Ruben Casco
"Pusimos énfasis el en las letras y la expresión, en que el disco esté vivo"
11 de Septiembre, 2016
El músico lanzó su cuarto álbum, Refugio, donde a través de melodías delicadas y una estética íntima comparte un viaje introspectivo hecho canción.
-Un refugio es “un lugar para protegerse de un peligro”. ¿Por qué elegiste este nombre para tu cuarto disco?
-Sí, un refugio es un lugar para protegerse de un peligro, generalmente externo. El problema es cuando el peligro, por llamarlo de alguna manera, está dentro, cuando no hay dónde ir o dónde protegerse. Ése es el refugio del que hablo en el disco, es el trabajo interno donde uno puede transformar lo aprendido, lo conocido o lo establecido como real en una nueva percepción de uno mismo y del mundo. Yo lo elegí porque el disco fue construido desde éste lugar, del que te hablo. El último refugio de los refugios, cuando ya no queda nada, es nuestro cuerpo, nosotros mismos, es mirarnos en silencio, ver qué pasa, ahí hay información a la que no le damos bola, que está en nosotros, y eso no te lo enseñan en la escuela o en el trabajo.
-¿Podría decirse que la música es un refugio?
-Sí, pero creo cualquier actividad creativa que está en una constante búsqueda te expande la percepción y la consciencia. Por eso es muy importante dónde ponemos nuestra atención. La música, los libros, las películas que miramos, nos muestran mundos que enriquecen la experiencia de vivir.
-A diferencia de tu primer disco, Aquí voy (2007), este es más introspectivo e íntimo. ¿Esto se dio de manera intencional o simplemente fue consecuencia de la constante exploración musical?
-Ocurre que Aquí voy es más pop y sí, Refugio es muy diferente. Sin dudas es consecuencia de la exploración musical y personal. Las canciones de aquel trabajo las hice hace 12 o 13 años y en el medio pasaron muchas cosas. Es inevitable el cambio musical.
-Entre tus discos anteriores hay tres y cuatro años de diferencia, En cambio, este fue el que más pronto salió, ya que fue dos años después de Ofrenda. ¿Las canciones habían quedado pendientes o fueron todas compuestas para este disco?
-Es verdad, es el más cercano pero también es el más corto. Todas las canciones fueron compuestas para este disco, salvo “Bajo el cielo”, que estaba entre los demos de mi disco anterior. En Ofrenda me pareció que no encajaba porque es más denso, más oscuro (salvo por “Florece” que es una canción bien pop) y me parecía que iba a tener su oportunidad en otro momento. Cuando comenzamos a trabajar en Refugio no estaba muy convencido de la canción. Tenía grabada una versión con Rhodes, batería eléctrica, guitarra eléctrica y le pedí a Ezequiel Kronenberg que grabara lo que él quisiera, pero con guitarra criolla. Cuando me entregó la maqueta de la canción supe que era para este disco.
-¿Qué pretendiste comunicar con este nuevo álbum?
-Refugio nació con la intención de grabar lo justo y necesario, pocos instrumentos, sin coros, ni batería, ni bajo, ni guitarras eléctricas o teclados, que sea simple y honesto. Me sentía un poco saturado de información y buscaba hacer algo con instrumentos acústicos, algo más orgánico, y que la búsqueda musical pase por el “cómo” abordar la canción. Usamos piano, guitarra criolla y acústica, percusión, arpa y armonio. La idea fue poner énfasis en las letras y la expresión, en que el disco esté vivo.
-En el disco incluiste “Mi pueblo en su sitio”, un poema de Cacho Vedoya ¿A qué se debe la elección?
-Originalmente, es un chamamé que tiene música de Aldy Balestra y letra de Cacho. Hace unos años le pedí a Aldy un par de canciones suyas y las re grabé en casa con el piano, dándole mi perspectiva. Mi intención era producirle un disco de chamamé con mis conceptos “no chamameceros”, para ver qué salía de eso, pero no lo llegamos a concretar. De esa experiencia quedó un registro de ésta canción. Cuando comencé con la idea de grabar Refugio tenía ganas que forme parte del disco. Y no sólo fue parte sino que terminó siendo un hilo conductor, desde el comienzo fue nuestro eje, con Manza (Esain, productor e integrante de Valle de Muñecas) buscamos como concepto para el disco algo más cercano al folclore sin que sea algo impostado.
-El trabajo también contiene un poema en guaraní recitado por Marily Morales Segovia, también poeta correntina ¿Cómo surgió la idea?
-Fue por una sucesión de acordes improvisadas que registre con el piano. Tenía ganas de grabar un recitando en guaraní, que es muy rico fonéticamente y muy rítmico. Lo llamé a Aldy para que me recomendara algún poeta correntino, ya que siempre me guía en todo lo que sea folclore y sobre todo chamamé. Me pasó la grabación del recitado de Marily sin música y, cuando la escuché, ¡me encantó! Volví a grabar y le agregué su voz, me contacté con ella, le mandé lo grabado y le gustó. Me parecía perfecto para cerrar el disco. Ella y Octavio Osuna, que grabó la voz de “Mi pueblo en su sitio”, me parecen sumamente expresivos en su manera de decir, y fue lo que buscamos durante todo el disco.