Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
Seguinos en
Banner

Poseidotica

Poseidótica: "Estamos comprometidos y nos adaptamos sabiendo que son tiempos difíciles"

Cronista: Maximiliano Novelli Frutos | Fotos: Gentileza prensa

18 de Febrero, 2019

Poseidótica: "Estamos comprometidos y nos adaptamos sabiendo que son tiempos difíciles"

Poseidótica se prepara para la segunda edición del festival Concrete Jams en la que compartirán escenario con Carca, Knei, Sentidos Alterados y Piba. Una súper fecha en The Roxy Live.

Cerca de veinte años pasaron desde el big bang que dio origen a Poseidótica. A partir de entonces su rock expansivo, como sus integrantes lo denominan, no ha hecho otra cosa más que continuar esa trayectoria, con cuatro hitos que exponen a la perfección la constante evolución del grupo.

La travesía, cual viaje intergaláctico, los llevó por los sonidos más diversos y les permitió darse el lujo de armar sus propios festivales en los cuales ofician de curadores para ofrecer al público un abanico de bandas tan amplio como el mismo universo musical. Es sabido que tanto su obra como sus actuaciones en vivo poseen una capacidad para contrastar el caos con la introspección de quien escucha que casi no tiene parangón en la escena local.

En la previa a su próxima fecha en el famoso predio de Palermo, Santiago Rúa -guitarra- y Martín Rodríguez -bajo- cuentan a Revista El Bondi cómo sigue ese viaje, que incluye visitas a otros países, reflexiones sobre el under, qué ocurrió con el Poseidomo y adelantan que “hay actividad y por suerte varias propuestas, va a ser un año bastante activo”, según comenta el bajista.

-¿Cómo se preparan para el show que se viene?

Santiago Rúa: -Hace unas semanas nos pusimos a ensayar para el show porque también tenemos composiciones nuevas. Estamos buscando el espacio para el ensayo de la fecha y hay un par de sorpresas para este show en particular que también nos motivan y con muchas ganas de arrancar el año. Es nuestro primer recital acá y está bueno empezar el año con un fechón como éste.

Martín Rodríguez: -Es una noche importante, va a tener una lista de festival que ya armamos y estamos buscándole la vuelta para sumar algunos temas que no tocamos tan seguido. Cuando uno piensa en un espectáculo más compacto, vamos con algo más shockeante y más arriba sin perder el sello nuestro, que es esa dinámica entre momentos más salvajes y otros un poco más reposados.

-Durante enero hicieron una gira en Chile, ¿cómo vivieron esa experiencia?

MR: -Fue la primera visita a ese país, hicimos tres fechas con una banda de allá, Los Tábanos Experience y Ayermaniana -esta última es argentina-, en Santiago, después en Concepción y el cierre fue en el Woodstaco. Es un festival impresionante que se hace en el medio de la montaña y tiene una producción de cinco escenarios con una movida alternativa que no es como los festivales mainstream de acá. Nos pidieron volver y en agosto está previsto que regresemos. Fue muy constructivo porque sirve para refrescar energías, conocer otros públicos y colegas.

-Volviendo a la Argentina, ¿es más difícil organizar festivales hoy que antes?

SR: -Sí, es más difícil hoy que hace un año atrás, es una realidad que no nos es ajena. La coyuntura nos lleva a tocar a otro país donde, por ejemplo, es más accesible para el lugar que te recibe poder financiar tus gastos.

MR: -Ahora está todo mucho más deprimido económica y socialmente. Siempre fuimos muy considerados con el tema del precio de la entrada, incluso a veces nos planteamos que estábamos haciendo un show -como fueron los temáticos de 2017- que tuvieron una puesta en escena de mucha plata con precios de tickets muy económicos. Pero lo hicimos porque creemos que el público valora eso y es como un gesto que uno hace dentro de una condición humana que va más allá de lo artístico, tenemos un compromiso con la gente y la vida.

-¿Han muerto el rock y el under?

SR: -Nosotros lo vivimos muy de cerca y somos personas que van a ver bandas. Por eso, me parece que no murieron. Yo veo una escena activa, de distintos estilos y conjuntos que salen a tocar. El que dice que murió el rock seguramente es una persona que no va a recitales. El otro día, en un bar de Villa Crespo había 150 personas mirando tres grupos. Eso te demuestra que es algo súper under y está más vivo que nunca.

