Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Anima Bendita

Un elefante no es un pájaro

Cronista: Gentileza: Leo Ros

23 de Septiembre, 2008

Un elefante no es un pájaro

Ánima Bendita entrega un disco refrescante y se convierte en promesa indie.

Endrogados en Adrogué, en la localidad del partido de Lomas de Zamora, al sur de la Provincia de Buenos Aires, nacieron con el nuevo milenio los Ánima Bendita. Este quinteto de indie rock “hiper sensible” consigue en “Un elefante no es un pájaro”, su tercer disco, sonar a obra conceptual, donde el eje es la naturaleza y las palabras recurrentes son el sol, las flores, el cielo, la vida. Los créditos del disco explican que fue grabado un otoño, mezclado una primavera y distribuido comercialmente un invierno. Del verano ni hablar, pero el calor y los colores de esa estación están en el sonido de Ánima Bendita.

 “Fertilidad”, como no podía ser de otra manera, es la que abre el álbum. Allí queda impregnada la semilla del sonido y de la historia que la banda va a desarrollar en los 41 minutos que dura “Un elefante no es un pájaro”. La fecundación se da en “Helicópteros”, ayudada por una guitarra acústica y una programación que corta el aire. En la letra se habla de una premonición y una tormenta que alimenta a la criatura. Sigue “Tres” donde pelan actitud rocker y el cantante Mariano Villasante entrega el pico máximo de matices corales. Una voz muy personal que se luce de distintas formas a lo largo del disco. “Río” arranca con un piano al mejor estilo Coldplay, bajando a cero la fuerza de su antecesor, para luego lograr un in crescendo con la tensión a mil, apoyada en la precisión en los teclados de Adrián Colombo. Estos últimos dos tracks abren camino al milagro y al delirio de la creación. En “Millón”, Villasante se viste de trovador uruguayo, entre Fernando Cabrera y Jorge Drexler, para susurrar: “Somos igual al millón de verdades de los dos”.

“Este sol no es de nadie” tiene un aire beatle que la llena de encanto, donde suena la frase “Y este sol me puede hacer desaparecer”. Esa idea se esfuma en el siguiente tema, “Todo lo lleva el sol”, donde enuncian: “Es mentira, no se va a llevar mi amor”. Esa afirmación continúa en “Cielos princesas”, donde se deja entrever la duda. “Ciertos milagros que el sol no dirá” exclaman, y el solo de guitarra de Nicolás Mucci es emocionante y redondea el mejor tema del disco. “Sí (Todo sabe florecer)” empieza abajo y va levantando al mismo tiempo que en la letra transcurre el nacimiento. Sigue “Flor” un pasaje instrumental con aires de tango-jazz electrónico que sirve como preludio del final, que llega con “Superestar”, donde las últimas palabras, a modo de cierre-nacimiento, son “Un elefante no es un pájaro”.

Ánima Bendita demuestra en este álbum que tiene un gran potencial para postularse como un próximo referente indie.

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