Pablo Grinjot: "Jamás me propuse componer una canción"

Majestad, el Cielo Azul. El imponente título del sexto trabajo de Pablo Grinjot es una invitación a la calidez y al disfrute de canciones que viajan por diferentes estadíos. Con formación clásica, el músico goza de coquetear con esas herramientas para ofrecer su música popular.

“Mi familia y mis primeros maestros tuvieron la delicadeza de introducirme de niño al gusto por la música clásica, pero obviamente lo popular se cuela por todos lados”, reconoce de entrada quien confiesa que siempre tuvo bandas de rock en la secundaria o guitarrea en la playa música brasilera y uruguaya. “Desde los discos de MEW de la lejana infancia, luego The Beatles y principalmente el Rock Nacional y la fascinación pianística por las obras de García, siempre se coló lo popular”.

-Remarcás tu idea desde siempre de ser un "músico popular con formación clásica". ¿Continúa hoy en día a veces esa especie de conflicto o prejuicio entre ambas formaciones a la hora de la interpretación?

-Creo que son dos grandes escuelas de las que yo abrevo, la sabiduría académica y la universidad de la calle. Un poco más burgués creo mejor decir la universidad de la playa. Esa dualidad creo que me ha identificado desde siempre y siempre he tratado de enriquecer esa intersección. Estoy más sediento de la cultura clásica, pero evidentemente mis necesidades poéticas brotan en el jardín de la canción popular.

Producido por Andrés Mayo, Majestad, el Cielo Azul tiene muchos invitados: Daniel Drexler, Martín Buscaglia, Paula Maffía, Diego Martez, Martín "Gnomo" Resnik, Los Hermanos Núñez, Cristóbal Repetto, entre otros. “De antemano y por las cualidades de la producción elegida, era claro que el disco iba a tener participaciones estelares. Creo que las propias canciones, y en la medida que ellas iban consiguiendo el traje con el que desfilarían, fueron eligiendo a sus cantores”.

-¿Cómo se viene la preparación y el desafío para recrearlo en vivo el 19 de octubre en el CAFF?

-Es mi costumbre remar en sentido contrario. Para mí, vivo y estudio son dos universos paralelos que no se conocen. Más que presentar el disco, digo que lo que se viene es una celebración por el lanzamiento porque además voy a tocar las canciones más queridas de todos mis discos anteriores.

Remarcarle las notables influencias de la música uruguaya a Grinjot no hace más que extraerle una sonrisa y ponerse a dudar acerca de “el extraño asunto de las fronteras”. Pero luego profundiza y nos da una buena clase resumida de lo que sucede con nuestro querido país vecino: “Uruguay ha sido históricamente cuna de una cultura popular sofisticada. Acaso por tener un mercado pequeño en comparación con el argentino, que no ha sufrido tanta penetración cultural como nosotros, aunque los referentes principales de la canción uruguaya como Mateo, Rada o Fattorusso confiesen la importancia de The Beatles en su despertar juvenil artístico. Fernando Cabrera, aunque vindica a The Beatles, habla también de Piazzolla o de la escucha del folklore argentino y de los pioneros de la canción uruguaya como Lema, Sampayo o Rodriguez Castillo. También creo que fue importante la visión de Coriún Aharonian, musicólogo y compositor uruguayo, que fue maestro de cuanto músico uruguayo te puedas imaginar, populares y académicos”.

-También te adentraste en el mundo de la composición de música para películas, ¿cómo es? ¿Qué características diferenciales tiene respecto a cuando compone más "normalmente" por decirlo de alguna forma?

-Más allá de las circunstancias técnicas, creo que la cualidad diferente es el hecho de componer por encargo de otro artista, o por encargo mismo de la obra de ese artista. Está la necesidad de complacer a un hecho artístico anterior. Mi manera de componer canciones es súper espontánea, jamás me propuse componer una canción, surgen de juegos interiores. Una película implica una planificación y una idea que hay que generar antes de empezar.

* Pablo Grinjot presenta su nuevo disco el 19 de octubre en el CAFF.