MR: -Evidentemente es así, hay bandas tocando permanentemente en todos lados. Pero es verdad que la crisis afecta desde los artistas más convocantes a los más chicos. Hay que adaptarse y seguir buscando estrategias y continuar generando música. Estamos comprometidos con la realidad y nos adaptamos sabiendo que son tiempos difíciles en los que menos gente va a los shows. Esto que se dice: “el rock ha muerto y ahora lo que va es el trap o el reggaetón”, va más allá de nosotros. A nosotros nos gusta hacer esta música.

-¿Cómo viene el disco nuevo?

MR: -Estamos componiendo nuevo material, en el show del Vorterix vamos a estrenar por lo menos un tema nuevo. Estamos en plena exploración hace varios meses y a partir de fines del año pasado ya nos pusimos a concretar las canciones, pero como estamos en una búsqueda de nuevos sonidos y texturas, a veces uno puede pensar el tema para el vivo, que obviamente es un formato distinto que para un disco.

SR: -Por el desarrollo de la canción...

MR: -Exacto, podríamos armar uno totalmente ambient -que nos encantaría- pero salir a tocar algo así no es tan sencillo porque necesitás la predisposición del público. Hay ganas de grabar en abril y sacar un simple de dos temas. Nos encantaría que tengamos un disco nuevo este 2019 pero tampoco tenemos apuro porque sabemos que vamos a hacer varios shows, lo que nos quita mucho tiempo de ensayo debido a que somos una banda que cada fecha se la toma muy en serio y queremos seguir adelante con eso. Hay un objetivo claro y muchas ideas, eso es lo más importante.

-¿Se complejizó su manera de componer a través del tiempo?

SR: -Durante los últimos dos años estuvimos debatiendo eso, cómo vamos a encarar el disco nuevo, lo que hacemos y dejamos de hacer. Optamos por experimentar con instrumentos que no tocamos nosotros, otros colores y texturas diferentes, se compone en base a sonidos distintos. Estamos contentos cómo sale, es un planeta nuevo para nosotros.

-¿Qué piensan acerca de publicar un disco doble?

MR: -La idea era hacer uno ambient y otro súper agresivo que iba a hacer casi punk-metal contestatario. Tuvimos ese proyecto de hacer los dos extremos, pero resultó ser delirante porque nos preguntamos qué objetivo tenía.

SR: -Nos dimos cuenta cómo corren los tiempos y nuestras propias limitaciones. La ansiedad de querer sacar algo, pensamos en publicar simples como un ejercicio de grabar y mostrar una novedad a ver qué le pasa a la gente con lo que estamos haciendo ahora. Estaría bueno hacer uno doble.

-Pascuas Paganas (2018) lo publicaron en cassette. ¿Volverían a hacer una edición similar con el próximo trabajo?

SR: -Sí, es muy posible que tenga su edición en ese soporte. Fue un formato que nos gustó, tal vez tardamos un poco en lograrlo, pero con el show de Pascuas Profanas nos pareció una oportunidad muy copada para investigar y salió muy bien. Y nosotros escuchábamos cassette.

MR: -Tiene un lado muy encantador porque nacimos con ellos. Yo soy fetichista de los formatos, hasta pensamos en algún momento hacer un box set con toda nuestra discografía en cassette. Ahora vamos por el simple de vinilo de 7 pulgadas con el adelanto de esas dos canciones y seguramente con el disco veremos cuáles son los formatos de acuerdo a presupuestos, a sellos interesados y nuestras propias ganas.

-¿Cómo evolucionó el Poseidomo?

SR: -Es un proyecto de salas de ensayo gigante para nosotros que evolucionó bien. Hay un estudio donde ensayan otras bandas y nosotros también. Fue una vuelta de rosca para tratar que Poseidótica sobreviva y tener nuestro espacio. Es un proyecto ambicioso que lo armamos a medida y estamos muy cómodos. Ahora estamos del otro lado del mostrador, porque nosotros somos músicos y sabemos lo que necesitan. No es un proyecto puramente comercial porque el espacio genera onda y también nos enriquece por otro lado, no ganamos plata con esto. Somos comerciantes malísimos. (Risas).

MR: -Fue una necesidad porque hacía años que ya alquilábamos salas por mes, en lugares donde pagábamos cada vez era más caro por un espacio feo, con poco mantenimiento y que, en definitiva, no nos gustaba. Actualmente es casi como tener dos bandas, pero al mismo tiempo nos unió, lo manejamos muy a nuestro estilo y responsablemente. El fin es autosustentable, que por ahora está logrado más allá de que siempre es una inversión, pero también nos da nuestras satisfacciones y tener nuestro propio espacio es algo único. De hecho, la idea es utilizarlo como estudio de grabación con algunos fierros extra y centralizar todo ahí.

SR: -Hoy es nuestra casa, básicamente.

TODAS LAS FOTOS