Pequeña gran revolución

Después de casi cuatro años, el conjunto español regresó a la Argentina para tocar en el mismo recinto donde se mostraron por primera vez. En esta ocasión trajeron consigo su más reciente trabajo, que dio nombre al tour, editado en marzo de 2018. Luego, debutarán en el escenario del Cosquín Rock, una proeza no menor en estas latitudes.

Una cálida noche de verano fue el ambiente que preparó la velada a pura fiesta en el local de Palermo, que incluyó una gran afluencia de público local y también -como se comprobó después- del mismo origen que el quinteto. Esta mixtura fue el condimento que transformó a la audiencia y la hizo cantar, saltar, gritar y declarar una sentida admiración por los músicos, quienes tuvieron una evolución notable desde sus inicios, hace casi una década.

Directo al grano, sonaron dos de su último registro. “La increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo” y “Ruido blanco” inauguraron una noche que continuó con “Copacabana”, del homónimo, publicado en 2015. La potencia de estos intérpretes en escena quedó en evidencia de entrada, demostrando por qué supieron ganarse un importante séquito de simpatizantes en este lado del Atlántico.

“Esperamos no dejaros nada en el tintero que queráis escuchar”, prometió el vocalista y guitarrista Mikel Izal Luzuriaga, antes de seguir con una “Pausa”, también de Autoterapia (2018). Las interacciones del cantante con el auditorio fueron frecuentes. Envió dedicatorias a amigos, agradeció a las y los fans por el apoyo, descubrió que había una gran cantidad de compatriotas en la platea junto a sus seguidores locales, adelantó que tocarían canciones que nunca antes hicieron en vivo y remarcó su entusiasmo por formar parte en la grilla de aquel mítico festival de la provincia de Córdoba.

Quienes asistieron cantaron a la par de Izal Luzuriaga, mientras que el pogo y el baile hicieron vibrar la sala. El agradecimiento mutuo entre los espectadores y los artistas quedó sellado para siempre cuando el líder de la banda enfatizó: “Vosotros dais sentido a todo esto que hacemos”, aplauso generalizado mediante, interpretaron “Bill Murray”, otra de su actual LP.

Nadie quería abandonar el lugar. Pidieron más y cuando los cinco volvieron a las tablas, el pamplonés declaró: “si eso es lo que queréis, eso es lo que tendréis”. Los bises tuvieron a “La mujer de verde”, de su primer larga duración Magia y efectos especiales (2012) y cerraron con una invitación a seguir de fiesta, “El baile”, registrado en Copacabana (2015), en la que la voz principal bajó del escenario para cantar y saltar en el medio de la pista.

A partir de su fundación en 2010, la agrupación tuvo un crecimiento maratónico que los impulsó desde Pamplona hacia el mundo. Tras visitar estas latitudes por primera vez en 2015, ahora regresaron pisando más fuerte que antes. Un proyecto totalmente autogestionado rindió sus frutos y se ganó el afecto del público argentino que dejó maravillados a cada integrante. Así, demostraron que ellos sí pudieron volar y ahora ese viaje los llevará al festival de rock más importante de nuestro país. Queda claro que hay mucho por recorrer y que acá serán bienvenidos muchas veces más.