Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Pommez Internacional

"Siempre tuvimos una propuesta mestiza"

Cronista: Lucía Fernández | Fotos: Gentileza: Prensa

06 de Diciembre, 2016

"Siempre tuvimos una propuesta mestiza"

La banda sigue presentando Canto Serpiente, su tercer disco, donde combina minuciosamente un sonido análogo y electrónico, que da forma a las trece crónicas que lo componen.

Pommez Internacional es una banda que a través de la experimentación logra un sonido intenso y auténtico, donde convergen diversos géneros. El proyecto es liderado por Juan Ibarlucía (entrevistado por este medio), junto a Hernán BallottaIgnacio CruzDemian ScalonaTomas Bonifacio y Nicolás Croci.

-Disco a disco la banda ha ido cambiando de formación. ¿Qué tan negativo como positivo puede ser eso?

-Pommez Internacional comenzó como un proyecto mío y de Hernán con la intención de construir nuestro propio espacio creativo. Si bien inicialmente tuvo un espíritu más cercano al de un grupo tradicional, para cuando sacamos nuestro primer disco, Contraluz Contraataque (2010), ya estábamos en una situación híbrida, con colaboradores que entraban y salían. Si vos mirás nuestra discografía, funcionamos un poco como un grupo de jazz, con aliados musicales distintos para cada álbum y gira. La dinámica cambiante que teníamos y la nueva estabilidad que tenemos -misma formación desde fines del 2014 a la fecha - nunca son procesos deliberados, sino resultado de los intereses y las circunstancias de un momento específico. Tal vez hagamos ocho discos más con la misma formación, tal vez no. Depende de cómo nos sintamos todos. El resultado de esta forma de pensar las relaciones es una discografía que se enriquece por los distintos músicos que la atraviesan y una banda que también forma músicos que después emprenden nuevas aventuras. Desde lo artístico, me parece una filosofía 100 por ciento positiva.

-En Canto Serpiente, su nueva placa, volvieron a trabajar con Juan Stewart como productor. ¿De qué manera él influyó en sus discos?

-Su rol es dinámico. No es exagerado decir que Juan fue un integrante de Pommez Internacional en estos primeros tres discos. Cuando comenzamos a trabajar -con 19, 20 años- fue un mentor y padrino que nos enseñó cómo se hacía un trabajo profesional. Con la experiencia, fuimos evolucionando a una dinámica muy distinta. En Canto Serpiente fue el responsable de guiarnos en las distintas situaciones musicales que el disco propone, extrayendo lo mejor de cada estudio en el que trabajamos. También fue fundamental para balancear nuestra tendencia expansiva. Su interés por generar entornos de trabajo con límites definidos fue clave para dar cohesión a un disco que de otra forma podría haber sido caótico.

-Al igual que en Buenas Noches América (2013), este disco tiene referencias geográficas específicas, que funcionan como crónicas de viajes. ¿Cuál es el punto de quiebre en el que algo autobiográfico, por así decirlo, termina siendo un mundo imaginario?

-Es imposible para mí saber dónde comienza ese punto de quiebre. No tengo certezas sobre la existencia de esos límites. Nuestra memoria y experiencia, lo que consideramos nuestra propia vida, no es otra cosa que una serie de historias que nos contamos a nosotros mismos, cristalizadas a través de la repetición. En lo que concierne al mundo emocional, estamos siempre en el terreno de lo imaginario. Creo que la novedad que propone Canto Serpiente tiene que ver con la inclusión de un registro poético que se sale de las categorías habituales de realidad/ficción. Componer este disco implicó también pasar por la experiencia de salir de esa dicotomía. Creo poder identificar qué elementos son artificiales y cuáles no, pero bien podría estar mintiendo.

-¿Por qué en esta oportunidad la territorialización del disco fue menos local y a su vez navegó por regiones tan dispares? ¿Cuál sería el común denominador entre todas estas crónicas que hacen que el disco no sea conceptual?

-Canto Serpiente termina de plasmar un tipo de forma con la que Buenas Noches América ya amagaba. No son discos conceptuales en el sentido tradicional del término, pero cuentan una historia general. Los denominadores comunes tienen que ver con temas y escenarios, no con personajes. La disparidad de los territorios mencionados en el disco tiene que ver con mi vida personal. Mis tres últimos años fueron bastante nómades. Creo que el privilegio inmenso de poder conocer el mundo te permite acceder a una visión más general de ciertos problemas, incluso a cuestiones básicas como la vivencia del amor o la muerte. Intento dar testimonio de lo que veo y evitar la repetición. De alguna forma creo que este nuevo disco toma algunos de esos problemas sugeridos previamente y los lleva a un escenario más grande.

-En Canto Serpiente el entorno también se expande más allá de la música electrónica y fusionan instrumentos analógicos con digitales. ¿Esto se dio de antemano para poder adoptar ritmos latinos y africanos conforme a la lírica, o simplemente surgió dentro de la misma experimentación que los caracteriza?

-Es que nosotros nunca hicimos música electrónica, siempre tuvimos una propuesta mestiza. En este disco hay una variedad enorme de instrumentos: sintetizadores modulares y guitarras estruendosas, tambores, bata y ensambles de cámara. En nuestro caso nunca son situaciones planteadas de antemano, sino resultados de un proceso orgánico de juego y creación. Las canciones sugieren arreglos y a su vez esos arreglos generan universos musicales que devienen canciones.

-¿Cómo sigue la gira con este disco? ¿Qué lugares por explorar y planes hay para el próximo año?

-Hasta el 17 de diciembre estamos con recitales en Argentina. Luego nos tomamos un descanso corto y juntamos energías para el 2017, el año donde saldremos a mostrar Canto Serpiente en todos lados. Como punto cero esperamos volver a México, Estados Unidos y España, así como llegar a países latinoamericanos a los que nunca fuimos (Chile, Perú, Colombia). También queremos llegar a nuevas ciudades del interior de Argentina las que lamentablemente no pudimos ir aún. Seguramente sea un año de mucho movimiento.

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