Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Milhombres

Milhombres

Cronista: Pablo Andisco

11 de Febrero, 2009

Correcto debut para un trío con buenas melodías y sonidos densos.

A poco más de dos años de su formación, Milhombres logra llevar a su primer disco homónimo unas cuantas de sus influencias rockeras, y el resultado son diez canciones parejitas y directas. Todos los temas están compuestos por el cantante y guitarrista Julián Hartmann y producidos por la banda, y en ellos dominan la oscuridad y cierto bajón (tanto en lo estrictamente musical como en el arte gráfico), aunque escapan cada tanto de las pálidas con algunos estribillos eficaces.

El álbum se abre con “Magia de Cartón”, con su sonido oscuro y retro que recuerda al Richard Coleman de los ’80. Le sigue “Distancia”, una pieza que arranca como balada arpegiada y más tarde se zambulle en la distorsión y la furia; y algo parecido ocurre con “Tu frialdad”, aunque en un plan mucho más desgarrador.

Cuando Milhombres pela todo su background rocanrolero, llegan los pasajes más sencillos para el oído. “Venir rockeando” tiene impronta ricotera, más cercana a la “línea Skay”, tanto en la guitarra filosa como en algunos giros de la voz, y se mantiene con “Nada quiero de mí”, con un riff hecho y derecho. Por su parte, “Espejismos” tiene aires rengos en el galope de las bases (Guillermo Yacovone en bajo y Eber Medina en batería) y la velocidad de los cortes.

Otras influencias que se advierten en Milhombres son el rock nacional de los 70’s (“La rutina”, Incierto destino”) y los Héroes del Silencio, tanto en la estructura de las canciones (“Temporal”, “Hasta siempre”), como en la forma de cantar de Julián, con una garganta más áspera que la de Bunbury pero con algunos yeites similares.

Pasada la tensión y la ansiedad de la placa debut, Milhombres tiene todo el potencial para plasmar sus influencias en un estilo propio y que sus melodías continúen brillando en la oscuridad de su universo.

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