Impermeables
Música para tormentas
13 de Mayo, 2009
Debut para la banda de Ale Lago: un signo de los tiempos.
Impermeables nace hacia 2005, como la continuidad del proyecto solista de Ale Lago (cantante, guitarrista y principal compositor). Con Fernando Pánfil en guitarra y coros y Patricio Dellariva en batería, más el aporte de los bajos de Diego Acosta, la banda editó un EP en 2006 (Torpe en la mañana), participó con ese mismo tema en varios compilados indies, hasta editar Música para tormentas de manera independiente en 2008.
Lo primero que llama la atención es el arte del álbum, responsabilidad de Gisela Here: una tormenta en la que las nubes se confunden con discos multicolores, y el agua cae sobre desérticos campos verdes y sobre los propios músicos; una joya entre Los Beatles y Blur. Sin embargo, la misma banda afirma desde su página web que su nombre no tiene que ver con la prenda de vestir sino con una actitud ante la vida. De allí que buena parte de las letras del material despidan inconformismo o abulia, y funcionen como coraza, a veces en contradicción con las melodías luminosas y la sensibilidad interpretativa. Quizás “Sueño”, el track 7 sea el que más se acerca a esta idea, al transmitir tedio y rutina en su letra, reforzados con los arpegios de la viola que se repiten a lo largo de casi todo el tema.
El comienzo es con “Música para tormentas”, o la postal en clave pop/punk de un joven ermitaño que se conforma con su cama y su música mientras ve llover a través de su ventana. Luego llega “La verdad”, una buena melodía, que se enriquece con los cortes y los arreglos y centra su letra en la hipocresía, una de las temáticas recurrentes de Impermeables, que retomarán en “Lista de deseos”, una declaración de amor, o al menos de prioridades, en una linda balada pop.
Otra idea que se repite es el tedioso y lento paso del tiempo, como en “Torpe en la mañana”, con su estribillo de canción pop y en “Vivir y olvidar”, ahora con guitarras más chispeantes y un relato de histerias amorosas. “Volviendo el tiempo atrás” también encara la problemática del paso del tiempo, cuando Ale pide nacer de nuevo en plan redencionista, en un rockito comandado por el bajo.
“En tus ojos el sol” es cuando Impermeables combina todos arrebatos punks que venía esbozando a lo largo de la placa. “Viaje” tiene el espíritu del Cure de guitarras acústicas y una letra que oscila entre el pesimismo de un viaje a la nada y la convicción de regresar con una ilusión, en la que se hace visible el desafío spinettiano a la acentuación (“viajé”, “nadá”, “equipajé”). “Funny little girl” remite a Fun People, más aún a Boom Boom Kid, en una veloz canción de poco más de un minuto.
Para el final quedan “Bailarás”, la letra más optimista del álbum (“Vos no tenés idea de las cosas lindas que la vida tiene”) y el notable “Goodbye”, el tema más cargado, que destila pop británico por donde se lo escuche y se destaca la voz de Ale en contrapunto justo con la densidad que entrega la música.
Con algo de angustia adolescente y tardía propia de estos tiempos, pero con los colores suficientes para no ser emo, Impermeables se protege de las malas ondas con un disco que también se puede, y se recomienda, escuchar en tardes de sol.
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