Fede Fontenla: "Tengo una fascinación personal por crear"

Federico Fontenla se define a sí mismo como un músico inquieto y una serie de características dan cuenta de esa curiosidad que se refleja en su arte. Diversas influencias musicales tales como el rock/pop, la bossa nova, el tango, el folclore, entre otras, además de ejecutar la guitarra y el piano, son algunas de las cualidades que lo definen.

Tras haber pasado por varios proyectos colectivos, en 2018 publicó el primer disco de su etapa solista, La Estanca Luz, a través de un recorrido por diferentes texturas, sonidos y géneros; en definitiva, una obra que refuerza su impronta personal y artística.

A partir de la fotografía que ilustra la tapa del álbum, hay una pista de sus raíces musicales. Se lo ve sosteniendo el mismo modelo de guitarra que utilizaron The Beatles y Charly García, entre otros tantos artistas. El cantautor reconoce que al escuchar el LP suelen decirle que “suena a rock argentino de los 80”, lo cual se percibe en el sonido de las primeras pistas, y reflexiona, “están (Luis Alberto) Spinetta, (Gustavo) Cerati, Fito Páez, que es la música que me más me ha influenciado, pero no dejé de escuchar a Miles Davis, Atahualpa Yupanqui, (Astor) Piazzolla, Prince y a un músico uruguayo que se llama Martín Buscaglia, que yo admiro mucho lo que hace porque es muy ecléctico”.  

Nueve canciones atravesadas por esta diversidad estilística muestran composiciones que tienen hasta veinte años de antigüedad, que sobrevivieron el devenir del tiempo. “En algunos casos las canciones mutaron mucho porque uno de mis planes era poder apartarme de ellas”, declara, a la vez que profundiza, “entonces lo primero que hice fue juntarme con el productor y le dije que el primer lema es que la canción gane. Hubo canciones que se respetaron fidedignamente a lo que se había hecho en su momento pero variaba según lo que pedía la canción, hasta que encontramos la esencia que se representaba más con nuevos arreglos”.

El 25 de octubre pasado su flamante trabajo fue presentado oficialmente en la sala Sirhan, del barrio de Palermo, en la que repasó la totalidad de la placa en cuestión y homenajeó a sus principales influencias del rock nacional en un segmento titulado “Una que sepamos todos”. En esta oportunidad, adelantó a Revista El Bondi que “ya estoy empezando a preparar otro disco porque cuando terminé el actual me quedaron canciones por hacer y la idea es que vea la luz el próximo año, algo totalmente distinto a lo que hice”.

-¿Cuál es el contexto en el que surgió la idea de grabar este álbum?

-Viene desde hace muchísimos años. Cuando descubrí la composición me di cuenta de que había una fascinación personal por crear. A medida que avanzó mi relación con la música fantaseé con la idea de hacer discos, hasta que finalmente, a principios de este año hubo una necesidad muy puntual, con la energía necesaria para encarar un proyecto así y saber que podría terminarlo. Para mí tener esa energía, que te la genera la propia gente que te rodea, las canciones que surgen o el concepto que empieza a permear en la cabeza, es clave.

-Tenés una trayectoria en diferentes conjuntos, ¿cómo componés actualmente?

-Si bien tuve la suerte de haber participado en grabaciones con banda y haciendo temas propios, nunca fue con la idea de crear un hilo conductor en el álbum y que tuviera un contenido íntimo. Me gustan mucho los artistas que suelen desarrollar mucho más esos conceptos que los grupos. Por supuesto que están aquellos que han hecho grandes discos conceptuales, pero a mí me pasaba siempre que componía una canción en un grupo, tenía que mostrarla al resto a ver si les gustaba o no, también tuve que compartirlas con otros compositores de la banda, que a veces suman un montón pero otras rompen la idea madre que tenía.

-¿Cómo vivís esta etapa solista?

-La vivo con mucha libertad y alegría. Hay cosas esenciales que las defino yo pero también a la hora de grabar me gusta escuchar a los músicos. A veces uno no tiene que ser más creído porque puede perder el aporte de los otros músicos, yo los escucho siempre porque me parecen súper valiosos. En este caso, la cosa era jugar y después rescatábamos algo de ahí, se iba descubriendo la canción desde ese lugar.

-¿Qué significa este disco para vos?

-Resume veinte años de composiciones y de vida, son historias que me han pasado a mí. Sobrevivieron al paso del tiempo y todavía significan mucho para mí, son una especie de tatuaje o cicatriz que queda en la piel y eso se evidencia en el título, esa estanca luz es algo que vive con uno. No hay temas que compuse ayer, por decirlo de alguna manera, sucede que tienen un significado actual pero los escribí hace tiempo. Es una forma de lograr que canciones que fueron hechas años atrás, puedan ser nuevas y que todavía sigan brillando.

-¿Fue un rescate de canciones?

-Me gustó la idea de hacer un disco que no sea una mera recopilación de cosas viejas. Excepto una o dos canciones que yo no tenía muy en cuenta y las revivió el productor -Emiliano Di Nardo-, quien compartió todo el proceso conmigo y que conocía casi todo mi material. Más allá de eso, en ningún momento de las grabaciones sentí que estaba forzando algo, sino al contrario, sentía que lo estaba reviviendo pero a la vez lo resignificaba en mi vida. Eso para mí fue fundamental porque quería que sea genuino.

-¿Cómo llegaste a abordar esa multiplicidad de géneros?

-Una de mis pretensiones era tratar de representar mis universos musicales, que son variados, y elegimos la lista en base a eso. Pusimos una bossa nova cuando yo ya tenía compuestas dos o tres, tratamos de rescatar la que más representaba la idea del disco. Soy muy inquieto y eso era lo que quería mostrar. No tiene ninguna pretensión más que la canción brillara por sí misma y salieron esas ideas que se diferenciaban mucho con la primera parte del disco. Así, empieza con una programación y cierra con un cuarteto de cuerdas. Me gusta ese contraste porque soy yo en lo musical.

-¿En qué momento cobran vida las canciones?

-Para mí cobran vida a medida que se graban, como que se le agregan las partes al cuerpo de esa canción. Pero terminan de cobrar vida cuando las empieza a escuchar la gente, cuando uno la sube a esa nube virtual que llega a todos lados y empezás a recibir comentarios. Ahí te das cuenta cuando la canción empieza a tomar vuelo y alcanza a esas personas que de alguna manera le representan algo, ese es el fin de la canción.

-Hace poco presentaste el disco, ¿qué planes tenés para el futuro?

-El 13 de diciembre voy a estar en el Liverpool Bar, voy a hacer una presentación totalmente acústica de los temas y después viajaré a Mendoza antes de fin de año. Por otro lado, todos los martes estoy sacando canciones en ese formato que salen en los canales de YouTube e Instagram y también hago reversiones de clásicos del rock argentino que me han representado. Mientras tanto, voy a salir a tocar, que es lo que más me gusta.

* Jueves 13 de diciembre en el ciclo Palermo Vivo en Liverpool Bar, Arévalo 1376. A las 20.