Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Attaque 77

Triangulo de Fuerza

Cronista: Sergio Visciglia

27 de Marzo, 2019

Triangulo de Fuerza

El nuevo disco de estudio de Attaque 77 llega luego de diez años de la salida de Estallar, y es una muestra perfecta de lo que es la banda hoy. ¿Punk? No, rock nacional.

Todo género musical encuentra en sus puristas la discusión típica de “esto es metal, esto no” o “esto es cumbia, esto no”. El punk sin dudas es uno de los géneros que acobija a algunos de los más extremistas, pese a que muchas veces se vuelve difusa la cuestión para ver si catalogar desde  la letra, la música, la actitud, o todas juntas. En tiempos actuales, cuando allá lejos quedaron los ’80 y los ’90, la cosa parece ponerse más difícil aún. Tal vez por eso el cantante y guitarrista Mariano Martínez, al lanzar el EP adelanto hace ya ¡dos años y medio! advirtió: “El nuevo disco no es apto para prejuiciosos”.

Aquellas cuatro canciones viraban entre el punk más attaquero y combativo de “Como salvajes” (abre también el disco) y “A cielo abierto”, más la cancionera “Última generación” casi cantando ese viejo “vámonos, qué diablos hago acá”, y la extremadamente sorpresiva y folklórica “Canto eterno”, con invitados de la talla del histórico bombista Vitillo Ábalos y el cantante Peteco Carabajal, quien alguna vez le dijo a Mariano: “este tema es rock nacional”.

Rock Nacional es justamente lo que hizo Attaque 77 más que nada a partir del disco Un Día Perfecto (1997), cuando Ciro Pertusi perfeccionó su técnica vocal y la impronta alternativa abrió un abanico que luego viajó a las Otras Canciones (1998), destellos de pop en Radio Insomnio (2000) y la mezcla de Antihumano (2003).

Así entonces, entre acústicos, covers, reversiones y aniversarios varios, Estallar (2009) encontró su sucesor diez años después. Y no te olvides que soy distinto que ayer pero casi igual. La segunda canción de Triángulo de Fuerza es “Sin tierra” y profundiza aquella reivindicación histórica de la banda de lucha por las causas justas, denunciando la usurpación de tierras hacia los pueblos originarios y con un largo recitado de Martínez. Casi sobre el final del disco “Babel”, con estrofas en clave reggae y una narrativa de lo cotidiano, cierra la lírica más vinculada a lo social.

La veta cancionera, típica de los últimos discos con Ciro, gana terreno también a partir de “Por una vez” o la tranquila “Una canción” y su estribillo “cuando llegue y atraviese la tempestad” bien ganchero. Entre balada ramonera, solo de guitarra largo y rocanrolero, y canción propiamente dicha, “María” asoma como futuro hit y como uno de los puntos más altos del nuevo trabajo en una historia que podría ser amor.

Los dejos de punk, más allá de lo que había en el EP, se decoran en “Huérfanos”, y especialmente en el corte “Lobotomizado”, bien rápido y arriba junto a Campino de Die Toten Hosen, cantando contra el conformismo y demostrando como el sistema nos quita toda idea de revolución. El gran final encuentra a “Soldaditos” como el tema más diferente, cuyo muy buen cierre instrumental se va tornando casi épico y pese a su repetición dan ganas de que no termine nunca.

Después de la larga espera, la banda parece haber recopilado lo mejor que pudo dar en su último tiempo y redondeó un buen disco, con Martínez cantando cada vez mejor, inspiradas letras y canciones para todos los gustos, menos para los del viejo punk purista que sigue esperando que vuelvan los tiempos de Dulce Navidad o Todo Está Al Revés. Pero no, este disco demuestra lo que hoy (y desde hace muchísimos años) es Attaque 77: Rock Nacional.

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