El Viejo Surco - Historias

Desde el vamos, los grupos de rock and roll argentino tienen que salir a demostrar que no son solo una copia de los Rolling Stones, incluso algo peor, que no son un calco de los Ratones paranoicos.

Y no es por desmerecer a la música de Juanse y compañía que digo esto, sino por no comprender el motivo por el cual algunas bandas pretenden imitar a una segunda descendencia. Algo así como clonar a un clon.

Ya pasaron esos tiempos en los que a los grupos se los encasillaba detrás de los Ratones o Viejas Locas. Ahora, no todos los conjuntos emergentes del rock and roll buscan un sonido “viejita” sino que intentan encontrar un estilo con detalles más elaborados o quizá no tan trabajados, pero si con agregados. Eso es lo que se siente al escuchar a El Viejo Surco.

Uno puede tomar el disco y decir como primera impresión: ésta debe ser la clásica banda de rock and roll cuadrado. Pero gracias a Dios, esto no pasa. Ya que luego de escucharlo varias veces más, uno tiene la posibilidad de encontrarse con una banda de rock and roll cabeza ( según Villanos define a su música) con estribillos “poperos”, que sumado a una voz que encajaría perfectamente en una banda de punk rock, lleva a buscar algo más que un par de acordes. Y no solo eso, sino que lo va alejando cada vez más del prototipo “rolinga” hasta caer en un estilo con detalles bluseros, que al introducir sus armónicas al mango no deja otra alternativa que la de silbar a la par.

Oriundos de Escobar esta agrupación compuesta por Ramiro Ribarola (guitarras), Rodrigo Ortiz (voces), Adrián Jiménez ( guitarras), Dante Acuña y Julio Sosa( armónicas), Omar Rodríguez ( Bajo), Marcos Rodríguez ( batería) y Gastón Heredia ( teclados) , editó su primer larga duración Historias, en el 2003. Un disco en el que el olor a bar de ruta va ganando fibra con el correr de los temas.

Nena, con la participación de Gaba Diaz ( cantante de Blues Motel), El Blues de José, con un juego de armónicas imponente, y Podés, con un riff al estilo Here come the sun colado en el medio de su melodía y un arranque que transporta a la Estación de Sui generis pero en versión rockera, son clara muestra de lo mejor de su repertorio.

Historias, está cargado justamente de esos días de barrio, en los que el dolor por una perdida amorosa y el olor a billete gastado se conjugan a la perfección en la esquina de una vieja noche de barrio, en las que rocanroles de guitarras dominantes y baladas rock recorren un mismo canal, dejando alguna que otra huella para su siguiente fábula.