Luzbel – Nueve Veces Nueve

Cuando la pista uno rodó en mi cabeza me costó comprender todavía cual iba a ser el sendero por el que esta banda comenzaría a transitar. Lo que escuché fue algo así como un jazz-rock entonado por una voz media pinche mexicana. Pero fue al llegar al segundo tema, que comencé a concebir, no solo un poco más su estilo, sino que llegué a la conclusión que tenía la privilegiada oportunidad de escuchar uno de los mejores discos que cayeron en mis manos en los últimos meses. Una banda que navega entre el ska y el funk marcando claros pasos por un crudo rock.

Con cierto link a los primeros discos de La Doblada y en algunos momentos a los ascendentes uruguayos de La Vela Puerca, Luzbel viaja en un tren de velocidad desmedida en el que las paradas pueden ser por momentos un tanto oscuras y por otros tan claras como un sol sin cielo.

Con climas bien logrados, apoyados en la fabulosa voz de un cantante que puede rapear tan bien como entonar, Luzbel logra en este primer disco un primer paso esencial en el consumido mundo del rock. Y de esta manera se asegura que, el haz de luz por el que corre su música, no quede depositado en una simple batea de ofertas for ever. Y no solo eso sino que también se afirma, con gustosos ingredientes, como una probable banda for export.

La banda integrada por Vladimiro Dieguez (voz), Emmanuel Diez (batería), Pablo Bustos (guitarra), Vampiro Vardeiro (saxo) y Mariano Moreno (bajo) deja en claro que su placa, “Nueve Veces Nueve” es más que una simple multiplicación.

Es la conjunción de varios estilos elaborados desde lo más profundo de un deseo. Es un disco redondo para una banda redonda.