"Tenemos una impronta muy propia"

Luego de varios vericuetos, finalmente se dio lo que los integrantes de Pyramides deseaban, compartir escenario con El Último Vecino, banda oriunda de Barcelona. La cita será en el Espacio Cultural Mi Casa, el sábado 28 de octubre. “Ellos son los protagonistas de este show”, asegura Andrés Centrone. “Queremos que se luzcan”, indica el baterista del conjunto que completan los hermanos Alonso y Facundo Romeo (bajista y guitarrista, respectivamente), Jonathan Chendo (guitarra) y Hernán Molinari (a cargo de los sintetizadores). “Hace tiempo lo queríamos hacer, porque nos encantan”, dice Alonso.

En sus casi tres años de actividad, los Pyra compartieron line up con Mujercitas Terror, Motorama, Bestia Bebe, Tall Juan, Riel, El Sur, Hojas Secas, Las Kellies, Las Piñas, 107 Faunos, Amor en la Isla, Rey Hindú, Super 1 Mundial, entre muchas otras. Por eso no sorprende que hayan gestionado con tanto empeño la participación de EUV en Buenos Aires, ya que entienden la camaradería y la solidaridad como una cuestión esencial para que la escena se desarrolle. “Es lo que nos sale y se trata del mejor camino que encontramos para movernos”, explica Alonso.
 

Con sede en Avellaneda, Pyramides se distingue por lo ancho de sonoridad, que interactúa con el noise, la new y no-wave, el dream pop y, principalmente, con el post punk. “Eso viene bastante de Facundo. Si bien a todos nos encanta, el sonido oscuro que genera fue algo que nos decidió a la hora de cargarnos con el proyecto”, reconoce el menor de los Romeo.

Bajo ese paraguas, en 2017 lanzaron Vacíos y Variables, presentado a sala llena en el Caras y Caretas ("Jamás lo voy a olvidar ese marzo, por la tensión y el nerviosismo", confiesa Alonso). Producido por Ignacio Castillo, de Temporada de Tormentas, y editado por el sello Fuego Amigo Discos, el sucesor del EP (2014) viene a confirmar lo que muchos sostuvieron en su momento, que Pyramides es una banda a la cual hay que prestarle atención, con matices e intensidad, con furia y sensibilidad, capaz de conmover y entusiasmar en partes iguales.

Sobre el trabajo con Castillo, Centrone señala que nunca le llevaron una referencia, que el proceso pasó por pulir y potenciar lo que se tocaba en la sala de ensayo. Según el bajista, confiaron plenamente en él, por sus gustos y por sus ideas. Delegaron en su persona y en su capacidad las decisiones. En síntesis, se dejaron guiar. Por último, concluye: “Nunca dijimos ‘queremos sonar así’, aunque siempre apuntamos a sonidos que nos gustan. Tenemos una impronta muy propia, que sale de nosotros mismos. Tocamos de verdad, de corazón”.

*Sábado 28 en el Espacio Cultural Mi Casa, Aguero 787. A partir de las 23:30. Juato a Dynammo y El Último Vecino.