La vida es un show

La banda suena a toda máquina en la sala de ensayo. El sonido es intenso. No parece un encuentro para probar, sino que se escucha como si fuera una auténtica presentación en vivo. La recepción la hacen vestidos y maquillados, tal y como se presentan en sus recitales y se dejan ver en videoclips; estos chicos no se lookean para la ocasión, ellos son lo que le muestran a su público. Son Al Queen, todo el día. Todos los días.  

-Traían un bagaje ‘stoner’ muy fuerte, ¿cómo manejaron este cambio, no sólo en lo estético sino también en lo musical?
Ariel Paradiso: -Quizás, lo más interesante fue como sentimos esta transformación musical en función de las influencias musicales que cada uno de nosotros traía consigo. Eso permitió que la banda se corriera hacia otros géneros que antes no exploraba; en un principio, eramos mucho más Hard rock y luego eso mutó en espacios como el pop, la electrónica y otras cosas.
Alky Alkaraz: -Antes componíamos mucho con Ariel y funcionábamos como un dúo. Para este disco, decidimos ‘abrir la cancha’ y fue ahí cuando entraron Fer (Goncalves) y Alvear (Ferreira). Desde “Transmutable” a este presente con “Hotel Paraíso”, fue todo un camino el que hemos transitado; un camino en el que, aún, no caímos de todo lo que hicimos y en el que recibimos mucha ayuda, incluída la de nuestro productor Joaquin Rosson.

-¿De dónde nace esta propuesta mucho más ‘glam’?
Fer Goncalves: -El término ‘glam stoner’ surge de nuestro primer Ep. Desde “Transmutable” a “Hotel…” hubo un cambio, no sólo estético sino también a nivel sonoro. Lo ‘stoner’ está en ese primer disco que cuenta con una base muy ‘hard rockera’, con melodías y colores bastante oscuros; cuando grabamos este material, aparecieron atmósferas que no estábamos vibrando y ahí es cuando apareció lo ‘glam’ en la banda. Intentamos explotar todo lo que es arte en materia visual, siendo que es algo que no se ve mucho en el país e intentamos que sea una de nuestras características fuertes. Los que vienen a nuestros un shows se encuentran con todos esos temas oscuros que pertenecen a nuestra primera etapa y con lo nuevo, en donde trabajamos con los sintetizadores, y hacemos con baladas, y canciones con melodías mucho más amigables.
A.A.: -Cada integrante trae consigo una inlfuencia. Esta formación, que cuenta con Fer y con Alvear permitió que podamos armar otra cosa y empecemos a crear a partir de allí.

-¿Cuál fue la búsqueda musical a través de “Hotel Paraíso”?
Alvear Ferreira: -Principalmente, buscamos hacer un disco conceptual que tuviera diferentes matices. Tratamos de proyectar musicalmente todo eso que buscamos como ideal compositivo; es un disco que tiene dos partes: la primera, con temas mucho más bailables y la otra mitad con un concepto para otro público.
A.A.: -El disco tiene un matiz muy cantado. En el verano en que lo compusimos, nos influenciaron muchas de las vivencias que se ven plasmadas en el disco.
A.P.: -Las letras tienen mucho de lo que hicimos ese verano. El disco se compuso, inicialmente, de forma muy rápida. Todos los días surgía algo que nos inspiraba a componer las letras y a veces, cuando lo escuchamos, sentimos que es un disco que tiene dentro muchísimas cosas vividas.
A.F: -Existe un demo de este álbum, el cuál se grabó en un estudio portátil que nos llevamos a la costa y que nos sirvió como maqueta para lo que grabamos el resto del año. Algún día, quizás, lo publiquemos pero seguramente será más adelante (risas).

-Entonces, ¿el disco terminó resultando mucho más rockero de lo que tenían pensado?
A.A.: -Si porque estábamos muy ‘abiertos’ en busca de nuevos horizontes creativos, intentamos llegar a los límites. En ese verano, cuando salíamos de noche no escuchábamos a Pantera sino a David guetta, y por las mañanas sonaba Placebo. Era un mix muy grande.
F. G: -Este es un disco se dio de forma natural. Nosotros no pensamos que para la vuelta de nuestro descanso, íbamos a traernos un disco, sino que íbamos de viaje para poder conocernos mejor y logramos una química muy explosiva, que fue lo que intentamos plasmar en el álbum.
A.F.: -Todos venimos de un palo mucho más ‘pesado’, con melodías mucho más intensas como las que trae el punk o el metal. Entonces, esto que es nuevo para nosotros, nos demostró que podemos hacer algo diferente y sin condicionamientos previos.

