La fiesta siempre estará en el barrio

El inicio del 2019 para dos importantes bandas del rock nacional actual sumó a Rosedal, formado recientemente en la ciudad de Rosario, quienes tocaron por primera vez en su historia en el local de Palermo. El cuarteto abrió una noche que anunciaba tormenta -la cual finalmente ocurrió- y aprovechó para exhibir su primer larga duración, Portal, publicado digitalmente en enero de 2018.

Luego del paso de los santafesinos y un breve intermedio en el que aumentó rápidamente la concurrencia, fue el turno de Valle de Muñecas con un setlist compacto, pero no por eso escaso de electricidad en la que repasaron diferentes hitos de su discografía. Tal vez como una ironía del clima exterior, empezaron con “Ni un diluvio más”, de La autopista que corre desde el océano hasta el amanecer (2011).

“Esta es nuestra primera fecha del año, bienvenidos al 2019” dijo Mariano “Manza” Esain, además de agradecer al público, a los rosarinos por venir a tocar en esta oportunidad y a Bestia Bebé, tras confesar que desde hacía tiempo tenía ganas de compartir una fecha. Luego de sus palabras siguieron dos covers, ambos de Menos que Cero, “Cartas” y “Días muertos”, para continuar con otros exponentes de su catálogo y, a pedido del público, finalizaron con “Vamos al cine”, registrada en su segunda placa, Folk (2007).

Los de Boedo entraron a las tablas con su característica intro y mientras la arenga desde la pista, una verdadera hinchada, tomaba fuerzas para descargar su energía en un pogo que empezó desde los primeros acordes de “Rondador nocturno” y fue casi ininterrumpido hasta el final del concierto, a través de una poderosa lista en la que repasaron toda su obra.

Esa noche veraniega de viernes fue la primera del 2019 en la ciudad que los vio nacer y que a la vez sirvió de paréntesis entre el tour que realizaron a la par de Las Ligas Menores en Chile y Perú, durante enero. Después continuarán de gira por España, en marzo, junto a los locales Apartamentos Acapulco, con quienes editaron un EP Split el mes pasado, De Fígares a Boedo.

Las amistades, el amor, el fútbol, el barrio, el aguante y esa sensación de estar todos del mismo lado es la que se produce cuando se asiste a un recital de la banda de Tom Quintans y sus secuaces. Así es como la energía que circulaba en el ambiente, transformó el recital en una verdadera celebración en la que la música fue la protagonista.

“Para todos esos fachos de mierda, para la yuta: ¡basta de represión!”. Fue la dedicatoria que hizo un habitual invitado -y amigo- del grupo, Ronnie Crispo, para cantar “Patrullas del terror”, registrada originalmente en el segundo LP de la banda, en 2013. La totalidad de la sala cantó y, por un instante, parecía que todo el público era integrante de la misma banda.

En el tramo final tocaron “El amor ya va a llegar”, de su último trabajo Las pruebas destructivas (2017), siguieron con “Lo quiero mucho a ese muchacho” -otra de su segundo álbum-. Cuando llegó la medianoche cerraron con dos canciones registradas en Jungla de metal 2 (2015): “Tigre de metal” y una invitación a seguir con la “Fiesta en el barrio”.

Un gran inicio de año sirvió para potenciar el crecimiento de un grupo novísimo del interior -Rosedal, fundada en 2016-. Además, mostró lo mejor de los otros dos, en el caso de Valle de Muñecas, con una exitosa trayectoria que excede los 15 años y varios discos en su haber. En tanto que, para los anfitriones de la velada, fue la excusa perfecta para hacer una escala en casa antes de seguir con el viaje, que ya tiene claras muestras de tener una proyección internacional.