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Superlasciva

"Cuanto más experiencia, más pequeños son los aprendizajes"

Cronista: Redaccion El Bondi | Fotos: Gentileza: Prensa

21 de Julio, 2016

"Cuanto más experiencia, más pequeños son los aprendizajes"

El guitarrista y tecladista Manuel Farizano cuenta minuciosamente los detalles de Todo está al borde, el último disco de la banda. "Suena increíble, la mezcla es muy buena y orgánica", apunta.

 El sexto álbum de Superlasciva está inspirado en la realidad. Más allá de la libertad que cada uno se pueda tomar para darle su propia interpretación a las letras, el guitarrista y tecladista Manuel Farizano cuenta que Todo está al borde tiene tres principales tintes: el clima, la pasión y la política. A las letras de éste último álbum se le suma una producción realizada con albedrío por cada uno de sus componentes, el aprendizaje basado en la experiencia y la potencia de las canciones. “Los temas por ahí son más dinámicos que en otros discos, ya que la música te empieza a despabilar un poco. Te da vibración buena, pero también te hace viajar, con composiciones como ‘Litoral’ o ‘Mitos bipolares‘", cuenta Farizano.

-¿Qué representa la tapa del disco?

-Sentíamos que este trabajo tenía más movimiento y dinámica que los anteriores, que era un poco más vibrante, y se buscó eso para la tapa. No sabemos bien si el gato está como al acecho de algo, perdido en movimiento de la música o en una situación al borde de extraviarse en esas ondas. Habrá que escuchar el disco para saber.

-¿Cómo se relaciona esta tapa con las letras y la música?

-En mi casa, que es donde tenemos la sala y ensayamos, hay dos gatos. Son animales que tienen mucho movimiento y se desplazan con elegancia por los lugares más complicados. Además, son muy cautivadores y te hechizan un poco. Pero más allá de eso, no hay una relación directa con las letras. Mientras que con la música es como contaba antes, del movimiento, la vibración, pero el arte gráfico suele ser un párrafo aparte, más allá de que va de la mano en algún punto, vos con la tapa te imaginas más o menos qué música puede ser.

-¿Qué aprendieron en el armado de éste último disco que les hubiese gustado saber para los anteriores?

-Cuanta más experiencia tenés, son más pequeños los aprendizajes y vas puliendo cosas. Reafirmamos lo importante, de hacer una buena preproducción, de grabar mucho en los ensayos, de tenernos más paciencia entre todos, de que siempre tiene que reinar el buen humor, que siempre es importante que todos aporten. También de tener un equipo externo, que es súper esencial para sacarte los vicios. O sea, el co-productor musical o un ingeniero de grabación que sabe lo que querés.

-Entonces, el armado de Todo está al borde fue diferente.

-Sí, ya que el disco anterior, Acerca de las batallas perdidas (2014), se armó por separado, como si fuera un demo, sin ensayos. Fue una etapa especial, estábamos con muy poco tiempo para juntarnos y nos pareció una buena idea, porque uno siempre en los placas extraña algunas cosas de los demos. Lo produje solo y también hice de ingeniero. Fue una linda experiencia, pero agotadora. Más allá de que lo mezcló el groso de Mario Breuer, con quien aprendí un montón y es una maravilla de persona, creo que algunas cositas que le fui pidiendo en la mezcla no quedaron del todo bien, como la batería (muy baja) o las voces (muy fuertes). Ya estaba quemado, no me daba cuenta. Hoy digo, no le hubiera pedido casi nada, lo hubiera dejado hacer, así que para este disco ni me metí en la mezcla, lo deje hacer a Mariano Bilinkis. Confié plenamente en él y en Pelu Romero, y quedó increíble. No es que antes no confiara en los que mezclaban, pero me metía bastante en las decisiones. Si no tomas un poco de distancia, la podes pifiar.

-¿Por qué fue grabado totalmente en vivo?

-Porque intentamos transmitir lo mejor posible la esencia de la banda en vivo, y que suceda casi sin agregar nada. Que sea más fresco. La producción de la primera etapa la hicimos entre todos, tratando de buscar una comodidad y un consenso; y para la última etapa, lo sumamos a Pelu Romero, en la producción. Él nos conoce bien, nos había escuchado bastante en vivo y queríamos una autoridad externa para que sumara ideas y nos corrigiera vicios (risas).

-¿Qué le dio al disco el toque de Pelu Romero?

-Un buen ejemplo de su aporte fue “Parcos”. La tocábamos de otra manera y él nos dijo que, con la letra que tenía, no la podíamos hacerla así, que le teníamos que dar más fuerza, más mugre, y así quedó. También hicimos un interesante laburo de voces, que en otros discos no habíamos hecho: muchos temas terminaron con tres voces, colchones, cosas que suman. Además, él se juntó con Rober (Decotto, cantante) para trabajar las interpretaciones y algunos lugares de su voz.

-¿Qué significa que Todo está al borde como concepto?

-Tiene varias lecturas. Una es con dar todo en lo que uno ama y hace, es algo pasional, estar al borde en eso. Otra es más visual, muchas canciones tienen que ver con el litoral, su clima, el río. Por otro lado, tiene que ver con el ambiente que estamos viviendo este año política y socialmente: las cosas se complicaron mucho, la intolerancia es cada vez más grande, todo se judicializa, los políticos están siendo incapaces de resolver las cosas con política. Te llega una factura y estas al borde de un ataque de nervios y no te alcanza para nada la plata, se perdió mucho poder adquisitivo, y los que están gobernando son todos multimillonarios, que no tienen sensibilidad social.

-¿Quedaron a gusto o le cambiarían algo?

-Quedamos súper a gusto, suena increíble, la mezcla es muy buena y orgánica.

-¿Está entre sus mejores discos?

-Sí, seguro.

-De todas las lecturas que se puede hacer sobre sus temas, ¿cuál es la que prefieren que el público haga?

-Las que a ellos prefieran, son letras abiertas y me da mucha satisfacción y curiosidad las interpretaciones que hacen de los temas. Por ahí me las comentan e imaginan cosas buenísimas que a mí ni se me pasaron por la cabeza, ¡es genial!

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