente cuando hay dos temas entre los que cuesta decidirse, va a ir uno un día y el otro el siguiente.
Bochi: De cualquier manera estamos contentos. Un poco nuestra manera de mantener los pies sobre la tierra frente a todo esto es ‘camouflar el darse cuenta’. Es como que nos vamos sorprendiendo de a poco pero en el fondo lo sabemos. Tratar de mantener un equilibrio para no irnos al carajo.
¿Cómo les juega ahora el tema de crecer en convocatoria y las caras nuevas en el público?
Bochi: A mi me tiemblan un poco las piernas todavía…
Santi: Igual por ahora bien. En la costa tuvimos recitales con mucha gente que no se quedaba sentada esperando a que te equivocaras. Se paraban a bailar, Piti se tiraba del escenario a ‘hacer trencito’ y te dejaba garpando (risas). Había que seguir hasta que Piti vuelva.
Bochi: Y nosotros sentíamos clavados en Sol (risas). En realidad lo que pasa es que nosotros empezamos tocando en fiestas, y esa gente nos sigue yendo a ver hoy en día. Entonces los nuevos se van contagiando de eso, uno nota que hay caras nuevas y te sorprendés un poco, pero se toma con bastante naturalidad.
Ale: Mientras más gente se sume mejor y mientras más fiesta haya, mejor.
Igualmente ustedes en vivo siempre cuentan con el apoyo de “La 20” ¿De dónde viene esa historia?
Ale: Son amigos de la primaria y la secundaria que en las primeras presentaciones, hace mucho tiempo, eran los únicos veinte que nos venían a ver y traían banderas, papelitos, saltaban. Pero además el veinte es la fiesta y de ahí quedó “la 20”, que son los que nos siguen a todos lados.
Ya que nos remontamos un poco ¿Cómo fue la experiencia de grabar “Por Colectora”?
Ale: Tuvo partes medio caóticas, de quilombo, de tensión… Bochi: El post sobre todo, en lo que fue la grabación todos estábamos concentrados y la pasamos muy bien en el estudio.
Ale: Lo más caótico fue lo que vino después, en la mezcla, donde hubo cosas del disco que capaz hoy en día no nos terminan de convencer del todo, pero que no se pudieron corregir por cuestiones de tiempo, plata y demás.
Bochi: Igual lo nuestro es un aprendizaje constante. Hoy ya no entraríamos a grabar un disco de la misma manera en que grabamos ese, sin embargo lo disfrutamos mucho. Por más de lo que uno diga ahora a la distancia, es nuestro primer disco, está bárbaro, lo queremos mucho y lo vamos a defender. Todo forma parte de este aprendizaje.
Según los cantitos de “la 20”, no van a parar hasta tocar en River Plate. El próximo paso de ustedes ¿Cuál es?
Bochi: Que nos vaya bien en el Teatro…
Ale: Hay que darle duro, tratar de hacer muchos Teatros y que vaya creciendo de a poco. Lo que rápido sube, rápido baja.
Bochi: Son etapas y te vas dando cuenta de a poco de las cosas. Nos pasó algo parecido cuando tocamos en Gesell, fuimos más público que otra cosa. Terminó el show, guardamos los instrumentos y nos fuimos al campo a ver a Las Pelotas, después nos dimos cuenta que no habíamos hecho relación con ninguna banda (risas). Son lugares nuevos en lo que tenés que aprender a moverte.
Santi: No hay que quemar etapas…
Ale: ¿Sabés cuántas veces me dijo esa frase mi vieja? (Risas).
Las coordenadas no citaron en Parque Patricios un jueves a la tarde. Puerta negra, escalera, y al fondo nos recibe Diego Bozzalla (guitarrista de Las Pastillas del Abuelo), aunque prefiere que le digamos “Bochi”. Al rato llegan Santiago Bogisich (bajista) y el tecladista Alejandro Mondelo, entrando en confianza entre mate y bizcochitos, la conversación se va derecho a lo que tiene que ver con este fin de semana: Las Pastillas en El Teatro, el viernes y el domingo.
El año pasado, “El Condado” les quedó chico. Ahora apostaron por El Teatro y terminaron haciendo dos fechas. ¿Cómo lo toman?
Santi: Creo que nos superó la situación, pero siempre nos supera la situación. Es parecido a lo de “El Condado”, que nos matamos pegando afiches por todos lados pensando que 500 personas era mucho y se desbordó. Ahora también. El único proyecto era abrir el año en El Teatro, igual teníamos alguna idea, por todo lo que pasó en la gira y toda la gente que conocimos. Algunos nos decían ‘va a reventar El Teatro’ y bueno, pasó eso. Se agotó diez días antes de tocar y se tuvo que agregar otro. Se tuvo que agregar.
