Desde Abajo

Alucinado es la continuación en la línea de tiempo rockera de Los Pingüinos. Durante 10 años éstos editaron tres discos de estudio y compartieron escenario con buena parte de la plana mayor del blues y rock and roll argentino (Pappo, Alejandro Medina, Ratones Paranoicos, entre otros). Tras la disolución de la banda, Juan Mingone quedó a cargo de la voz, además de seguir aportando piano y composición. El resto de los músicos que integraban Los Pingüinos (Lolo Cordero y Marcelo Barrio en guitarras, Gabriel Sciacchitano en batería y Gonzalo Luque en bajo) permanecieron juntos, ahora bajo el nombre de Alucinado.

Luego de un EP en 2005 (Sigue la aventura) y de girar por buena parte del país, llegó en 2008 Desde abajo, primer larga duración, y un doble juego entre volver a empezar en el camino en el rock y la alcantarilla que ilustra la tapa del álbum. En él, 14 canciones entre las que se entremezclan rock and roll, blues, baladas y unas cuantas citas más al rock norteamericano. A comienzos de este año, la banda sufrió el fallecimiento de Marcelo Barrio, guitarrista y miembro fundador, y decidieron continuar como cuarteto adaptando el sonido a la nueva formación.

Las guitarras chispeantes inician el disco en “Justicia ciega”, una letra de denuncia que se apoya en un estribillo insistente. Después se van a la ruta hasta “La frontera”, un boogie sobre un amor a perseguir por la carretera. “Reina Madre” es un rockito en el que el piano inicial se funde con las violas distorsionadas y cuando llega “El perro” viene un blues bien denso, una historia en primera persona, que juega con un animal al que la vida lo hizo hosco, una muestra más entre lo bien que se llevan los canes con la música del Mississippi, al menos en su versión argentina.

“La chica más bonita” empieza como balada de piano, pero se le van agregando guitarras acústicas para redondear una canción bien radiable para estos tiempos. “Químicos” pasa violentamente al hard rock, sostenido por la contundente base del bajo y la batería y las violas dando zarpazos. “Algo especial” sigue esa línea, de la que se desvían en “Mujer”, una balada con aires sureños, diferente de las anteriores por el protagonismo de las guitarras por sobre el piano. “Magia rota” es un rock con todos los ingredientes; las violas en duelo con los platos hasta que el redoble de batería trae un riff de estadios, un estribillo a dos voces y un cierre ralentado.

“No podrán” los arrima al funky, y sirve como preludio al tridente más poderoso del disco: “El que sabe” lleva el ADN paranoico, sobre todo en la introducción; le sigue “Alucinado”, un rock and roll clásico, de tres tonos, con Juan castigando el piano a lo Jerry Lee Lewis y luego la batería al mango da pie a “Maldita duda”. El último tema es “Termina”, y vale la redundancia en un riff con influencias de Angus Young y un sonido bastante denso.

Alucinado se nutre del clásico rock and roll americano y apoyado en buenos arreglos y el protagonismo no tan usual de las teclas, entrega un promisorio debut, algo mentiroso es cierto, ya que se notan para bien años de ensayos y escenarios.