JotaEme y el rock and roll como sanación

Ni un álbum de audio en formato tradicional, ni un documental en el estudio de grabación, ni una edición retrofuturista en vinilo, ni simples o EPs subidos a las plataformas digitales. La segunda producción del guitarrista JotaEme desafía las formas clásicas y modernas de comercialización y sólo parece ser convencional en su título. Volumen II, el disco en cuestión, se publicó en CD+DVD, algo habitual para los conciertos, pero no tan frecuente registrando a los músicos en el estudio El Zoológico. En definitiva, un trabajo en el que puede verse la cocina y la propuesta de la banda sin hilos. “La idea fue hacer un DVD filmado en vivo en el estudio, sin regrabaciones. Lo que se ve ahí, es lo que sucedió en realidad”, dice el intérprete. El audio, agrega, fue un guiño para escuchar en los automóviles, acaso uno de los últimos espacios de resistencia de las compacteras.

En cuanto a lo musical, supuso un paso más, aunque con algunas semejanzas al inciático Electrocutado (2012). Así, desfilan las temáticas de protesta y denuncia, algunos rescates como “Paredón demagogia” y el sonido clásico del rock anclado en los ’70, con el power trío como formación base más la armónica de Nahuel Castrillón cada vez más presente.

El blues y el rock and roll clásico son las escuelas de referencia para JotaEme. Sin embargo, en Volumen II se abre la ventana para la exploración en estilos afines. Uno, el jazz, lo conoció en el conservatorio, pero el flechazo llegó recién a partir de las interpretaciones de Tony Bennett y Frank Sinatra, “sin desmerecer, las dos grandes voces del jazz que me llevaron a cantar algunos stándares”, aclara. La placa incluye un cover de "Cheek to cheek", una canción que lo acompaña hace rato en su repertorio, y "After you‘ve gone", que descubrió en una versión de la cantante Mona Fraiman, y que decidió incluir en un claro tributo a la ex Blacanblus, fallecida en noviembre pasado. El distinguido saxofonista Andrés Hayes, presente en “María Antonella” y “Don´t you say goodbye”, refuerza el diálogo con la música de Nueva Orleans.

El tango, con el que lo une una cuestión de sangre, también aparece en el álbum. Su abuelo, José de la Cruz, junto a su hermano, el tío Santiago, solía cantar por las noches en los cafetines de Boedo, algo que replicaban en los asados familiares de los domingos. Animarse a componer y grabar “El caniYita”, entonces, fue cuestión de tiempo. Pero algo quedó en el tintero. “Me encantaría hacer alguna versión de los valses de Johann Strauss”, reconoce el músico, “respetando los arreglos originales, pero con instrumentos de la música popular". 

Lo que sobresale tanto en Electrocutado como en Volumen II son los rescates de las inspiraciones que marcaron la trayectoria de JotaEme. Si en el disco anterior el reconocimiento era para Jimi Hendrix, Steppenwolf o Celeste Carballo, ahora hay espacio para Janis Joplin, Stevie Ray Vaughan y Litto Nebbia, entre otros. "Haciendo mías esas maravillosas canciones, siempre voy a homenajear a todos los que me enseñan a ser mejor músico”, explica el guitarrista, que también destaca, entre las bandas emergentes, a Fuji Trio, Séptima Persona y Los Belsunce.

-¿Cómo analizás la actualidad de la escena del rock y el blues?

-Hay muchas bandas tocando y girando dentro de lo chiquito que es todo. Pero lo mejor es hacer arte en estos tiempos difíciles, desde lo económico y lo político. El arte es lo que va a salvar a la humanidad.

-El 31 de agosto vas a presentar el disco en Lucille. ¿Cuánto de la intimidad del DVD se puede reflejar en el escenario?

-En Lucille vamos a hacer una obra temática, no un simple recital de música. Es la invitación para que me vengan a conocer, que conozcan a mis músicos colaboradores, en vivo, donde vamos a mostrar lo que somos y hacia donde vamos.