Ale: Nosotros pensamos que iba a ir mucha gente, no que lo ibamos a llenar. La habilitación en principio era para 1200 personas y nosotros estabamos medio cagados, sin embargo se llenó y nos sorprendió a todos. Nos puso muy contentos, se habló de agregar otra fecha y si hay demandas de entradas y se puede, se hace otra fecha. Que no creo que la llenemos.
Bochi: Pero a lo mejor nos sorprendemos ¿viste?
¿Y cómo reaccionar ustedes cuando vieron que había que agregar una fecha más?
Santi: Nos dio un poco de cagaso, en el sentido de que una semana antes de tocar sale una fecha de la nada, que no preparaste, y ya tenés que estar pensando en dos fechas. Si querías tocar cuarenta temas esa fecha, tenés que pensar que el domingo volvés a tocar, das otro show y no podés pensar que la segunda fecha es una resaca o el premio consuelo para los que quedaron afuera.
Bochi: De repente es una ‘profesionalización’ muy de golpe. Como decía Santi, antes hacías una fecha y volvías a tocar a las tres semanas. Ahora hacés una un viernes y otra que tiene que ser igual de buena, un domingo.
Ale: Además tenés que retocar un poco la lista, porque hay gente que va a ir los dos días. Aregaremos algún tema, o probablemente cuando hay dos temas entre los que cuesta decidirse, va a ir uno un día y el otro el siguiente.
Bochi: De cualquier manera estamos contentos. Un poco nuestra manera de mantener los pies sobre la tierra frente a todo esto es ‘camouflar el darse cuenta’. Es como que nos vamos sorprendiendo de a poco pero en el fondo lo sabemos. Tratar de mantener un equilibrio para no irnos al carajo.
¿Cómo les juega ahora el tema de crecer en convocatoria y las caras nuevas en el público?
Bochi: A mi me tiemblan un poco las piernas todavía…
Santi: Igual por ahora bien. En la costa tuvimos recitales con mucha gente que no se quedaba sentada esperando a que te equivocaras. Se paraban a bailar, Piti se tiraba del escenario a ‘hacer trencito’ y te dejaba garpando (risas). Había que seguir hasta que Piti vuelva.
Bochi: Y nosotros sentíamos clavados en Sol (risas). En realidad lo que pasa es que nosotros empezamos tocando en fiestas, y esa gente nos sigue yendo a ver hoy en día. Entonces los nuevos se van contagiando de eso, uno nota que hay caras nuevas y te sorprendés un poco, pero se toma con bastante naturalidad.
Ale: Mientras más gente se sume mejor y mientras más fiesta haya, mejor.
Igualmente ustedes en vivo siempre cuentan con el apoyo de “La 20” ¿De dónde viene esa historia?
Ale: Son amigos de la primaria y la secundaria que en las primeras presentaciones, hace mucho tiempo, eran los únicos veinte que nos venían a ver y traían banderas, papelitos, saltaban. Pero además el veinte es la fiesta y de ahí quedó “la 20”, que son los que nos siguen a todos lados.
Ya que nos remontamos un poco ¿Cómo fue la experiencia de grabar “Por Colectora”?
Ale: Tuvo partes medio caóticas, de quilombo, de tensión… Bochi: El post sobre todo, en lo que fue la grabación todos estábamos concentrados y la pasamos muy bien en el estudio.
Ale: Lo más caótico fue lo que vino después, en la mezcla, donde hubo cosas del disco que capaz hoy en día no nos terminan de convencer del todo, pero que no se pudieron corregir por cuestiones de tiempo, plata y demás.
Bochi: Igual lo nuestro es un aprendizaje constante. Hoy ya no entraríamos a grabar un disco de la misma manera en que grabamos ese, sin embargo lo disfrutamos mucho. Por más de lo que uno diga ahora a la distancia, es nuestro primer disco, está bárbaro, lo queremos mucho y lo vamos a defender. Todo forma parte de este aprendizaje.
Según los cantitos de “la 20”, no van a parar hasta tocar en River Plate. El próximo paso de ustedes ¿Cuál es?
Bochi: Que nos vaya bien en el Teatro…
Ale: Hay que darle duro, tratar de hacer muchos Teatros y que vaya creciendo de a poco. Lo que rápido sube, rápido baja.
Bochi: Son etapas y te vas dando cuenta de a poco de las cosas. Nos pasó algo parecido cuando tocamos en Gesell, fuimos más público que otra cosa. Terminó el show, guardamos los instrumentos y nos fuimos al campo a ver a Las Pelotas, después nos dimos cuenta que no habíamos hecho relación con ninguna banda (risas). Son lugares nuevos en lo que tenés que aprender a moverte.
Santi: No hay que quemar etapas…
Ale: ¿Sabés cuántas veces me dijo esa frase mi vieja? (Risas).