Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Kapanga

De músicos ligeros

Cronista: Maximiliano Novelli Frutos | Fotos: Alan Guex

28 de Noviembre, 2018

De músicos ligeros

Kapanga se presentó en La Trastienda, en una noche a pura energía que se convirtió en la penúltima fecha del año y que anticipó la “Fiestanga” el próximo 13 de diciembre.

La renovación del show a partir del concepto “La Luz del Quasar”, tuvo un impacto positivo considerable en octubre pasado con un Teatro Flores abarrotado. Posiblemente influyó también en esta fecha que originalmente fue planificada para cerrar 2018, pero quedó como la anteúltima debido a la decisión de sumar un concierto más en el mismo recinto, a mediados de diciembre. Es evidente que la convocatoria superó ampliamente las expectativas.

Con una notable puntualidad, tras la apertura de las cortinas, se veía a los de Quilmes posando firmes y mirando hacia arriba mientras la música otorgaba al ambiente cierta mística. Ese elemento es lo que el conjunto creó en sus recitales, a lo largo de una carrera que sobrepasa los 20 años, por medio de la fiesta, el humor, el rock, el ska, el cuarteto y la energía de su público.

Asquerosas noches amigos, bienvenidos al G20 kapanguero”, anunciaba Martín “MonoFabio mientras abrieron el juego con “Toda la vida”, de A 15cm de la realidad (1998). Una impecable ironía en la antesala de la cumbre que provocó el cierre de un sector muy amplio de la capital del país y que el vocalista remató: "Sin pasaporte a Dock Sud no podrán entrar y no se llevarán nuestros alfajores".

Siguieron con “Los ojos” y “Rock”, ambos publicados en ¡Esta! (2004), cuando toda la platea empezó a saltar y se podía observar a personas de diversas edades cantar a la par del “Mono”. La fiesta ya había comenzado y la alegría de los presentes atravesó la totalidad de la velada, como ya es costumbre en los conciertos del grupo.

Anécdotas y más chistes del cantante se sumaron a la lista principal que sirvió para mostrar exponentes de su más reciente trabajo al día de la fecha, Motormúsica (2015), como así también de Operación Rebenque (2000) y Todoterreno (2009), en definitiva, repasaron casi toda su discografía.

Mientras el “Mono” decía que circularía por la zona donde se realizaría la famosa cumbre con panchos atados al cuerpo, risa generalizada mediante, toda la sala vibró con  “El universal”, aquella publicada en su tercer disco del año 2000, y le siguió la que da nombre a su último LP. La grilla original contemplaba 18 canciones, pero la manija era tal que resultó imperioso continuar con mucho más.

Seis temas conformaron el set de bises y completaron las dos horas de show, entre los que se destacaron clásicos como “Ramón”, de su debut editado en 1998, “El cuento de los tres Kovanys” -de Un asado en Abbey Road (1999)- y no podía faltar el más grande de todos, “El mono relojero” que desató un terremoto de fans saltando con toda la energía posible dentro del predio y tuvo a toda la sala cantando aquellas estrofas que muestran su vigencia veinte años después de haber sido publicada.

“Locos” fue la última que interpretaron y que tuvo un cierre triunfal cuando el saludo al público tuvo como banda sonora a “We Are the Champions” de Queen, mientras desde arriba de las tablas y desde abajo todos cantaban y festejaban al quinteto.

Todos los conciertos de Kapanga tienen la garantía de un ambiente en el que se podrá bailar, saltar, cantar y hasta reírse con un grupo que ya tiene una vasta experiencia en los escenarios. Se trata de eso mismo, sus shows trascienden a partir del hecho de que no se trata de ir a verlos sino de vivir la experiencia que propone el conjunto quilmeño donde lo más importante es festejar, porque -como dice la canción- “después de todo, así es la vida”.

 

 

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