Monstruito

Monstruito nace en 2007 en el oeste de la Capital Federal y forma con diez integrantes: una voz femenina con mucho brillo, un cantante y violero, otro guitarrista que también pone sus coros, bajo, batería y un colchón sonidero de tres vientos, teclados y percusión. Todos aportan sus diferentes gustos y pasados musicales al servicio de la banda y suenan con una mezcla que va desde la pachanga al rockito, pasando por el ska, la onda cancionera pop y la tarantela. El arte del disco es el preludio a ese sonido diferente, con un packaging de gomaespuma, diseñado por el baterista Fede Mangione, quien junto a su hermano Nacho escribió todas las letras y las músicas de los temas.

El disco arranca con “La marea” y su ritmo de cabalgata rockera que los acerca a Mano Negra. Llega “La receta” con un silbido que explota con la melodiosa voz de Oriana en una canción con destino radial. “Fuego caliente” es un ska que tiene la mejor frase del disco: “No dejes sin fuego a este misil”, que te deja varias horas repitiéndola. “Dos planchas de ricota y nuez” es una tarantela delirante con una crónica idem. “Dejáme soñar” nada tiene que ver con el hit de Nicole Neumann y aunque en Monstruito todo puede suceder, por suerte es un bonito corte poprock. “Boleto” tiene misterio, coros extraños y un reggaeton en donde se luce la percusión de Boti y los teclados de Enzo.

Pasa “Algunas noches”, con alguna falla verbal pero igualmente irresistible. “Ahora que” es una canción anticonformismo casi hardcore y sobresale el intercambio de voces entre Nacho y Oriana. “Hoy te quise olvidar pero ya te tatué” grita la chica en “Lo peor” y el riff de violas es muy pegadizo. “Feliz Navidad” es otra historia loca con explosiones de cohetes en la nochebuena. El fin de fiesta viene con “No da para más (te amo Gastón)”, un relato de amor festivo sobre una chica difícil de satisfacer.

Monstruito debuta en un gran disco con sonido variado, prolijo y cuidado y mucha, mucha onda. Ideal para escuchar bajo el sol en estos calores preveraniegos.