Richter
Danzallamas
Cronista: Gentileza: Bruno Lazzaro
21 de Marzo, 2006
Siguiendo el camino que inauguró Adicta, Richter se perfila como una de las mejores apariciones electro pop de los últimos años. Y lo confirma con un álbum atractivo donde el rock también es partícipe
Con 7 años de historia sobre sus espaldas Richter volvió al ruedo con “Danzallamas”, un trabajo que confirma lo que ya habían prometido en su anterior disco “Epicentro”. Y, no solo eso, sino que se erigen como uno de los máximos exponentes del electro-pop junto a los ya consagrados Adicta. En “Danzallamas” la banda saca a relucir los mejores estribillos poperos con aportes gancheros de sintetizadores y programaciones que, bien empleados por Zenitram y Schéller, terminan por pulir canciones completas logrando un gran material.
Con la voz cavernosa y redonda de Zenitram al frente, mezclada a una oscuridad al estilo de Los 7 Delfines y un pop pegadizo onda Virus, Richter consigue un mix interesante que no se queda sólo en el tradicional punchin pun, sino que aporta ciertos aires sónicos como en “El país de Maradona”; algo de electro rock ricotero en “Te vas a Berlin”; una cuota de canción y melancolía en “El Fénix” (homenaje al desaparecido bar de la calle Libertad); un potente hip hop tecno en “La cadena”; un dance hitero en “Aclara (en secreto)” y un candome rock electro en “Mujer horizontal”, tal vez el mejor tema de la placa.
Todo esto, sumado a interesantes letras con crítica social (“Soy la reina del Plata”), fábulas de la noche dance (“Kill) y el mundo cool en que se sumergen las modelos (“La Virgen de la pasarela”), es Richter. Una banda que demostró mucho más de lo que prometía. Un álbum para danzar, pero también para escuchar algo de rock.
Con la voz cavernosa y redonda de Zenitram al frente, mezclada a una oscuridad al estilo de Los 7 Delfines y un pop pegadizo onda Virus, Richter consigue un mix interesante que no se queda sólo en el tradicional punchin pun, sino que aporta ciertos aires sónicos como en “El país de Maradona”; algo de electro rock ricotero en “Te vas a Berlin”; una cuota de canción y melancolía en “El Fénix” (homenaje al desaparecido bar de la calle Libertad); un potente hip hop tecno en “La cadena”; un dance hitero en “Aclara (en secreto)” y un candome rock electro en “Mujer horizontal”, tal vez el mejor tema de la placa.
Todo esto, sumado a interesantes letras con crítica social (“Soy la reina del Plata”), fábulas de la noche dance (“Kill) y el mundo cool en que se sumergen las modelos (“La Virgen de la pasarela”), es Richter. Una banda que demostró mucho más de lo que prometía. Un álbum para danzar, pero también para escuchar algo de rock.
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