Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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La Mississippi

Para sentirme bien de verdad

Cronista: Augusto Fiamengo | Fotos: Cynthia Ascani

15 de Noviembre, 2018

Para sentirme bien de verdad

La Mississippi festejó sus treinta años de vida en el Estadio Luna Park con un impecable show, a la altura de su trayectoria, en el que repasó su extensa discografía y homenajeó a sus ídolos musicales junto a numerosos invitados.

Son pocas las bandas de rock argentino –ni hablar de aquellas que han navegado las aguas del blues- que lograron contar tres décadas de vida, y alcanzar esa cifra es motivo suficiente para una celebración como la que propone La Mississippi en el mítico Estadio Luna Park. “Este es un festejo para ustedes, de todo corazón, de parte de una banda que la viene remando desde hace treinta años”, confiesa sobre el escenario un emocionado Ricardo Tapia, resumiendo el clima que atravesará un extenso concierto de dos horas y media. El show inicia a pura energía con “Niño bien” y “Mi capital”, intercalados con clásicos como “Matadero” –el primer tema que levanta al público de sus asientos- “Qué mujer!” y “San Cayetano”, en los que participan algunos de los músicos que fueron parte del grupo, como los saxofonistas Eduardo Introcaso y Marcelo Yeyati, el tecladista Chucky de Ipola y Claudio Zárate en armónica. El despliegue de Tapia como maestro de ceremonias y la inspiradísima guitarra de Gustavo Ginoi son la punta de lanza de una banda absolutamente ajustada, con probada capacidad para tocar en pequeños reductos o, como esta noche, ante miles de personas.

Los gustos hay que dárselos en vida. Si hace cuarenta años me hubieran dicho que iba a tener este invitado, yo hubiese dicho: ‘Ustedes están locos’. ¡Fuerte el aplauso para el maestro Willy Quiroga!” La Mississippi no se olvida de los padres fundadores del rock en Argentina que influyeron en su trayectoria, y el histórico bajista de Vox Dei se suma para interpretar “Azúcar amargo”. El grupo se despacha también con dos gemas incluidas en su disco Inoxidables (2015): una emotiva versión de “Pato trabaja en una carnicería” de Moris y “Post-Crucifixión”, de Luis Alberto Spinetta –“uno de los dos o tres mejores temas del rock nacional”, en palabras de Tapia-. Tampoco falta el homenaje de la banda a uno de sus grandes héroes locales, Pappo, esta vez junto a uno de los mejores discípulos del genial músico, Miguel “Botafogo” Vilanova, quien prende fuego a su guitarra en “Gato de la calle negra” y “Blues de Santa Fe”.

¿Qué grupo puede juntar sobre el escenario a Valeria Lynch y a Mariano Martínez, de Attaque 77, para tocar una electrizante versión de “Desconfío”? La Mississippi lo hace posible, y el dueto vocal de Lynch y Tapia resulta uno de los puntos altos de una gran noche. Las legendarias Blacanblus se suman al festejo y aportan sus voces para la entrañable “Same Old Blues”, tema que integra la primera placa de la banda, y “My Babe”, de Little Walter. Uno de los referentes de la guitarra de blues en Argentina, Daniel Raffo, despliega toda su sabiduría en el clásico “Caledonia”, y a continuación la destreza de Claudio “Tano” Marciello en las seis cuerdas se vuelve un condimento esencial para el sonido atronador de “Ermitaño”.

La Mississippi viaja hasta sus primeros trabajos, pero no se olvida de su producción más reciente, el disco Criollo, y a la atmósfera urgente y cruda de “La Montaña”  con la formación actual de quinteto le sigue la mirada introspectiva de “Odioso”, junto a la canción escrita en ocasión de las tres décadas de vida del grupo, “Reserva especial”, que funciona como una especie de balance y guiño de cara al futuro (“Me falta mucha ruta / estoy lejos del final”).

Para el tramo final del show se suman algunas de las voces más convocantes del rock argentino actual: Piti Fernández, de Las Pastillas del Abuelo, le aporta su impronta arrabalera a “Blues del equipaje”, mientras Facundo Soto de Guasones hace gala de todo su desparpajo en una celebrada interpretación de “Ahora vengo”. “Café Madrid” encuentra al Luna Park hecho un hervidero, con todo el público de pie coreando las notas que reproducen los vientos. “Un trago para ver mejor” es la canción que reúne y hermana a los músicos de La Mississippi con todos sus invitados en un rock and roll afiebrado que cruza risas, abrazos y la certeza de ser parte de un evento histórico para la banda en particular y el rock y el blues argentino en general. Después de tamaño festejo, ¿cómo no continuar otros treinta años más?


Con semejante lista de colegas invitados a su fiesta y con un público que colmó el Luna Park en tiempos de crisis, no quedan dudas que La Mississippi es una de las bandas más queridas del rock en Argentina. Por su calidez humana y musical, por su historia y la honestidad de su propuesta, el batallador grupo oriundo de Florencia Varela se merecía una noche soñada e imborrable a partir de aquí. Un premio para músicos que dejaron claro, con su actitud y sus canciones, que luego de tres décadas este camino recién comienza. 

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