Thelefon

Nacido en uno de los grandes bastiones rockeros del país como es la ciudad de La Plata, el grupo Thelefon materializa su primer disco de estudio con diez canciones cortas, simples y directas, repletas de energía de principio a fin. Así es que el punk predominante se decora con destellos de rock y pop, arrancando al palo con “Pastillas”, donde retumba una y otra vez con su frase “voy a mentirte hasta convencerte”.

“Escupido” responde a su título, y es claramente eso: un escupitajo en letra y música que llega directo al oído con total precisión, para luego ubicarse “Al borde” en la siguiente canción, con una lírica un tanto más oscura y terminal.

Las peripecias a la hora de comer, típicas de cualquier joven soltero (mayoritariamente pero no exclusivamente masculino) se desglosan en “No cocino”, mientras el melódico “Desconectado”, tema que también es dueño del primer video clip de la banda, apunta a la introspección solitaria.

La segunda parte (los segundos diez minutos del disco), confirma lo presentado, con “GP” y “SMP” tan cortos como sus títulos y bien al palo, y con la melodía a flor de piel para terminar el álbum con las dos mejores opciones del mismo: “Te espero” y “Chicos violentos”.

Veintidós minutos después de aquel comienzo con “Pastillas”, vuelve el silencio a un oído que durante ese tiempo no descansó de la energía inacabable que desploma el disco debut de la banda platense, sin muchas proposiciones renovadoras pero tampoco apostando a una fórmula cien por ciento convencional. Un seguidor del género podrá encontrar algunas concepciones de su agrado, mientras que quien sea amante de la música pero no esté muy apegado al punk, seguramente dé cuenta de que no hay tantas variantes en cuanto a la propuesta musical.

La primera placa de Thelefon llega bien al palo con canciones autodefinidas como punk roll, que engloban un disco correcto, que tal vez no dé muchas opciones para una segunda parte con la misma propuesta.