Dancing Mood
Dancing in Niceto
Cronista: Gentileza: Sebastián Barrera | Fotos:
Gentileza: Ro Diaz
23 de Enero, 2006
Dancing Mood sigue presentando su último trabajo Dancing Groove. Para eso visitaron Niceto y tocaron ante más de 500 personas en una noche llena de fiesta.
¿Quién quiere estar en la playa con una cerveza en la mano y con la malla todavía húmeda del ultimo chapuzón en el mar? Nadie. Pasa que el verano en Buenos Aires tiene lo suyo, y por más que casi todas las bandas estén en la costa, en capital todavía podemos darnos el gusto de ver un buen recital para olvidarnos de tantos festivales a los cuales no vamos, ni podremos ir.
Dancing Mood se presentó en Niceto Club y en 16 temas resumió los tres discos que los llevó a ser la mejor banda de ska argentino. Niceto es un boliche y todos lo saben. Los tacones y el perfume se confunden entre tanto aroma a cool.
Pero el ambiente cambia de color, cuando las rastas y el olorcito a verde se asoman desde el escenario.
Dancing Mood se hizo esperar desde las 22, el DJ intentaba animar, y las cervezas trataban de relajar. Pero todos los aguradaban a ellos, a los 12. Ni uno más, ni uno menos.
Luego de las interminables dos horas de espera, salieron con Grooving Hig y Confusious. El publico se despertó y comenzó a bailar: adelante, los saltarines; atrás, los atentos, los que estudian cada viento, cada solo. La banda liderada por Hugo Lobo en la trompeta se especializa en la improvisación y en cada solo de los siete vientos, los aplausos agradecían el esfuerzo.
Ya que Dancing Mood es una banda instrumental, en sus discos tienden a invitar a ciertos músicos del ambiente reggae o ska. En sus recitales intentan, y luego de verificar la agenda de sus compañeros, suben al escenario a algún que otro amigo. Esta vez, fue Fausto Ferreiro de Fausto & Banda Cuenco, para ponerle voz a You Make Me Feel del disco Vol. 2. Fue ahí cuando vino el relax, el momento en el que se disfruta y se escucha, solo se escucha.
Los músicos manejaron los ánimos al subir y bajar los decibeles para devolvernos o sacarnos la alegría, la nostalgia y la fiesta como en temas como Smile A While, Vino y Rosas, Close To You y el movido Police Woman. El pequeño pogo de adelante no paraba de saltar y aplaudir a esos siete vientos que junto a las guitarras, el órgano, el bajo y la batería, regalaron una noche completa de dos horas.
Para el cierre, Hugo Lobo, luego de agradecer varias veces la presencia, advirtió que Perdido sería el último tema de la noche, es por eso que en esos diez minutos resumieron la alegría de la segunda noche en el club Niceto, ya que fueron tres los shows con el nombre de “Fiesta de verano” donde más de 500 personas se reunieron para disfrutar una banda con verdaderos músicos, que, sin ayuda de voces, puede pasar por desapercibidos y ser bienvenidos en el circuito de nuestra música nacional. Así como lo vienen haciendo en sus seis años de vida.
Por más que en los diarios nos digan que si no estamos en la costa somos todos unos boludos, en Buenos Aires todavía se puede disfrutar, con o sin malla, con o sin mar. Y sin que me gane la envidia, no se olviden que las cervezas y Dancing Mood nunca se acaban, pero el verano sí.
Dancing Mood se presentó en Niceto Club y en 16 temas resumió los tres discos que los llevó a ser la mejor banda de ska argentino. Niceto es un boliche y todos lo saben. Los tacones y el perfume se confunden entre tanto aroma a cool.
Pero el ambiente cambia de color, cuando las rastas y el olorcito a verde se asoman desde el escenario.
Dancing Mood se hizo esperar desde las 22, el DJ intentaba animar, y las cervezas trataban de relajar. Pero todos los aguradaban a ellos, a los 12. Ni uno más, ni uno menos.
Luego de las interminables dos horas de espera, salieron con Grooving Hig y Confusious. El publico se despertó y comenzó a bailar: adelante, los saltarines; atrás, los atentos, los que estudian cada viento, cada solo. La banda liderada por Hugo Lobo en la trompeta se especializa en la improvisación y en cada solo de los siete vientos, los aplausos agradecían el esfuerzo.
Ya que Dancing Mood es una banda instrumental, en sus discos tienden a invitar a ciertos músicos del ambiente reggae o ska. En sus recitales intentan, y luego de verificar la agenda de sus compañeros, suben al escenario a algún que otro amigo. Esta vez, fue Fausto Ferreiro de Fausto & Banda Cuenco, para ponerle voz a You Make Me Feel del disco Vol. 2. Fue ahí cuando vino el relax, el momento en el que se disfruta y se escucha, solo se escucha.
Los músicos manejaron los ánimos al subir y bajar los decibeles para devolvernos o sacarnos la alegría, la nostalgia y la fiesta como en temas como Smile A While, Vino y Rosas, Close To You y el movido Police Woman. El pequeño pogo de adelante no paraba de saltar y aplaudir a esos siete vientos que junto a las guitarras, el órgano, el bajo y la batería, regalaron una noche completa de dos horas.
Para el cierre, Hugo Lobo, luego de agradecer varias veces la presencia, advirtió que Perdido sería el último tema de la noche, es por eso que en esos diez minutos resumieron la alegría de la segunda noche en el club Niceto, ya que fueron tres los shows con el nombre de “Fiesta de verano” donde más de 500 personas se reunieron para disfrutar una banda con verdaderos músicos, que, sin ayuda de voces, puede pasar por desapercibidos y ser bienvenidos en el circuito de nuestra música nacional. Así como lo vienen haciendo en sus seis años de vida.
Por más que en los diarios nos digan que si no estamos en la costa somos todos unos boludos, en Buenos Aires todavía se puede disfrutar, con o sin malla, con o sin mar. Y sin que me gane la envidia, no se olviden que las cervezas y Dancing Mood nunca se acaban, pero el verano sí.
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