Vacaciones de uno mismo

Luego de tocar la batería en diferentes grupos del Oeste, Hernán Rodríguez inicia con Mixer su carrera como cantante y guitarrista, junto a Martín Piccione en teclados y sintetizadores, Nico Pierri en guitarra eléctrica, Pablo Pinto en bajo y Cristian Lema en batería. "Vacaciones de uno mismo" es el título del álbum grabado el año pasado, con la producción de Matías "Chavez" Méndez, y presenta doce canciones entre el rock y el pop.

Como en los viejos long plays, donde se pensaba en el concepto de caras o lados, Vacaciones de uno mismo puede dividirse en dos. La primera parte es más cancionera y acústica, con buenos arreglos vocales e influencia beatle, como el caso de "Tanto imaginar" y "Ovni", quizás la mejor del disco. "Soy mortal", compuesta por el tecladista Martín Piccone, trae el espíritu de El Salmón, en ese género canción muy presente el último tiempo.

El sonido más denso de "Profundidad" y los teclados insistentes de "Sueño infantil" (con muy buena interpretación vocal de Hernán) empiezan a girar la parte más rockera de la placa, como el clima post punk que manifiesta "Día suicida" y la explosión brit pop a pura distorsión de "Estado Alpha".
Algunos giros de Páez, inclusive en la voz, se desprenden de "Nada es real", mientras que la bella balada "Siempre con vos" trae la vuelta protagónica de las acústicas. "Dejarse ir" se sostiene en el ritmo implacable de la batería y "Morir en el intento" rockea hacia el final del álbum y acentúa desde su lírica el caracter personal de los textos.

Letras reflexivas, lindas melodías bien tocadas y una producción a tono hacen del debut de Mixer una propuesta interesante aunque lejos de la novedad.