Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Diego Frenkel

Con el ritmo como estandarte

Cronista: Fernanda Miguel | Fotos: Gentileza prensa

15 de Septiembre, 2016

Con el ritmo como estandarte

El cantante y compositor presenta su nuevo material este jueves en el Teatro el Picadero, pero antes, se tomó unos minutos para conversar con nosotros sobre su presente.

Hace unos siete años que Diego Frenkel transita su etapa solista tras de haber liderado La Portuaria, una de las bandas que en los 90 supo posicionarse en todas las radios y en la cabeza de muchos fans. Antes de esto, hubo un disco en solitario que sacó en el 96. Después de la primera separación de su grupo, llegó el turno de Bel Mondo, para luego abrirle paso a la última etapa de La Portuaria, que lo llevó al camino que hoy transita.

“Como todo cambio es una desestructuración. Cuando saqué el disco El Día Después, que es acústico, necesitaba un recogimiento hacia mí mismo, como una búsqueda de cierta intimidad, de profundidad. Fue un álbum muy singular porque ya que lo compuse teniendo en cuenta cada detalle, un trabajo muy sutil que costó mucho tiempo”, dice Frenkel, quien hace un tiempo, en otro medio, también habló de esa etapa como un duelo.

-Justamente, dijiste que ese disco fue más introspectivo y Ritmo tiene un aire distinto, ¿en qué momento de tu carrera te llega?

-Me llega después de haber transitado bastante con esta banda (Células), y haber encontrado con ellos un sonido singular y una empatía como personas, una comunión que me permite trabajar de un modo muy simple, fluido y llegar al hueso de las canciones rápidamente. Por cierto, gran parte del trabajo surgió en el proceso creativo, experimentando con el grupo.

-Además de tu nueva placa, estás presentando el tema “Desarme”, el cual compusiste junto a tu hijo, León. ¿Es la primera vez que trabajan juntos?

-Es una belleza esa situación. Tocamos siempre en casa, en vacaciones y lo ha hecho conmigo en varias giras. Ahora tiene 17 años y es un re guitarrista y compositor. Esta canción surgió en Córdoba, a fin de año, yo tenía el compromiso de hacerlo para el documental homónimo y estaba armándolo. Entonces, le pedí que me ayudara e hizo todo un arreglo de guitarra que se convirtió en el leitmotiv del documental. Fue genial porque incorporó su energía, su mirada musical y un aire fresco que me encantó.

-El documental que mencionás habla sobre el caso del Tirador de Belgrano, planteado desde el relato de los padres de Alfredo Marcenac, una de las víctimas. ¿Por qué decidiste participar?

-Porque me resulta interesante la causa y porque me gusta hacer música de contra imagen, documentales, películas y además disfruto del desafío de hacer algo en función de un imaginario o de un relato. Ya lo había hecho para teatro y esto me resultó muy atractivo y dificilísimo, porque la temática es muy compleja como para inspirar algo. Me conecté un poco con varias cosas, en el espíritu de la juventud de ese chico y de sus pares, pero no desde un lugar melancólico, sino en que el espíritu de esa persona trasciende en el tiempo y en eso me ayudó León, al ponerle su arreglo. La intención poética es dificilísima en esos casos y fue atravesar todo lo que me proponía el director sobre el desarme y sobre cómo también una familia logró atravesar esto y convertirlo en lucha.

-¿Este tema puede llegar a formar parte de algún material nuevo?

-No lo sé porque es una canción que hice tres meses después de Ritmo y todavía no tengo perfilado para nada un nuevo trabajo, entonces no tengo idea si es un tema que queda suelto y suena o va a formar parte algo.

-Te vas a presentar con Células en el Picadero, ¿qué nos podés adelantar de ese show?

-Vamos a tocar las canciones de Ritmo, que para mí son como muy brillantes, tienen mucho alma y mucha onda que va a parar al cuerpo y, por supuesto, también a recorrer temas de diversas épocas mías, como de La Portuaria, que hacemos reversiones. Además vamos a presentar “Desarme”, que va a incluir a mi hijo en el escenario.

-Yendo a otro plano, la vieja escuela del rock dice que la escena no puede revivir más, ¿cuál es la percepción que tenés vos que seguís vigente?

-Me cuesta responder, porque en general ese punto de vista lo tienen los periodistas,  no los músicos. La perspectiva y el zoom out que podés hacer se dificulta mucho desde adentro. Siento que siempre se idealizan los tiempos pasados y yo he vivido tiempos muy distintos. A mediados de los 80, cuando empecé con Clap, era todo muy excitante, pero super under y era muy difícil de trabajar. Después vino el auge de los primeros 90 con La Portuaria y todo ese momento efusivo, casi eufórico, que se presentaba también por un ingreso de dinero de la sociedad que después terminó. Estábamos conectados con una idea de mundo, uno solo, multiétnico, más libre y estaba bueno esa parte y me tocó ser fundamentalmente protagonista de la escena musical de ese momento. Luego vino una debacle, un quilombo, un bajón cultural que fue cayendo muy a pique. Pero el asunto va rotando todo el tiempo, el tema es que ahora no puedo hablar de la cultura rock porque yo creo que está mutando tanto y son tiempos muy nuevos. Estamos atravesando momentos muy difíciles de comprender desde adentro, que están modificando la vida en general: desde la disparidad económica en la que el mundo vive, a la digitalización de la comunicación permanente. Son cables muy fuertes que creo que todavía no devinieron en un lenguaje nuevo en la cultura. Es más, asumo que está un poco más vacío pero siempre la historia pasa por estos momentos.

*Jueves 15 en el Teatro El Picadero, Pasaje Santos discépolo 1857. A las 20:30.

 

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