Día, Tarde y Noche

La historia de Topos comenzó cuando terminó la de Ricky Espinosa. Por ende, esta banda formada por los ex integrantes del conjunto del malogrado cantante de Flema, nació desde la tragedia. Primero con homenajes y luego con la seguridad de haber encontrado la fórmula mágica, legado de uno de los máximos íconos de la cultura punk rock local, los Topos salieron de la madriguera para poner los pelos de sus fans en la cresta de la ola.

Y para que este homenaje se convierta en canción los Topos decidieron convocar a un amigo del grupo, Lucio Bonvechiato, para darle a la banda la cuota de desgarro que necesitaba para sus melodías sencillas y directas.

La confirmación del conjunto llegó el año pasado cuando editaron su primer larga duración, Día, Tarde y Noche, un disco plagado de links directos a su banda anterior pero con una cuota menos de revolución y una dosis mayor de composición musical. Eso sí, falta la pluma de Ricky y eso se siente. Pero por suerte, los Topos decidieron homenajear a su amigo con una canción de su firma, “La leyenda maldita”.

La diferencia principal con Flema radica justamente en la composición. Es que Ricky siempre fue el poeta de los suburbios, mientras que en Topos todos tienen sus temas, lo que logra una diversidad aún mayor. De todos modos, el barrio, la noche, los amores perdidos, la crítica social y losexcesos también figuran entre los temas recurrentes del conjunto. El agregado hard core de algunas canciones, los solos de viola más al mango y un tempo menor convierten a Topos en una banda con nombre propio.

Canciones como “Nada más”, “Mundo hostil”, “Que bajón” y “Nunca voy a cambiar” (probable himno del género) refrescan la memoria punk y le imprimen una nueva tendencia: punk rock relajado. “Topos, salgan de la topera”, les decía el gran Ricky. Y ellos están cumpliendo con creces.