"Editamos discos por inquietud"

-¿Cuándo y cómo arrancó la idea de hacer la película?
Martín “Moska” Lorenzo: -Con “Cucho” (Parisi, cantante) en la habitación del  hotel Camino Real, en México, hace tres años. Estábamos mirando un documental de Café Tacvba en Youtube. Dijimos: “Nosotros tenemos que hacer nuestra película”.

-¿Esa fue siempre la idea principal?
ML: -La idea era incluir materia de los  25 años y filmar sus festejos, que incluyó una gira por siete países en dos años y medio. Después a Octavio planteó la posibilidad de hacer un purgatorio, ese lugar con doce sillas en el que cada uno va comentando la historia y cómo ingresó a la banda.

-Octavio, ¿cómo laburaste con toda esa cantidad de material?
Octavio Lovisolo: -Quedó mucho afuera. La película, en un principio,  teníamos la idea de que no supere los 40 minutos, pero terminó con 1 hora y 47 minutos. Para algunos es un poco larga, para otros está bien, pero yo creo que al público en general le va a gustar. Otra cosas que hicimos fue utilizar temas que quedaron afuera de Y la banda sigue como banda de sonido. Eso es interesante. Está todo planteado como una línea temporal y tiene unos inserts que son o videos de temas o pequeñas cápsulas de la gira.

-Siendo la presentación de un material que expone una parte de ustedes, que no es la musical, ¿cómo lo vivieron?
ML: -Nosotros lo que no queríamos era actuar. Queríamos algo natural, porque no somos actores. Hay partes que son de estudio, que pueden llegar a ser más frías. También hay cosas de hoteles y giras que ahí nos encontramos en nuestro ámbito.

-Como director, Octavio, ¿cómo sentiste el trabajo de ellos?
OL: -Me costó mucho adaptarme a la vida de ellos. La gente cree que es de una manera y no es así. Estás muy cansado. Ellos son doce y cuando cuatro duermen ocho están despiertos. Siempre algún Decadente encontrás. Un cree que irse de gira con ellos es como un viaje de egresados, y es todo lo contrario.
ML: -Por eso creo que con el título Jorge (Serrano) la pegó. Al ver la película te das cuenta que es como un grupo de pibes que están de vacaciones, pero atrás de eso hay un estrés normal que es el de cualquier músico, por los aviones, la gira, los hoteles. Estresante es otra cosa.

-¿Es de lo que más se reniega?
ML: -Obvio, por eso tenemos una canción que en el estribillo dice: “No hay que rezongar que nos pagan por viajar” (“Otra vez a viajar”, Irrompibles, del 2010). Porque tocar es maravilloso pero quizá para hacer un show mañana a la noche tenés que salir hoy a la tarde. Y eso te quema un poco.

-¿La presentación de este material, que no es un disco de estudio, les genera otro tipo de ansiedad o les es indiferente?
ML: -Nada, cero estrés. Tener un disco nuevo es una alegría para nosotros. Cuesta mucho hacer uno, porque ya hablamos de todo.
Guillermo “Capanga” Eijo: -Es maduración, estamos más grande y aprendimos a convivir con todo lo bueno y lo malo que tiene una gira.
ML: -Aunque creo que eso de madurar le juega en contra al músico, pierde una parte. Pero bueno, la vas surfeando como podes.

-¿Qué relegaron ustedes con el correr del tiempo?
ML: -Nada y seguimos haciendo. Podríamos no editar más discos por la cantidad de canciones que tenemos, somos inquietos. Tenemos ganas.
GE: -Pasaron cuatro años de nuestro anterior disco, mucho tiempo más no íbamos esperar para hacer otro. Se caía de maduro.

-¿En algún momento no están trabajando para un próximo disco?
ML: -Hay procesos creativos más altos y otros en los que no hacés tanto. Para este, disco, Y la banda sigue, Jorge ya tenía un par de canciones de hace un tiempo y el resto se empezó a componer dos años antes.

-¿Cómo fue la dinámica de trabajo?
ML: -Cambiamos. El disco lo hicimos en 15 días, ahora las bandas no lo hacen en ese tiempo y menos teniendo un estudio. Buscamos que sea dinámico y que no nos queme la cabeza. Se hizo como era antes, cuando tenías que pagar un lugar y tenías un lapso acotado de trabajo. El tiempo no te garantiza que el disco sea excelente, eso es una fantasía.

-¿Lo llegan a disfrutar?
ML: -Se disfruta mucho y no se sufre. Porque cuando se te hace pesado el disco se termina poniendo viejo. Todo lo contrario a este último.
GE: -La mitad de los arreglos se hicieron en el estudio, yo la pase bárbaro. Mejor que en otros discos. Me sorprendí un montón al grabarlo.

-¿Tienen presente discos que no suenen frescos hoy en día?
GE: -No sé si discos, pero sí hay canciones, de las primeras, que reinterpretaría.

-¿Hay canciones que por esa cuestión que puntualizas no las hacen en vivo?
GE: -No, siempre está la posibilidad de tocarlas. Algunas, quizás, no las tenés más frescas y las tenemos que ensayar.
ML: -En general hacemos shows de una hora y media donde tocamos los temas que le gustan a la gente, o que nosotros suponemos que le gustan, y siempre tocamos algún tema nuevo. Por las inquietudes que tenemos. Hay casos especiales, como cuando tocamos en el Coliseo o en la próxima gira, presentando este disco, que nos juntamos y vemos cual de las canciones viejas, las menos conocidas, hacemos y agregamos unas diez. Entonces el concierto dura dos horas.

-¿La producción de este álbum difirió a la de Irrompibles?
ML: -Este disco tiene la mano de Gustavo Borner, quien produjo Mi vida Loca (1995), Cualquier puede cantar (1997) y En vivo en el Palacio de los Deportes – 25 Aniversario (2012). Nos metió en una dinámica que necesitaba otro tipo trabajo.

-Entonces, pese a toda esta cantidad de años, de giras, de discos, ¿se permiten aprender cosas nuevas?
ML: -Sí, aparte la búsqueda del audio y de la música, para aquellos que le gusta escuchar, es grande. Yo soy un poco obsesivo.
GE: -Tiene que ver con la superación. Y cuando eso sucede de manera grupal e individualmente está buenísimo.

-En una nota anterior Cucho marca que Mi vida Loca fue el disco que los catapultó y Sigue tu camino (2003)  es el más rockero. Y la banda sigue, ¿cómo lo definirían?
GE: -Es más cancionero.
ML: -Es relativamente corto para lo que veníamos haciendo. Ahora no puedo hacer un análisis, necesito alejarme un poco, ver la respuesta de la gente.

-¿Podrían rescatar un tema en particular que tenga una fuerza especial?
GE: -A mí me gusta uno que es de Moska, “Los pibes se portan bien”, un candombe que hicimos con Agárrate Catalina y con Denis Ramos (trompetista de No te Va Gustar).

-Cuando se fueron a México, ¿se encontraron con los mismos prejuicios que tuvieron acá?
ML: -Menos, cuando nos tocó ir por primera vez, en el '96, la gente ya estaba pegada lo que era la música del mundo. Los músicos también. Ahora nadie es prejuicioso, ni acá ni allá.

-¿Se topan con bandas que hayan seguido su línea?
ML: -Sí, un montón. No te voy a decir quiénes. Acá, en México, Paraguay, en varios lugares. Incluso, hay una banda en Japón iguales a nosotros. No sé si alguna vez nos escucharon. Es nuestro ritmo, la ropa escandalosa que usábamos. “Son los Decadentes japoneses”, me dijo Gaston (“El Francés” Bernardou).