Ed Sheeran: Divide y reinarás

El viernes por la noche, el Campo Argentino de Polo se tiñó de ansiosos jóvenes que esperaban bajo la lluvia -algunos suertudos con pilotos- al británico Ed Sheeran, que se presentó por segunda vez en la Argentina con su world tour "Divide", nuevamente sold out.

Luego de despedir a Passanger, el escenario se convirtió en el album cover de Divide (2017). Tomando las pantallas de un azul vibrante, con el gran signo del dividio en el medio, el público cada vez mas eufórico comenzaba ahora a llamarlo para que salga, cuando todavia faltaba más de media hora.

Finalmente, pasadas las 9, en la pantalla apareció en vivo la preparación del cantante y su recorrido hasta el escenario, donde, una vez centrado, largó el primer ávido carraspeo para entonar "Castle on the hill". Con un fondo de nubes onduleantes, y más de una decena de luces apuntándolo directamente, la energía del artista comenzó a desplegarse sin reservas ante sus fieles seguidores.

"La ultima vez que estuve acá fueron el publico más ruidoso de mi tour", apuntó con una sonrisa luego de agradecer el poder estar de vuelta en la Argentina. Enseguida explicó que tenía una loopera, "la voy a estar usando un montón", y paso a tocar "Eraser", donde al ir sumando su voz -más los carraspeos-, punteos y la propia percusión que hacía con la guitarra marcaron un gran inicio de jornada. Seguido volvió a sus inicios con "The A team", y aceleró el ritmo con "Don‘t / New Man", donde se paseó por el escenario mientras jugaba a un ida y vuelta con el público.

Luego de la melancólica "Dive", se tomó unos minutos para comentar una observación que hizo reir a todos: "Cada vez que toco este tipo de canciones en mi tour, miro al público y noto que hay un 2 por ciento que nunca parece disfrutar del mismo...déjenme decirles quienes son este tipo personas: el primero es el novio que realmente no quiere estar acá, que piensa ‘es sábado a la noche, no me gusta su música, es inglés, y ... ¡¿por qué estuvo en Game of Thrones?!‘. Y el segundo es el que yo llamo "Super Papá", que esta asegurándose de que sus hijos estén a salvo, y que cree positivo que estén escuchando música en vez de jugar al Fortnite".

Seguido, el escenario se tiñó de rojo para "Bloodstream", donde la mezcla de los estribillos en loop más las llamas que parecían envolverlo en los efectos de la pantalla crearon un climax increíble. Siguió con las románticas "Tenerife sea", "Hearts dont break around here/ Give me love", y "Galway Girl", para introducir con un deslumbrante a capella la canción que escribió para El Hobbit: "I see fire / Human", con la puesta de escena que se tiñó de dragones, fuego, bosques y montañas.

Antes de tocar las últimas dos canciones, el músico sorprendió al público al bajarse repentinamente del escenario. Algunos pensaron lo peor pero, volvió de la mejor manera: con la camiseta argentina y "Shape of you". Se despidió rapeando al ritmo de "You need me, i dont need you", en medio de un impresionante collage 3-D de fondo y con la bandera nacional colgada en hombros.

Ed Sheeran volvió a cautivar a sus seguidores por su personalidad, talento, e innovación. La puesta en escena, la mezcla de estilos y el constante contacto con el público, hicieron de la noche del viernes un show inigualable.