-La escena argentina tiene contrastes muy marcados. Por un lado el rock ‘Rolling Stone’, por otro una fuerte tradición metalera y un espacio para un pop, muy cercano a Leo García o Miranda. ¿Sienten que hay lugar para una banda como Al Queen?
A.P.: -Creo que en esta búsqueda está la real ganancia de lo que propone la banda porque sentimos que estamos haciendo algo nuevo. Entendemos que “ya está todo inventado”, pero sentimos que quedan por explorar muchos caminos; no se si en la escena existe algo parecido a lo que proponemos. Nosotros lo sentimos como una obra de teatro, desde nuestros maquillajes hasta el vestuario que lucimos, pasando por los juegos de luces; uno sabe cuándo y cuanto puede “cambiar” pero a nosotros nos funciona como un desafío.
F.G.: -Ser “diferente” te puede jugar tanto a favor, como en contra. A nosotros nos gusta llamar la atención, no buscamos pasar desapercibidos. En lo personal, siempre prefiero que se hable bien o mal, pero que se hable; hoy apostamos a cosas nuevas y recibimos buenas y malas críticas, pero sentimos que están hablando. Nos gusta jugar con los límites, por ejemplo, en nuestros videos abordamos propuestas zarpadas, en donde lo sexual es muy explícito, y nosotros vemos que los videos de las bandas de acá, muchas veces se muestra a los músicos ‘rockeando’ en un garaje. Pretendemos salir de eso y hacemos nuestro camino sabiendo que vamos a provocar.
A.A: -Es curioso, porque lo que dijimos con Ariel cuando volvíamos de esas vacaciones fue: “Cuando presentemos esto nos van a odiar, y después a matar” y nada de eso pasó. Se nos abrieron un montón de puertas por haber “cambiado” el rumbo que estaba establecido; antes, tocábamos para una escena determinada y ahora se abrió mucho más el espectro.  

-Son la cara de visible de la marca de anteojos Vulk, de la empresa de calzado Rock & Style, ¿cómo se manejaron para hacer oídos sordos a eso de “haberse vendido” y no sucumbir a ese tipo de comentarios?
A.P.: -Nosotros entendemos que no solo hacemos música, sino que hacemos arte. No nos conformamos con tocar solamente, por eso pensamos en una propuesta mucho más amplia en todo sentido.
A.A.: -Hay bandas que firman cualquier boludez. Se hacen los “cool”, dicen “yo no me vendo” y después firman cualquier cosa; en cambio, nosotros no hacemos eso y de hecho le dijimos que no a varias marcas, porque nosotros elegimos con quien involucrarnos. Desde las personas que nos fotografían, las marcas que nos acompañan y la elección de nuestro equipo técnico; todo tiene un sentido y no dejaríamos nunca ese aspecto librado al azar.
F.G. : -Todos personas muy metidas en el tema del arte. Alky y Alvear son tatuadores, yo soy modelo. Sabíamos que, si nos juntábamos los cuatro, esto iba a ser una propuesta mucho más completa que simplemente tocar; en nuestro caso, nunca estuvimos negados a eso que vincula a la moda con el rock. Afuera, quizás, eso esté mucho más aceptado y nosotros vamos a seguir haciéndolo mientras podamos y que otros elijan acompañarnos.
A.A.: -Para mi esta bueno sorprenderse. Que exista la posibilidad de que nosotros podamos ser la cara de un perfume, y que ese perfume acompañe algo que nos gusta, sentimos que es algo buenísimo.

-¿Cómo se preparan para todo lo que se viene?
F.G.: -Tocando mucho y con muchos planes de poder seguir haciéndolo, inclusive por el interior. También estamos trabajando sobre nuevo material en vivo y algunos videos. Sentimos que “Hotel Paraiso” es la primer puerta hacia el nuevo Al Queen que queremos mostrar; la idea es poder experimentar mucho más y seguir con cosas nuevas cosas.
A.F.: -Creemos que es fundamental no quedarnos con todo lo que logramos con el primer disco, por eso sentimos que hay que seguir para adelante.