Viticus
Super
Cronista: Gentileza: Bruno Lazzaro
30 de Agosto, 2006
En su segundo material Viticus se despega del rock bien clásico y da rienda suelta a sus mejores influencias. Un laburo de colección nacional
En la Argentina no son muchas las bandas que en su formación estable tienen tres violas. Y de ellas muy pocas las que saben hacerlas lucir. Viticus, es la excepción, y lo deja bien en claro en Súper, su segundo material.
Vitico Bereciartua está al mando desde su bajo, de eso no hay dudas. Pero su función en la banda es más la de ser un padrino bueno que la del alma mater musical. Es cierto que la relación del conjunto con las mejores épocas de Riff y La pesada del rock and roll (dos de las bandas que integró Vitico) es notoria, pero la libertad con la que se mueven Nicolas Bereciartua (guitarra e hijo del bajista), Sebastián Bereciartua (guitarra y sobrino), Ariel Rodríguez (guitarra) y el Vasco Urionagüena (batería, ahora en Mad) es admirable.
Desde el blues hasta el rock and roll, pasando por el hard rock la banda se siente cómoda en todo momento. Un movimiento que hace lucir más al conjunto y le escapa a esa estirpe cuadrada que suele acompañar a Vitico. Pero ojo, los 4x4 de motores arrolladores que el bajista suele hacer también están.
Y para completar un trabajo muy bien logrado la banda se da el lujo de incluir dos clásicos internacionales y uno local: “Hoochie Cochie Man” (Willie Dixon), “Crossroads” (Robert Johnson) y una explosiva versión en vivo del emblema de Riff, autoría de Vitico, “Mucho por hacer”.
El material tiene chicas, autos, solos que van y vienen, viajes y rock and roll. También se notan las influencias de Led Zeppelín, Deep Purple y un toque sureño propio de Lynyrd Skinyrd que rellenan con más fuerza a una de las bandas de mayor caudal de estos pagos. Temas como “¿Por qué te vas?” (con una voz muy blusera de Ariel, también integrante de La Percanta-excelente banda de blues local-), “Al infierno (por la puerta grande)” (con muy laburo de cuerdas), las instrumentales “El coyote” y “Vasco Viejo” (brillante tema de Nicolás) y “No me fue muy bien en el extranjero”, son fiel dato para comprobar la calidad de este álbum.
Pueden estar tranquilos que no les queda mucho por hacer. Con este material alcanza de sobra.
Vitico Bereciartua está al mando desde su bajo, de eso no hay dudas. Pero su función en la banda es más la de ser un padrino bueno que la del alma mater musical. Es cierto que la relación del conjunto con las mejores épocas de Riff y La pesada del rock and roll (dos de las bandas que integró Vitico) es notoria, pero la libertad con la que se mueven Nicolas Bereciartua (guitarra e hijo del bajista), Sebastián Bereciartua (guitarra y sobrino), Ariel Rodríguez (guitarra) y el Vasco Urionagüena (batería, ahora en Mad) es admirable.
Desde el blues hasta el rock and roll, pasando por el hard rock la banda se siente cómoda en todo momento. Un movimiento que hace lucir más al conjunto y le escapa a esa estirpe cuadrada que suele acompañar a Vitico. Pero ojo, los 4x4 de motores arrolladores que el bajista suele hacer también están.
Y para completar un trabajo muy bien logrado la banda se da el lujo de incluir dos clásicos internacionales y uno local: “Hoochie Cochie Man” (Willie Dixon), “Crossroads” (Robert Johnson) y una explosiva versión en vivo del emblema de Riff, autoría de Vitico, “Mucho por hacer”.
El material tiene chicas, autos, solos que van y vienen, viajes y rock and roll. También se notan las influencias de Led Zeppelín, Deep Purple y un toque sureño propio de Lynyrd Skinyrd que rellenan con más fuerza a una de las bandas de mayor caudal de estos pagos. Temas como “¿Por qué te vas?” (con una voz muy blusera de Ariel, también integrante de La Percanta-excelente banda de blues local-), “Al infierno (por la puerta grande)” (con muy laburo de cuerdas), las instrumentales “El coyote” y “Vasco Viejo” (brillante tema de Nicolás) y “No me fue muy bien en el extranjero”, son fiel dato para comprobar la calidad de este álbum.
Pueden estar tranquilos que no les queda mucho por hacer. Con este material alcanza de sobra.
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