Picado Grueso

Luego de algunos cambios en la formación hasta llegar a la agrupación actual Vía Varela editó tres discos.El primero, homónimo, salió en 1994 y los dos restantes, Viejos Vinagres y O Juremos, en 1995 y 1997 respectivamente. Este año vuelve a las bateas con un trabajo demoledor, sustentado en la voz de Limón García, mix de Tabaré Rivero, el Indio Solari y Ricardo Iorio, un álbum que mete fichas por donde se lo escuche.

Picado Grueso, nombre del nuevo material, comienza con el ¿tema? “Viva elate”, varias puteadas (muy variadas ellas) en continuado, al mejor estilo contestadora de programa de radio, contra alguien de la Asociación de Trabajadores del Estado. La carga avasalladora continúa con el irascible “Subís, bajas” donde la voz de Limón se descarga contra aquellos que suben y bajan con el polvo de hadas. En “Dando vueltas” hacen su primer aparición los Bersuit Oscar Righi (guitarra) y Pepe Céspedes (bajo).

En “No es que lloró” se suma Juan Subirá en teclados para darle forma a un tema bien fuerte pero con melodía. “Caminero” demuestra su link con la Bersuit en eso de fomentar un nacionalismo sin sentido. Un rock and roll bueno y potente, lástima que sea para un lugar común. Sigue “Bailaban” un reggae rock con Gustavo Cordera de invitado.

Parece que se guardaron los mejores temas para el comienzo porque los que siguen rotan sobre una misma línea, a excepción de la chacarera “La consentida”, que no desentona ni baja la calidad de los temas, pero que quizá necesite una especie de reparo para tanta adrenalina.

Para el libro interior del packaging queda el dato particular de una similitud con el de “Hijos del culo” de la Bersuit Vergarabat. Imágenes escabrosas, violentas y de sentidos varios.

“Picado grueso” es un disco que se aleja un poco del viejo Vía Varela, pero sin apartarse del poder de la voz, buenas bases y letras que hablan a cargo de una explosiva mezcla de sin sabores argentinos. Un disco que vale la pena para aquellos amantes del rock fuerte. Para los demás, se recomienda abstenerse.