Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Cobra Sarli

Lucas Kapovic: "Todavía no terminamos de salir del clóset punk"

Cronista: Dario Kullock | Fotos: Gentileza prensa

18 de Diciembre, 2017

Lucas Kapovic: "Todavía no terminamos de salir del clóset punk"

La banda cierra el año en el Roxy.

Un poco de heavy, mucho de punk, riffs alocados, estribillos eficaces y un espíritu hilarante y desenfadado son los ingredientes del veneno que administra Cobra Sarli. Con ya diez años de carrera, este quinteto sigue exudando adrenalina pura con Volumen 2 (2017), su segundo álbum de estudio. El sucesor de Volumen 1 (2012) irrumpió con diez temas frontales e irreverentes que, en apenas 28 minutos, confirman la frescura y originalidad de la banda. Con su lúdica marca registrada, que brilla tanto arriba como abajo del escenario, Lucas Kapovic (voz) describió minuciosamente la actualidad del primer grupo de punk´n´roll del mundo.

-Volumen 2 parece un trabajo signado por la velocidad, ¿es así?
-Es el CD más fresco de los que sacamos, muchas de las canciones se compusieron rápido, se escribieron rápido y se grabaron rápido. Sí nos tomamos un tiempo en la postproducción. Los chicos, que saben mucho más de sonido y texturas, buscaron los equipos, las guitarras y los tambores específicos para cada tema. Es un hijo buscado, que salió bueno, fue a la universidad y no para de darnos satisfacciones.

-¿Sentís que se va reflejando el paso del tiempo en tus líricas?
-Estamos más grandes, podemos decir que lentamente estamos llegando a una mediana edad, y creo que se nota en las letras, que hablan de cuestiones más maduras. Pero al mismo tiempo está ese energúmeno que llevo adentro y que se rebela ante la posibilidad de madurar, sentar cabeza y llevar una vida “normal”. Hay letras fiesteras, divertidas, casi de autoayuda, existencialismo, rebelión, comunión y respeto… y un poquito de falta de respeto también.

-Hasta ahora, navegaron bastante entre el punk y la música pesada, ¿te parece que en este disco se inclinan decisivamente hacia el punk?
-Definitivamente fuimos metiendo más canciones de este tipo, pero todavía no terminamos de salir del clóset punk, por eso decimos que hacemos punk´n´roll. Ahí podemos jugar un poco más con los conceptos sin casarnos con un estilo. Los que nos conocen saben que podemos salir con cualquier cosa: baladas, metal, punk rock cuadradísimo, lo que sea que le haga mejor a la canción.



-La tapa del álbum remite al afiche de alguna película de terror ochentosa, ¿qué se intenta transmitir con esa imagen? ¿De dónde salió la idea?

-Tuvimos muchas idas y vueltas con el tema del arte, por un lado, pensábamos seguir con la temática de tener una chica de portada; por el otro, no queríamos seguir recorriendo los mismos caminos. Fue idea de Adrián de Undurraga (batería), que quedó maravillado con Kung Fury (NdlR: film cómico de 2015 que homenajea a las películas policiales y de artes marciales de la década del ‘80), usar una de las fotos que nos sacó Santiago Barros y, con su diseñador Ezequiel Ezequielian, nos puso una noche encima con una luna. Sumando la tipografía de Rodrigo Seijas quedó esa tapa de película ochentera.

-Sus presentaciones en vivo siempre se destacaron por la gran intensidad, ¿cómo se vienen preparando para el cierre del año en el Roxy?
-Somos unos sacados, nos gusta lo aparatoso, divertirnos, sonar bien y sorprender un poquito. Lo que más me importa es que la gente se divierta, se ría, baile, que sacudan sus hermosos cabellos… si sonamos perfecto, genial, pero, para mí, con eso no alcanza. Quiero que el público se vaya canturreando alguna canción, contento de haber pasado un momento re copado, que se contagie de nosotros que siempre estamos cual comediantes en el escenario.

-En 2017 cumplieron diez años de actividad, ¿en qué aspectos considerás que evolucionaron en esta década?
-Cambiamos las técnicas, las composiciones, el idioma, bajamos las ansiedades, nos portamos mejor (o peor)… de alguna manera. Siento que somos los mismos pendejitos que cuando armamos el conjunto. No parecen haber sido diez años. Para un grupo que hace un estilo de música muy poco común, nos fue bastante bien. Recolectamos muchísimos amigos, anécdotas, días y noches de resaca y algún que otro morlaco por la molestia (risas).

-Cobra Sarli puede pasar de temas bien agresivos como “Matemos a tu mamá”, más profundos como “Lo único que pido” o incluso algunos de tinte algo lúdico como “Coche ruta droga nena”. ¿Cómo llegan a un repertorio tan heterogéneo?
-Creo que ahí está lo que nos define. Por ejemplo, “Matemos…” contiene un mensaje de rebelión contra el mundo al que estamos atados; “Lo único que pido” es una radiografía de lo que siento al andar por el camino del rock pesado y ya no tener 20 añitos ni ser la bandita nueva, y también es un pedido para que “no se ablande tanto la milanga”, como decía Pappo (risas). Como humano, tengo miles de impresiones y pensamientos distintos, que seguro a todos nos debe pasar; mi decisión es hacer canciones de estas cosas.

-¿Cómo se ven para los próximos diez años?
-Algunos tendrán más panza y menos pelo, todos envejeceremos con gracia y estilo. Igualmente, creo que en cuatro años tendré una muerte inesperada y ahí el conjunto se va a hacer famoso de verdad. Incluso, harán reuniones para ver si vale la pena hacer un holograma mío para salir de gira, pero van a llegar a la conclusión de que es más redituable hacer uno de Gustavo Cerati o Charly García (que para entonces ya habrá sucumbido ante una avalancha de groupies), y terminará toda nuestra historia con un documental para Netflix. En caso de que eso no pase, seguiremos sacando CD´s y divirtiéndonos como siempre, tratando de hacer mucho quilombo sin romper nada. Y si podemos dejar un hermoso recuerdo y legado para las generaciones rockeras que vienen, mejor.

*Sábado 23 en The Roxy Live, Niceto Vega 5542. A las 23.

 

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