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Gordon Raphael

Gordon Raphael: "Las computadoras no tienen nada sobre qué cantar"

Cronista: Dario Kullock | Fotos: Gentileza prensa

04 de Julio, 2018

Gordon Raphael: "Las computadoras no tienen nada sobre qué cantar"

El productor que trabajó con The Strokes y Regina Spektor, entre muchos otros, presentará en la Argentina su álbum debut.

Por sí solo, el nombre Gordon Raphael puede no evocar ninguna idea en particular. Sin embargo, su currículum habla por él: nacido en Seattle, Estados Unidos, estableció un pequeño estudio llamado Transporterrarum en un sótano de la ciudad de Nueva York a principios de siglo, y ya en octubre del 2001 se convirtió en uno de los ideólogos de Is this it, el disruptivo primer disco de The Strokes.

Este fenómeno de magnitud colosal, que encabezó una renovación del rock and roll a nivel internacional, catapultó a Raphael y le permitió trabajar con otros innovadores y prestigiosos artistas, como Regina Spektor y The Moonies. Ya instalado en Berlín, Alemania, el productor decidió enfocarse en su carrera personal, y el año pasado sacó a la venta su CD debut, Sleep on the radio, el cual presentará en Argentina en pocos días.

-Sleep on the radio fue tu primer disco de estudio, ¿cómo lo describirías?

-Vengo tratando de grabar un álbum con mi música desde que tengo memoria. Finalmente, una pequeña discográfica londinense llamada Zero Hours vino al rescate, y me ayudó a publicar esta colección de canciones. Es algo así como mi greatest hits. Mi estilo es una inusual combinación de sintetizadores analógicos atmosféricos y agresivas guitarras punk-rock. Es muy psicodélico, porque quien lo escuche tiene la opción de enfocarse tanto en el cuidadoso y controlado sonido de los teclados como en las violas hipnóticas y primitivas. En cuanto a las líricas, por lo general me inclino por un estilo poético de corriente de consciencia, lo cual suele significar que no tengo idea de cuál es la temática de la canción hasta que la termino. La imaginación y la improvisación espontánea llevan a resultados que tienen una especie de magia que no puede producirse a través de la organización y la planificación.

¿Tomaste algún elemento de las bandas que produjiste?

-Como productor, aprendí algo muy importante: hay que subirle el volumen a las voces hasta que se escuche la letra. En el resto de las áreas, fue más bien lo contrario, usé los sonidos inventivos y los descubrimientos de grabación que hice componiendo mis propias canciones. Realmente, me gusta encontrar nuevos sonidos, es algo que traigo de toda la música que escuché a lo largo de mi vida, y las funcionalidades de sintetizadores como el ARP Odyssey.



-¿Qué se puede adelantar de los dos shows que realizarás en Buenos Aires?

-El primero será en La Confitería, el jueves 5. Voy a tocar con mi grupo argentino, The Wild Cards, y mi amiga Victoria De Venus realizará un baile ritual creativo mientras pinta un tríptico. La apertura de la noche estará a cargo de Maqui Solo Set, quien exhibirá su música electrónica experimental y teatral. La segunda presentación será en Espacio 37, el domingo 7, en donde tendré una muestra de fotos y videos, incluyendo uno de The Strokes y Regina Spektor que nunca fue visto en público. Luego de eso haré mi mejor esfuerzo para impresionar a todo el mundo, nuevamente con el hard rock psicodélico de The Wild Cards.

-¿Qué pensás de la música local?

-Mi corazón está con la Argentina, porque aquí, como un amante del rock, encajo perfectamente. A veces los europeos piensan que el rock y las expresiones emocionales a través de la música son una especie de broma graciosa. Si no tiene personalidad, una historia y sentimiento, la música no es música. Las computadoras no tienen nada sobre qué cantar (risas). En Buenos Aires encuentro pasión y dedicación al rock, y un poco de tango, obviamente. Hay un gran sabor al alma de la Argentina en todo lo que escucho en esta Ciudad.



-¿Qué viste en The Strokes cuando tomaste la decisión de trabajar con ellos?

-Cuando los conocí, los vi como uno de los otros 100 conjuntos con los que trabajaba en aquella época. Siempre estaba contento cuando me contrataban, porque necesitaba trabajar para vivir en Nueva York. Luego de grabar el EP The Modern Age (2001), me di cuenta de que eran increíblemente talentosos, especialmente en la composición. Sólo decido asociarme con artistas si me gusta lo que hacen, si los encuentro creativos y únicos. No me gusta grabar cosas que suenen como algo que ya escuché. No me gustan los clichés, para nada.

-The Strokes generaron una suerte de revival del rock and roll en muchos países. ¿Creés que es posible que algo semejante vuelva a suceder?

-No sé si es posible. Aún hay grandes bandas que llenan estadios en todo el mundo y fanáticos del rock en todas partes, pero la cultura dominante, hoy por hoy, es el hip-hop y el pop. Este es el momento del hip-hop, porque es políticamente necesario y realmente creativo. Tal vez llegue una época en que las guitarras y las filosofías de The Beatles se alcen nuevamente, pero no lo veo en el futuro cercano en Estados Unidos ni en Europa. Hay demasiadas problemáticas, tensiones y horribles conflictos en el mundo, y tal vez el hip-hop pueda llevar la antorcha para unificar a la gente. Este era el espíritu en gran parte del rock and roll en los 60.

*Foto: Gentileza prensa/Belén de Corazones
*Jueves 5 de julio en La Confitería, Avenida Federico Lacroze 2963. A las 21.

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