Pasaje a la locura

Estado Vegetal es un grupo de rocanrol formado en 1999 por cinco amigos del colegio, que a pesar del tiempo y algunas idas y venidas hoy se mantienen juntos. Musicalmente en la línea de La Renga, Callejeros y El Bordo, obtienen en “Pasaje a la locura”, un buen segundo disco y una afirmación de sus preceptos rocanroleros. Despedidas, viajes, amores que se van y pocas referencias a los vicios redondean un tratamiento simple y llevadero de las letras.

El álbum arranca a todo rock con “Otro día”, con un estribillo pegadizo y la voz de Riki en el punto máximo de prolijidad. Sigue el amor adolescente de “Soñando” y el sonido radial de “Shine that light”, más cerca de Los Piojos con su percusión y guitarras cruzadas. La melancolía sigue en “Nada es igual”, donde dicen: “Ahí te dejo soledad con el alma rota, ahí te dejo en libertad con la esperanza tonta”. “Despedida” empieza abajo con un saxo lento y bajonero y es lo más parecido a una balada. El estribo encierra la frase “Pasaje a la locura” que titula el disco.

“Destapate otra” no habla del alcohol como escape etílico sino como una charla de reflexión en un bar. Aquí las influencias de La Renga son más claras. Las violas del inicio de “6.10 AM” lo declaran como hit y es la primera letra del disco en que la alegría se desborda por sobre la nostalgia. Esa que vuelve en “Poesía de Rock”, un reggae homenaje a Luca Prodan. La voz del cantante de Sumo se escucha al principio del tema con dos históricas frases sobre el mundillo vernáculo y el arte. La tristeza se queda para “Poco a poco” y por suerte se va en “Siempre un pero”, con los vientos al frente y un ritmo ideal para que la monada revolee las banderas en vivo.

El blues de “Mis últimas lunas” devuelve la melancolía y “Plaza Costanera” los aires piojosos. El rocanrol hitazo de “Sube sube” guarda alguna que otra crítica y promete otro momento alto en los shows y un lucimiento de los teclados invitados de Pitu. “Voy a reirme de la amargura”, sueltan en el mid tempo “Junto a vos”, pero al toque en “Recuerdo” se ponen tristes de nuevo para empezar muy despacito y terminar hablando de la libertad.

Estado Vegetal suma experiencia, muestra potencial y gana terreno en el rocanrol del barrio, con letras pensantes y mucha energía.