Dios te salve Maria

Desde el gospel o desde el rock más duro las aluciones a Dios y al Diablo forman parte de una lucha eterna: el bien contra el mal. No es anormal que el rock, como uno de los canales más experimentados desde diversos sectores, se utilice para transmitir ideas o pensamientos ligados a la religión. Ya sea desde la fe o la crítica, los polos opuestos más conocidos por todo el mundo atraen al común de los rockeros.

Pero no sólo desde la idea de profesar un sentimiento, sino también a través de las estados y sensaciones encontradas que dejan las distintas expresiones. Dios te salve María, el no tan nuevo (ya que se grabó en 2003, pero recién salió el año pasado) disco de María Fernanda Aldana consigue transmitir una cierta espiritualidad producto de la dualidad a la que está sometida la bajista de El Otro Yo. Madre de familia, artista rock en exposición, figura femenina en un medio de pocas mujeres, conviven dentro de un alma en explosión relajada por la cadencia del orden místico.

Pausada, relajada, quizá tímida, pero dispuesta a abrirse como una fruta sin carozo, María Fernanda endulza y se aleja. Vuelve en forma de estrella y brilla. Se encierra y sufre por guardar dentro suyo, un secreto divino: el amor por la música.

Luego de realizar un disco de música incidental con un libro de pinturas y poemas (Entresueños), la bajista de ELO abre el juego un poco, pero se encierra de manera claustrofóbica. Casi como pidiendo auxilio.

Canciones que no son canciones, en las que no figura un solo hit, se mezclan y entremezclan logrando un material experimental. Con el piano como principal aliado, María Fernanda logra atraer desde conjuros poéticos hasta melodías ideales para la relajación.

Canciones como “Para qué soñar” y “Juana de arco” resumen un poco esto de ser la solista experimental por excelencia en el país. Y con la participación de Diego Vainer, Raymundo Fajardo y Ezequiel Araujo (su ex pareja y papá de su hijo) logra mostrar cuál es su verdadero otro yo hasta llevarlo a la génesis de su historia.